Descargar El arma más poderosa, de José Francisco - Rojo y Negro

algo sencillo.
El agua se había vuelto tóxica y la todopoderosa
Madre Coca-Cola proporcionaba líquido
suficiente para las criaturas humanas.
-padre Salem, hicimos la labor a medias
¿recuerda?
*hija mía…si se explica
-Fray Mohisés colaboró en el suicidio de aquella
gente. Y lo encerramos en Loma Pálida. Tengo la
impresión de que sus últimas palabras y su
mirada estaban basadas en algo cierto. Cuando le
detuvimos me miró con extraña calma, muy
fijamente y me dijo: “esto acaba de empezar…no
tienen motivos para seguir y no podrán
detenerlos… como una ola gigante” Lo recuerdo
perfectamente y lo atribuí quizás a un acto de
soberbia o una premonición de sus deseos a mi
entender paranoicos. Pero no es así. La Ola ya se
había puesto en marcha, aquí en París. Usted es
persona de su máxima confianza ¿qué sabe que
no sepa yo?
*para un sacerdote no hay oposición a la verdad
y la vive en el silencio de su corazón