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Fundaciones jesuíticas en Iberoamérica [PDF] - Fundación Iberdrola

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La pres<strong>en</strong>cia de portugueses y españoles <strong>en</strong> <strong>Iberoamérica</strong> está desde sus comi<strong>en</strong>zos indisolublem<strong>en</strong>te unida a la acción misionera. En<br />

los principios que ali<strong>en</strong>tan el Descubrimi<strong>en</strong>to y <strong>en</strong> la posterior obra civilizadora de ambas naciones <strong>en</strong> aquellos contin<strong>en</strong>tes hay<br />

un fondo religioso que impregna toda la actividad pública durante muchos siglos. Esta visión cristiana de la vida social ha dejado sus<br />

huellas <strong>en</strong> múltiples manifestaciones artísticas cuyo recuerdo es importante conservar, no sólo por su belleza visual sino también por su<br />

significado histórico y cultural. IBERDROLA ha querido recuperar la memoria de unos hombres que, <strong>en</strong> paralelo con su trabajo pasto-<br />

ral, fueron elem<strong>en</strong>tos claves <strong>en</strong> la transmisión del conocimi<strong>en</strong>to y <strong>en</strong> la def<strong>en</strong>sa ejemplar de unos valores sobre los que se han construi-<br />

do la civilización iberoamericana y todo el cuerpo monum<strong>en</strong>tal del Derecho de G<strong>en</strong>tes. Si la trasc<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia del Descubrimi<strong>en</strong>to fue<br />

<strong>en</strong>orme <strong>en</strong> el ámbito económico y del poder, fue todavía mayor <strong>en</strong> el mundo del Derecho como consecu<strong>en</strong>cia de los problemas plantea-<br />

dos por los misioneros <strong>en</strong> def<strong>en</strong>sa de la población indíg<strong>en</strong>a, nuevos súbditos de las dos pot<strong>en</strong>cias coloniales. Se ha dicho que la coloni-<br />

zación española fue un hecho g<strong>en</strong>erador de Derecho. La experi<strong>en</strong>cia de los duros acontecimi<strong>en</strong>tos diarios ocurridos <strong>en</strong> las colonias y<br />

protagonizados por franciscanos, dominicos, jesuitas y otros religiosos, fue aprovechada por Vitoria, Suárez y los grandes maestros de Sala-<br />

manca para desarrollar una sólida y bi<strong>en</strong> fundada doctrina jurídica sobre la que se pudiera legislar <strong>en</strong> el futuro ord<strong>en</strong>ando unas relacio-<br />

nes justas <strong>en</strong>tre hombres, pueblos y naciones.<br />

Por todo ello nos ha parecido adecuado editar unos estudios sobre las creaciones artísticas y culturales que sirvieron de soporte<br />

material al desarrollo del espíritu de los habitantes del Nuevo Mundo. Después de haber dedicado un libro a las Catedrales, el ámbito<br />

más repres<strong>en</strong>tativo de la Iglesia institucional y sede de su autoridad local, y un segundo volum<strong>en</strong> a los Monasterios, marco de las<br />

órd<strong>en</strong>es contemplativas y m<strong>en</strong>dicantes, hemos creído que esta visión de la vida de la Fe <strong>en</strong> el mundo iberoamericano quedaba incom-<br />

pleta sin un estudio que pres<strong>en</strong>tara la ing<strong>en</strong>te obra de los Jesuitas <strong>en</strong> esta geografía.<br />

Estaba todavía muy reci<strong>en</strong>te el Tratado de Tordesillas (1494) que abriría Brasil a Portugal, cuando Ignacio y sus nueve amigos de<br />

París se reún<strong>en</strong> <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ecia <strong>en</strong> <strong>en</strong>ero de 1537 y empiezan, poco a poco, muy reflexivam<strong>en</strong>te, a transformar el grupo de «amigos <strong>en</strong> el Señor»<br />

<strong>en</strong> la organización a la que el 27 de septiembre de 1540 el Papa Paulo III daría vida canónica como una ord<strong>en</strong> religiosa d<strong>en</strong>ominada<br />

Compañía de Jesús. Para <strong>en</strong>tonces, ya habían decidido que su unión sería siempre perman<strong>en</strong>te e íntegra, cualesquiera que fueran las dis-<br />

tancias geográficas <strong>en</strong>tre ellos. Así escribía Ignacio <strong>en</strong> 1545 al Obispo de Calahorra: «porque diez solos que somos <strong>en</strong> la Compañía,<br />

estamos tan repartidos y dispersos, y <strong>en</strong> parte tanto <strong>en</strong>lazados».<br />

Fue el rey de Portugal, Juan III, el primero que solicita de Ignacio su apoyo para el trabajo misionero <strong>en</strong> Indias, consigui<strong>en</strong>do que<br />

<strong>en</strong> 1541 Francisco Javier embarque <strong>en</strong> Lisboa para las Indias Ori<strong>en</strong>tales y que <strong>en</strong> 1549 los primeros jesuitas pis<strong>en</strong> suelo americano, estable-<br />

ciéndose <strong>en</strong> Salvador da Bahía.

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