Subsidio Catequístico II - Diócesis de Quilmes
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Encuentros catequísticos 24<br />
La opción <strong>de</strong> Jesús es muy clara. También la invitación es clara: no es posible seguir a Jesús y vivir<br />
<strong>de</strong> un modo completamente ajeno a la buena noticia que él anuncia. Hace falta un cambio <strong>de</strong><br />
mentalidad, una renovación <strong>de</strong> los criterios con los que miramos a las personas, la vida, la sociedad.<br />
Por eso, la buena noticia <strong>de</strong> Jesús va acompañada <strong>de</strong> un llamado: «conviértanse». La palabra empleada<br />
en la Biblia significa precisamente: cambiar <strong>de</strong> mentalidad.<br />
Cuando Jesús recorría los pueblos y ciuda<strong>de</strong>s, hubo personas que lo comprendieron muy bien y<br />
respondieron con generosidad a su llamada. Otras se entusiasmaron al comienzo, pero enseguida<br />
cambiaron <strong>de</strong> rumbo cuando aparecieron algunas propuestas más «tentadoras» (como ganar dinero o<br />
prestigio) o cuando llegaron las dificulta<strong>de</strong>s (¡a Jesús le costó la vida!). Otras personas se opusieron y<br />
rechazaron el anuncio <strong>de</strong> Jesús. (Debemos cuidarnos, sin embargo, <strong>de</strong> acusar a grupos enteros <strong>de</strong><br />
rechazar a Jesús o, peor todavía, <strong>de</strong> culpar al pueblo judío por su muerte violenta; esas acusaciones son<br />
un pecado que, a lo largo <strong>de</strong> la historia, ha generado mucho sufrimiento y por el que la Iglesia todavía<br />
hoy pi<strong>de</strong> perdón.)<br />
Todavía hoy suce<strong>de</strong> lo mismo. Ante la buena noticia <strong>de</strong>l Reino <strong>de</strong> Dios, anunciada y vivida por<br />
Jesús, hay quienes respon<strong>de</strong>n con alegría, hay quienes se entusiasman por poco tiempo, hay quienes se<br />
oponen con todas sus fuerzas.<br />
A quienes creen en su anuncio, a quienes se convierten a la buena noticia <strong>de</strong>l Reino <strong>de</strong> Dios, Jesús<br />
les asegura que vale la pena <strong>de</strong>jarlo todo para entrar en esta vida nueva.<br />
3. Profundizamos la invitación <strong>de</strong> Dios<br />
Abrimos el diálogo, compartiendo:<br />
• ¿Qué <strong>de</strong>scubro en lo que hemos escuchado y reflexionado?<br />
• ¿Qué cosas resuenan en mi interior?<br />
• En los encuentros anteriores fuimos <strong>de</strong>scubriendo el proyecto <strong>de</strong> Dios para la humanidad. Hoy<br />
profundizamos este proyecto, <strong>de</strong>scubriendo que es el Reino <strong>de</strong> Dios que Jesús nos anuncia y hace<br />
presente con su vida. ¿Cómo voy respondiendo a la propuesta <strong>de</strong> Jesús?<br />
4. Celebramos lo vivido<br />
Terminamos el encuentro con un breve momento <strong>de</strong> oración. Se prepara un espacio con un mantel, la<br />
Biblia abierta, una imagen <strong>de</strong> Jesús, una vela encendida y música instrumental <strong>de</strong> fondo.<br />
Se invita a escuchar uno estos textos bíblicos, leído pausadamente:<br />
Mateo 5, 1-12 (o bien: Mateo 13, 44-46).<br />
Un/a catequista propone estas preguntas para meditar en silencio:<br />
Ante la buena noticia <strong>de</strong>l Reino <strong>de</strong> Dios, anunciada y vivida por Jesús...<br />
¿qué <strong>de</strong>scubro que tiene que cambiar en mi vida?<br />
¿qué actitu<strong>de</strong>s nuevas me invita Dios a vivir?<br />
¿qué pasos puedo dar?<br />
Se hace un momento <strong>de</strong> silencio.<br />
Al final se invita a escribir un pequeño compromiso en una hoja y ponerlo junto a la Biblia.