Llegó la Navidad a la Universidad - Universidad Pontificia Bolivariana
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Rector<br />
Mons. Primitivo Sierra Cano<br />
Vicerrector Académico<br />
Dr. Luis Felipe Casas Ramírez<br />
Vicerrectora de Asuntos Administrativos y<br />
Financieros<br />
Dra. Elsa Beatriz Gutiérrez Navas<br />
Vicerrector Pastoral<br />
Pbro. Francisco Vargas Pieschacón<br />
Secretario General<br />
Dr. Carlos Augusto Mora González<br />
Dirección<br />
Departamento de Comunicaciones y<br />
Re<strong>la</strong>ciones Públicas<br />
Diseño e Impresión<br />
Futura<br />
UNIVERSIDAD PONTIFICIA BOLIVARIANA<br />
Seccional Bucaramanga<br />
Campus Universitario Autopista a<br />
Piedecuesta Km. 7<br />
PBX: (7) 679 6220 Ext. 407 – 414<br />
Fax: (7) 679 6221 A.A. 2932<br />
bruju<strong>la</strong>@upbbga.edu.co<br />
www.upbbga.edu.co<br />
Cada vez que se hab<strong>la</strong> de pobreza, se tiende a pensar<br />
que es un problema de otros, que se trata de una<br />
c<strong>la</strong>se de infortunio o desgracia que golpea a una parte<br />
de <strong>la</strong> sociedad y de lo cual se tiene que hacer responsable<br />
el Estado. Ésta con seguridad, es una visión<br />
clásica de <strong>la</strong> pobreza que sumada a <strong>la</strong> insensibilidad e<br />
indolencia social, tristemente ha derivado en un grave<br />
problema de resentimiento, ais<strong>la</strong>miento y pérdida<br />
de confianza en <strong>la</strong>s personas y <strong>la</strong>s instituciones que<br />
conforman <strong>la</strong> sociedad.<br />
A propósito del tema, el Santo Padre Benedicto XVI ha<br />
querido abordar esta problemática en <strong>la</strong> celebración<br />
de <strong>la</strong> 42º Jornada Mundial de <strong>la</strong> Paz que se realizará<br />
el 1 de enero de 2009. El tema central de <strong>la</strong> jornada:<br />
“Combatir <strong>la</strong> pobreza, construir <strong>la</strong> paz”, exhorta a <strong>la</strong><br />
familia humana a dar una respuesta urgente a <strong>la</strong> grave<br />
cuestión de <strong>la</strong> pobreza, como problema material;<br />
pero ante todo un asunto moral y espiritual.<br />
A este respecto resulta propicio e inspirador citar<br />
apartes del comunicado presentado por el Santo Padre<br />
ante los cerca de 50 jefes de estado, asistentes a<br />
<strong>la</strong> pasada cumbre del Fondo de <strong>la</strong>s Naciones Unidas<br />
para <strong>la</strong> alimentación y <strong>la</strong> Agricultura - FAO, cuyo tema<br />
central fue: “La seguridad alimentaria mundial: los retos<br />
del cambio climático y <strong>la</strong> bioenergía”:<br />
… “Las dificultades actuales muestran cómo <strong>la</strong>s modernas<br />
tecnologías, por sí mismas, no son suficientes<br />
para superar <strong>la</strong> carencia alimentaria, así como tampoco<br />
lo son <strong>la</strong>s estadísticas o el envío de ayuda en casos<br />
de emergencia. Todo esto tiene ciertamente una<br />
gran importancia, sin embargo debe ser completado<br />
y orientado por una acción política que, inspirada en<br />
los principios de <strong>la</strong> ley natural que están inscritos en<br />
el corazón de los hombres, proteja <strong>la</strong> dignidad de <strong>la</strong><br />
persona…<br />
Sólo <strong>la</strong> tute<strong>la</strong> de <strong>la</strong> persona, pues, permite combatir<br />
<strong>la</strong> causa principal del hambre, es decir, esa cerrazón<br />
del ser humano hacia sus semejantes que disuelve <strong>la</strong><br />
solidaridad, justifica los modelos de vida consumista<br />
y disgrega el tejido social, preservando e incluso llegando<br />
a aumentar el surco de injustos desequilibrios,<br />
dejando a un <strong>la</strong>do <strong>la</strong>s exigencias más profundas del<br />
bien. (Cf. Deus Caritas Est, 28).<br />
…Si se hiciera valer el respeto de <strong>la</strong> dignidad humana<br />
en <strong>la</strong> mesa de <strong>la</strong>s negociaciones, de <strong>la</strong>s decisiones y<br />
de su aplicación, podrían superarse obstáculos que<br />
de otro modo son insuperables y se eliminaría, o al<br />
menos disminuiría, el desinterés por el bien de los<br />
demás. De este modo, sería posible adoptar medidas<br />
valientes, que no se rindan ante el hambre y <strong>la</strong><br />
malnutrición, como si se tratara simplemente de fenómenos<br />
endémicos y sin solución. La defensa de <strong>la</strong><br />
dignidad humana en <strong>la</strong> acción internacional, también<br />
de emergencia, ayudaría además a limitar lo superfluo<br />
en <strong>la</strong> perspectiva de <strong>la</strong>s necesidades de los demás y<br />
editorial<br />
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