Llegó la Navidad a la Universidad - Universidad Pontificia Bolivariana

destacados
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en el pasado y las negociaciones sobre
tratados de libre comercio sean
signadas por el respeto a los Derecho
Humanos, especialmente de los más
desprotegidos por la globalización
administrada por principios neoliberales.
Se convierten los Derechos Humanos,
como lo afirma el Cardenal Renato
R. Martino, Presidente del Consejo
Pontificio para la Justifica y la
Paz, en “el valor perenne, reiterando
su valor educativo y orientador para
la construcción de un mundo más
justo y más solidario” (Ciudad del Vaticano,
jueves 13 de noviembre de
2008 ZENIT.org). En la medida que
las personas, sociedades y naciones
logremos hacer de los Derechos Humanos
un pacto ético cotidiano, que
nos permita desde el ecumenismo,
el diálogo interreligioso y la interculturalidad,
“la madurez de parte de la
humanidad, de una conciencia moral
conforme a la dignidad de la persona”
(ibid.).
Recordamos la intervención del Santo
Padre Benedicto XVI en la Asamblea
General de las Naciones Unidas el 18
de abril de 2008 en Nueva York: “La
Declaración Universal tiene el mérito
de haber permitido confluir en un
núcleo fundamental de valores y, por
lo tanto, de derechos, a diferentes
culturas, expresiones jurídicas y modelos
institucionales. No obstante,
hoy es preciso redoblar los esfuerzos
ante las presiones para reinterpretar
los fundamentos de la Declaración y
comprometer con ello su íntima unidad,
facilitando así su alejamiento de
la protección de la dignidad humana
para satisfacer meros intereses, con
frecuencia particulares. La Declaración
fue adoptada como un “ideal
común” (preámbulo) y no puede ser
aplicada por partes separadas, según
tendencias u opciones selectivas que
corren simplemente el riesgo de
contradecir la unidad de la persona
humana y por tanto la indivisibilidad
de los derechos humanos”.
Esto nos compromete en la tarea de
profundizar en los Derechos Humanos,
de su fundamento en la dignidad
de la persona humana, creada a
imagen y semejanza de Dios, lo cual
nos ha llevado a cristalizar acciones
como:
- Desarrollo de las asignaturas de Formación
Humanística desde el eje de
los Derechos Humanos.
- Entrega de la Declaración de los Derechos
Humanos (coordinado desde
la Vicerrectoría Pastoral) como el signo
pascual del 2008.
- Dinamización de la Semana de Encuentro
Fe y Razón (septiembre de
2008) frente a la reflexión y sensibilización
sobre los Derechos Humanos.
- Puesta en marcha del Diplomado
Presentación de estudiantes en la semana del Encuentro Fe y Razón
en Derechos Humanos, con énfasis
en el derecho de las víctimas a la verdad,
la justicia y la reparación.
- Motivación para la creación del grupo
de Derechos Humanos de la Universidad
Pontificia Bolivariana.
- Exposición de afiches elaborados
en Competencias Comunicativas sobre
la lectura de los Derechos Humanos.
- Convivencias con los empleados de
la Universidad, sobre la percepción
del estado de los Derechos Humanos
en nuestra cotidianidad.
- Profundización en el aporte de la
Iglesia sobre el fundamento de los
Derechos Humanos, proponiendo
una visión integral de los mismos.
- Trabajos semestrales en las asignaturas
electivas (publicidad, fotografía)
sobre los Derechos Humanos.
- Creación y puesta en marcha del
“Cine-Martes” en el Túnel de la Cultura,
con el Cine-Foro sobre los Derechos
Humanos.
La tarea ahora es de cada uno y cada
una, en un todo como Institución, el
trabajo por los Derechos Humanos
es inaplazable e indelegable, pues el
cumplimiento de Ellos desde nuestra
autonomía, nos permitirá ser signos,
frente a una sociedad que necesita
de razones para construir la Esperanza,
experiencias que dinamicen la Fe
y alternativas que se construyan desde
el Amor.