Sesiones de enero de 1813 - Academia Puertorriqueña de ...

DISCUSION DEL PROYECTO DE DECRETO 4217
da que sea reprendido á puerta cerrada, impou&dole pe hubieran tomado el COIL~~LC~O, ó atropellado á los contrinitencias
saludables, moderadas, esPirituales y ocultas, ei t- buyentes U título de exigir aqualia coutribucion militar,
cétera.» Otro informe de la Inquisicion de Canarias, qu .e á trueque de no dar fomento á esa clase de delito.
obra tambien en el expediente entre los documentos co Recapitulando lo expuesto, lo reduciremos á los punmunicados
por el Gobierno, á solicitud de la comision ,
se conforma por punto general con lo que dice el de Ma
tos siguientes:
Primero. La cabeza de la Iglesia tiene el derecho y la
Ilorca.
obligacion de celar la pureza de la fé, condenando las he-
Solo resta que tocar dos puntos de singularidad de 1, a regías, y á sus autores y secuaces, en donde quiera que
Inquisicion de España, comparada con las que existía] U se manifestaren.
formadas y dirigidas solamente por autoridad de la Igle, Segundo. El ejercicio de esta autoridad en nada desia,
á saber: el Consejo de la Suprema, y la ampliaciol prime la de los Obispos, que permanecen siempre jueces
del secreto. El establecimiento del Consejo ha sido mu: ordinarios de las mismas causas, como wceaores de los
oportuno para evitar las dilaciones y perjuicios que oca- Apostoles, y autorizados por Jesucristo con este mismo
sionaban las apelaciones á Roma, las cuales nunca se in. poder que aquellos tuvieron, aunque siempre subordinado
terponian para los inquisidores generales, sino para el Pa. ii la cabeza visible de la Iglesia.
pa: argumento convincente por principios del derecho 1 Tercere. Aunque en toda la extension de la Iglesia
opinion comun de los juristas, do que los inquisidorel católica ha 8jercido el Sumo Pontífice este derecho, y los
particulares no eran delegados del general, sino de S. S.! demás que le competan como á Primarlo, eu ninguna
no teniendo el inquisidor general en el nombramiento mar Iglesia particular lo ha hecho con más frecuencia, ni más
que el hecho de designacion á nombre del Papa. Lo que constantemente que en la Iglesia de España.
corroboran con las expresiones de la Bula de autorizacioo
de loa inquisidores generales, en que les ancarga la elec.
Cuarto. El ejercicio de esta autoridad en España, ha
sido esencialmsnte el mismo antes y despues del siglo XIII,
cion de sugetos para que ejerzan igual jurisdiccion á la en que se le dió el nombre de Inquisicion.
que tiene el mismo inquisidor general. No existen aquí Bu- Quinto. Desde el siglo XIV hubo en Aragon tribunal
las particulares sobre la ereccion del Consejo; pero de lc l fijo p permanente para celar en la pureza de la fé, autoque
resulta de hecho en el expediente, ya hemos indica- ' : rizado por la Silla apostólica, con conocimiento sobre las
do lo sustancial en el extracto.
t causas de fé, en lugar de las comisiones eventuales que
El punto del secreto, 6 la ocultacion del nombre de I : anteriormente habia dado S. S. á diferentes sagetos en el
los testigos, es ciertamente una singularidad muy dura y 1 mismo Reino.
muy notable. En la instruccion de Sevilla se funda la ge- Sexto. La insubordinacion y espíritu revoluciopario
neralidad con que se adoptó para todas las causas de fé, ie los hereges, y la experiencia de que los medios adopen
haber manifestado la experiencia las muertes y trope- hados hasta entonces no alcanzaban para precaver á la relías
que se habian ocasionado por la manifestacion de los .igion y al Estado de los males que amenazaban de parte
nombres; y que así en Castilla como en Aragon era muy le los judaizantes y fingidos conversos, que aparentaban
considerable el número de los hereges que habia. Es cier- abrazar el cristianismo por no abandonar el país en que
to que con arreglo á la decretnl de Bonifacio VIII para se habian criado; la sabiduría y religiosidad de los Rdyes
los casos en que ella prescribia el secreto, que eran pocos, :atólicos sugirieron al Sumo PontífIca 81 nuevo plan 6 sisy
aquellos en que mediaban motivos muy graves para ;ema de la Inquisicion de Espafia, la cual se estableció de
ello, se habian tomado las precauciones más sábias y rcuerdo y con concurrencia de las dUs supremas potesequitativas
para conservar al reo todas las defensas, y ades.
evitar el fraude en cuanto es posible ; cuales eran el que Sétimo. A consecuencia de esto, la Iaquisicion de
cuando procediese el Ordinario, comunicase las justifica-