Subsidio Catequístico II - Diócesis de Quilmes
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Propósito <strong>de</strong>l encuentro<br />
Con el aliento <strong>de</strong>l Espíritu<br />
El sacramento <strong>de</strong> la confirmación<br />
Encuentro 9<br />
Presentar el sacramento <strong>de</strong> la confirmación, en el conjunto <strong>de</strong> los sacramentos <strong>de</strong> la iniciación cristiana.<br />
Ayudar a <strong>de</strong>scubrir el don <strong>de</strong>l Espíritu como fuerza y aliento que nos permite comprometernos con el<br />
evangelio en comunidad.<br />
1. Partimos <strong>de</strong> nuestra vida<br />
Comenzamos el encuentro invitando a tomarse un tiempo personal para respon<strong>de</strong>r estas preguntas:<br />
• Recordá un momento <strong>de</strong> tu vida en el que hayas sentido <strong>de</strong>saliento, <strong>de</strong>sánimo, falta <strong>de</strong> fuerzas...<br />
• En los momentos en los que estás <strong>de</strong>salentado/a, ¿qué o quién te <strong>de</strong>vuelve el aliento?<br />
Después <strong>de</strong> un tiempo <strong>de</strong> reflexión individual, se comparte en el grupo lo que cada uno/a ha escrito.<br />
2. Escuchamos la palabra <strong>de</strong> Dios<br />
Los seres humanos necesitamos aliento para vivir. No sólo el aire que respiramos. También otro<br />
aliento: esa fuerza que nos reanima, nos <strong>de</strong>vuelve la energía, nos ayuda a seguir a<strong>de</strong>lante <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />
momentos difíciles o simplemente en los cansancios cotidianos.<br />
Una persona que cree en Cristo no es ajena a esta experiencia. También las cristianas y los cristianos<br />
necesitamos ese aliento para vivir.<br />
Los evangelios cuentan que el primer don <strong>de</strong>l Resucitado a la comunidad creyente fue precisamente<br />
darles su mismo aliento: su Espíritu. De hecho, la palabra «espíritu» significa originalmente soplo,<br />
aliento vital. El evangelio <strong>de</strong> Juan narra que Jesús resucitado se hizo presente entre sus discípulos y<br />
sopló sobre ellos diciéndoles: «Reciban el Espíritu Santo» (Juan 20, 22). El libro <strong>de</strong> los Hechos <strong>de</strong> los<br />
Apóstoles lo narra <strong>de</strong> otra manera, con más imágenes simbólicas que nos pue<strong>de</strong>n ayudar a compren<strong>de</strong>r<br />
mejor esa fuerza, ese aliento <strong>de</strong>l Espíritu en la vida cristiana.<br />
Leemos: Hechos 2, 1-11<br />
Este relato <strong>de</strong> Pentecostés (el «día cincuenta» a partir <strong>de</strong> la Pascua) contiene varias pistas muy<br />
sugestivas, que la Iglesia ha leído para compren<strong>de</strong>r mejor el sacramento <strong>de</strong> la confirmación.<br />
• «Estaban todos reunidos en el mismo lugar». Son los discípulos y las discípulas (porque también<br />
había mujeres: ver Hechos 1, 12-14), que habían compartido todo el camino <strong>de</strong> Jesús: habían<br />
escuchado su palabra, habían visto sus gestos, los había seducido la buena noticia <strong>de</strong>l reino <strong>de</strong> Dios...<br />
Habían estado al pie <strong>de</strong> la cruz, y lo habían visto resucitado. Ahora esperan. Esperan que, según la