Descargar El arma más poderosa, de José Francisco - Rojo y Negro
Descargar El arma más poderosa, de José Francisco - Rojo y Negro
Descargar El arma más poderosa, de José Francisco - Rojo y Negro
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
eía, el chico pataleaba. Cayeron los dos. Los<br />
dardos envenenados habían atravesado al<br />
romano. Se había rezagado <strong>de</strong> la patrulla que al<br />
mirar atrás solo vieron la lluvia <strong>de</strong> flechas que se<br />
acercaban. <strong>El</strong> chico se hizo con la cabalgadura y<br />
<strong>de</strong>sapareció. Proto le recibió con disimulada<br />
alegría: ¡Corocotta, atrás!<br />
Llevaban años pa<strong>de</strong>ciendo aquella dominación,<br />
aunque tampoco antes les faltaron otras. Siempre<br />
guerreando, no era eso <strong>de</strong> temer para ellos.<br />
Nunca toparon con un enemigo así, tan numeroso<br />
y organizado, que no cejaba <strong>de</strong> reintentarlo y que<br />
estaba logrando sacarles <strong>de</strong> sus territorios.<br />
<strong>El</strong>los que siempre habían sido la pesadilla <strong>de</strong><br />
otros pueblos. La afamada estirpe guerrera que<br />
les acompañaba se veía ahora con<strong>de</strong>nada por el<br />
atractivo <strong>de</strong> eso mismo. Habían servido la muerte<br />
a sus propias mujeres, niños y ancianos,<br />
convertidos en verdugos <strong>de</strong> sus propias tribus,<br />
incendiados sus propios castros. Habían visto a<br />
otros guerreros tirarse al vacío <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las rocas,<br />
pren<strong>de</strong>rse fuego o envenenarse con el texus, todo<br />
antes que vivir rendidos o <strong>de</strong>rrotados. Des<strong>de</strong> la<br />
costa y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el sur <strong>de</strong> la cordillera, las legiones<br />
se acercaban. A<strong>de</strong><strong>más</strong> <strong>de</strong>bían evitar atravesar la