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Yamil Madi, José Vázquez, Adrian León y Jean José Rodríguez ...

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las zonas que estuvieron o están bajo la influencia<br />

de contaminantes químicos, la acción de especies<br />

exóticas (Nebel & Wright; 1999) y otros tipos de<br />

presión de origen antropogénico (MARNR, 1992).<br />

Generalmente estas áreas están aisladas entre si y<br />

rodeadas de zonas con un GDI mayor.<br />

Casi todas estas áreas están al norte del Orinoco,<br />

muchas asociadas a zonas agrestes y poco pobladas,<br />

como las áreas inundables, muy áridas, frías o<br />

inseguras (Páramos, Paraguaná, y La Sierra de<br />

Perijá), o las zonas protegidas dentro de Parques<br />

Nacionales, en proceso de recuperación o no, como<br />

las áreas del: Waraira-Repano, Henri Pittier, Guatopo,<br />

y Paria.<br />

3.- Regular; Moderadamente intervenida. Zonas<br />

donde perdura la formación vegetal original pero se<br />

aprecian grandes áreas(desde un 26% hasta un<br />

75%) donde se estima que la formación está reducida,<br />

fragmentada o alterada en composición y/o<br />

proporción de especies. Este grado está muy asociado<br />

con la ganadería extensiva bovina o caprina,<br />

practicada en los Llanos de Venezuela y en las<br />

zonas áridas de Falcón y Paria.<br />

Este nivel de intervención mantiene en muchas<br />

zonas (penínsulas de Paraguana y Paria) una importante<br />

proporción del espacio y paisaje con las<br />

características similares a las originales, por lo que<br />

un adecuado control de otros factores de riesgo<br />

para la biodiversidad, como el efecto de las especies<br />

exóticas y la sobreexplotación de las autóctonas<br />

(Nebel & Wright,1999; MARN, 2001; Berroterán,<br />

2004), podría facilitar la labor de conservación<br />

in situ de muchas especies, hábitats y ecosistemas<br />

sin interferir con el uso y aprovechamiento<br />

tradicional del área.<br />

4.- Pobre; Fuertemente intervenida. Zonas donde se<br />

estima que la formación vegetal original no es reconocible<br />

a partir de un 76 % y hasta un 99% dentro<br />

del total del área estudiada, y en la mayoría de los<br />

casos perdura solo de manera fragmentada, relictos<br />

o especies testigo habiendo sido sustituida por nuevas<br />

formaciones o vegetación antropogénica.<br />

Aparece asociada a actividades como la agricultura<br />

intensiva (grandes monocultivos), la ganadería de<br />

engorde con pastos cultivados, las plantaciones de<br />

monocultivos intensivos, (plantaciones de pinos y<br />

cultivos de arroz, sorgo y otros rubros) así como<br />

áreas de antiguos bosques transformados en sabanas<br />

de baja productividad o zonas urbanizadas.<br />

5.- Muy pobre; Totalmente intervenida. Zonas, donde<br />

se estima que la formación vegetal original se ha<br />

reducido, alterado y fragmentado en toda el área<br />

hasta quedar solo en forma de relictos o especies<br />

testigo. Aparece asociada a áreas urbanas, grandes<br />

complejos industriales como refinerías, puertos y<br />

zonas inundadas por represas y embalses.<br />

308<br />

Análisis de los Grados de Intervención a nivel nacional<br />

Las áreas correspondientes a los cinco GDI caracterizados<br />

en el país se pueden observar en la figura<br />

N o 2, donde se muestra una versión más actualiza<br />

del mapa de <strong>Madi</strong> et al. (2010b). Los valores del<br />

estado de conservación de las formaciones vegetales<br />

a nivel nacional, reflejan numerosos hábitats y<br />

sistemas ecológicos, poco o nada alterados al sur<br />

del Orinoco, mientras que al norte del Orinoco se<br />

aprecian la mayor parte de las áreas intervenidas a<br />

un grado tal que apenas el 8% de este territorio se<br />

encuentra en un GDI 2 gracias a figuras de protección<br />

como los sistema de áreas protegidas<br />

(MARNR, 1992).o regiones con climas extremos o<br />

zonas poco adecuadas para el asentamiento y las<br />

actividades humanas económicamente rentables.<br />

La revisión del estado de conservación de las formaciones<br />

vegetales fuera de las Áreas Bajo Régimen<br />

de Protección Especial (MARNR, 1992) o in<br />

situ muestran que el norte del Orinoco, es el espacio<br />

más modificado del país y en el, los hábitats<br />

más afectados son los diferentes tipos de bosques,<br />

que en muchas y extensas áreas alcanzan el GDI 4,<br />

visible en la cartografía desarrollada, a través de<br />

una franja de color rojo que atraviesa el país de este<br />

a oeste (figura N o 2).<br />

En muchos de los casos, esta área refleja actividades<br />

agropecuarias intensivas o extensivas, desarrolladas<br />

a expensas de diferentes tipos de formaciones<br />

boscosas; como los bosques secos tropicales,<br />

sustituidos por pastizales para ganadería extensiva<br />

o monocultivos. Los bosques del pie de monte andino<br />

han sido transformados en cultivos, pastizales,<br />

potreros, y la zona sur del Lago de Maracaibo, donde<br />

bosques húmedos han sido sustituidos por pastos<br />

o monocultivos de plátanos y palma de aceite.<br />

Por otro lado, al analizar los datos al detalle, se<br />

encuentra que casi la mitad del territorio Venezolano<br />

(aproximadamente 48%) se presenta sin intervención<br />

aparente con un GDI 1, proporción que se<br />

corresponde principalmente con el lado sur del Orinoco,<br />

e implica que en ese territorio de Venezuela<br />

los hábitats presentan un excelente estado de conservación,<br />

mientras que en el resto del país (principalmente<br />

al norte del Orinoco), se observa una<br />

intervención de moderada (21% GDI 3) a fuerte<br />

(22% GDI 4)., La primera asociada principalmente<br />

con actividades de ganadería extensiva en hábitats<br />

de sabanas y la segunda con labores agropecuarias<br />

en zonas previamente ocupadas por diferentes tipos<br />

de bosques (seco tropical, de piedemonte andino ó<br />

húmedo tropical), lo que implica que son estos hábitats<br />

a nivel nacional los que se encuentran en un<br />

estado de conservación entre pobre y regular.<br />

Como ya se mencionó, apenas un 8% del territorio<br />

presenta una intervención de GDI 2 asociado a un<br />

buen estado de conservación, mientras que las

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