Actriz de verdades distintas Andrea Martí Clave del éxito, permanecer por trabajo y preparación El tiempo es implacable. Aquellas actrices que hace no mucho interpretaban a las damas jóvenes en las telenovelas ya no dan el personaje. Debido a ello, las televisoras están en constante búsqueda de nuevas estrellas. TV Azteca le apuesta a Andrea Martí. En 2008, Andrea Martí incursionó en el reparto del melodrama Pobre Rico... Pobre. Al año siguiente recibió la oportunidad de protagonizar Mujer Comprada y ahora repite con Prófugas del Destino. Charlamos con ella durante un descanso entre las agotantes grabaciones. -¿A qué le atribuyes que Azteca te haya dado dos protagónicos casi al hilo?: “Agradezco infinitamente la oportunidad que me dio TV Azteca por confiar en mí y poner tanta responsabilidad en mis manos. Estuve muy bien cobijada por el elenco, por los directores, por el productor, y yo creo que a la gente le gustó mi trabajo, creo que a eso se debe”. -Acerca de los espacios que dejan aquellas estrellas que están rebasando las cuatro décadas, opina: “No es sólo llegar a cierta posición, o que te den cierto personaje. Lo importante es mantenerse. Que la gente te reconozca por tu trabajo. Si yo quiero cubrir el espacio que otras actrices están dejando libre, la única forma de ocuparlo es preparándome, seguir estudiando para ser cada día mejor, porque la exigencia del público es cada vez más grande, ya no se creen cualquier cosa, ya las telenovelas tienen que ser con una verdad distinta a la de antes”. -¿Y quiénes hacen las telenovelas, están listos para esa verdad distinta?: “Con la formación que yo recibí, la de mi generación, te podría decir que sí. Porque tenemos excelentes maestros, como el maestro Quintanilla (del Centro de Capacitación y Formación Actoral, Cefac) que está completamente metido en el realismo, que es lo que la gente quiere ver ahora. Ya no quieren ver a las mujeres deshaciéndose, pero sin deshacerse, como aquellos melodramas donde las veías gritando pero que en realidad no les está pasando nada en los ojos. Lo que la gente quiere ver es algo que en verdad le conmueva”. -¿No resulta muy desgastante sentir cada escena?: “No, es muy divertido. Yo, los días que tengo escenas de tránsito, donde no se requiere una gran emoción, siento que no vine a trabajar. Tengo que llegar a mi casa cansada, desgastada, para sentir que trabajé. Se agradecen mucho esos días en los que las escenas te llevan a algo más”. -Explica: “En realidad, todas la telenovelas son iguales, no existe una fórmula. Nadie descubre el hilo negro, pero esta es una forma distinta de empezar a contar una historia. Prófugas del destino no habla de una protagonista que desde el primer capítulo sabes que se va a enamorar del protagonista. Al final, van a acabar juntos, y los malos les van a hacer la vida imposible. Aquí se habla de tres mujeres que son seres humanos, que no son buenas-buenas ni malas-malas, cometen errores y lastiman a la gente como solemos hacer todos”. -¿Crees qué por ahí va el camino de los melodramas?: “Si no es por aquí, a lo mejor es por otro, pero creo que no por la fórmula de siempre. Las telenovelas siempre son las mismas, nomás cuéntala de otra manera, más interesante. Desde el capítulo uno ya sabes lo que va a pasar en el último capítulo, la pregunta es: ¿cómo haces que se mantengan contigo 200 capítulos?” 4 v P E R S O N A E -Nos habla del papel que interpreta: “Una joven que escapa de la cárcel para hacerse pasar por monja. Bety es una chava sencilla, que tiene muy definidos sus valores, y dos de los más importantes son el respeto y el amor por su familia. Son los que la llevan al sacrificio, a echarse la culpa, a sacrificar su libertad, para que su hermana no vaya a la cárcel. Yo no he estado en esa situación, pero sí, me enseñaron que lo más importante es la familia, y que para defenderla, a veces, serás capaz de cualquier cosa”. -Pareciera que Andrea Martí también se fugó de su destino. Narra: “Yo estaba decidida a estudiar medicina, en mi familia hay muchos médicos y es algo que me gusta mucho. Mi papá es veterinario y yo iba con él, desde chiquita, si tenía cirugías. Me encantaba ayudarle, y si no me llenaba los guantes de sangre, me enojaba, decía: ‘es que no me dejas ayudarte’”. -Prosigue: “Yo quería ser neuróloga y, justamente cuando llegas a sexto de prepa y tienes que escoger tu área, yo estaba en el área 2 –químico-biológicas- un día antes de entrar a clases, estaba en mi cama dándole vueltas a las cosas y me dije ‘yo no quiero ser doctora, yo quiero estudiar actuación’”. Al principio su familia no estuvo muy de acuerdo por la incertidumbre de la carrera de actuación. Pero cuando salió la convocatoria para estudiar en el Cefac de TV Azteca le dijeron que si se quedaba podría ser actriz y ¡sorpresa!, ahora protagoniza la telenovela de las ocho de la noche. -La actriz no cree que estemos predestinados: “El destino lo vamos haciendo todos los días, cada uno; depende de lo que hagas, hoy es lo que va a pasar mañana. Como algo mágico no creo en el destino, antes sí, pero he aprendido que cosechas lo que siembras”. -¿Hay algún personaje de la literatura que te gustaría interpretar?: “De El Perfume de Patrick Süskind me gustaría ser él (Jean-Baptiste Grenouille, asesino serial de olfato superior). ¡Estaría padrísimo! ¡Me gustaría que la historia fuera al revés y que la mujer se dedicase a matar hombres! El problema es que quién sabe si huelan tan rico. Pero, ¡interpretar una asesina serial sería padrísimo! -Cualquier papel te resulta interesante: “No hay personaje que me disguste, todos son un reto y si no me gusta con mayor razón. Podría hacerlo sin ganas, cumpliendo, pero no; lo padre es que salga mejor que los que me gustan”. -Critica a quienes, sin formación ni compromiso, incursionan en las telenovelas: “Más que una cuestión de actuación, es una cuestión de disciplina; yo creo que cualquier persona que se prepare bien, podrá actuar… ¡Siempre y cuando se prepare!”, enfatiza la frase. “Es una cuestión de disciplina, porque muchos de los actores, que no tienen la formación de sudar cada gota en la escuela, regularmente llegan tarde y no hay nada peor que un actor irresponsable. Es desgastante trabajar con ese tipo de gente. -“El productor de Mujer comprada, Rafael Urióstegui, quien es el mismo de esa novela, cuando me dio mi primer protagónico me dijo ‘no te la creas, porque cuando te la crees dejas de trabajar. Cuando no te la crees sigues trabajando para tener un lugar y ser alguien’”. -Para concluir se describe: “Soy una mujer muy sencilla, me gusta mucho la comida, ver películas, me gusta leer pero a veces no tengo tiempo y dejo libros inconclusos”. <strong>134</strong>-<strong>definitivo</strong>.<strong>indd</strong> 4 <strong>12</strong>/<strong>22</strong>/<strong>10</strong> 7:<strong>17</strong>:28 <strong>PM</strong>
POr PatriCiO COrtés FOtOgraFía De ezequiel trejO Yo estaba decidida a estudiar medicina, en mi familia hay muchos médicos y es algo que me gusta mucho. Mi papá es veterinario y, desde chiquita, si tenía cirugía, yo iba con él. Y si no me llenaba los guantes de sangre, enojada le decía: ‘¡es que no me dejas ayudarte!’ Quería ser neuróloga y, justamente en sexto de prepa, Cuando debía escoger mi área, yo estaba en químico- biológicas, un día antes de entrar a clases, en mi cama, dándole vueltas a las cosas me dije ‘yo no quiero ser doctora, yo quiero estudiar actuación’. P E R S O N A E v 5 <strong>134</strong>-<strong>definitivo</strong>.<strong>indd</strong> 5 <strong>12</strong>/<strong>22</strong>/<strong>10</strong> 7:<strong>17</strong>:30 <strong>PM</strong>
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