¡Un buen comienzo! - Descentraliza Drogas

También en esta fase, nada hay como un toque personal. Utilice sus contactos
personales para que se le abran puertas y aliente a los dirigentes de la comunidad a
que participen (por ejemplo, organizaciones religiosas, grupos de mujeres u
organizaciones de jóvenes y padres). Si consigue que los dirigentes de esos grupos
apoyen personalmente su labor, ellos podrán movilizar a los jóvenes y padres de sus
propias organizaciones para que apoyen el proyecto y, cosa igualmente importante,
puede que consiga que otros grupos clave también lo apoyen. Un asociado local de
Tailandia obtuvo la cooperación del director de la subregión, el jefe de la aldea y los
dirigentes de la comunidad presentándoles una propuesta en su reunión mensual.
En estos actos es de importancia decisiva que aborde a los posibles asociados demostrándoles
que la colaboración puede ser beneficiosa para ambos. Será más fácil lograr la
colaboración de distintos grupos si demuestra que está dispuesto a compartir las oportunidades
y el control del proyecto. Intente comprender el punto de vista de sus asociados
y trate de no tomar partido si surge alguna discrepancia. Tal vez se merme el interés de
otros en participar si usted y su organización se dan demasiada importancia o si participan
en luchas por el poder o hacen promesas vanas. Evite también transmitir un mensaje
que excluya a otros interesados, como por ejemplo: “ustedes llevan bastante tiempo
trabajando en esta comunidad, pero ahora nosotros les diremos lo que hay que hacer”.
Una buena forma de iniciar la planificación consiste en celebrar reuniones de consulta
o de intercambio de ideas (tal vez aprovechando un acto social) en las que estén
representados muchos jóvenes. Para garantizar el éxito de las reuniones de planificación
es necesario prepararlas. Esto puede incluir enviar invitaciones, ir de comunidad en
comunidad a fin de informar a todos de los actos programados y del lugar en que se
celebrarán y enviar recordatorios para garantizar una nutrida asistencia.
A partir de las ideas que generen las reuniones, el personal del proyecto puede preparar
un borrador de propuesta y distribuirlo a todos los que hayan participado. Nuestros
asociados en Lang Ha (Viet Nam) encontraron que “la difusión y el análisis de la
propuesta contribuyeron a acercar puntos de vista y a crear un mayor consenso entre
los grupos”. Su reacción le puede ayudar a comprender mejor las posibilidades.
Animar a una comunidad a que se movilice en apoyo del proyecto exige mucho trabajo
y mucho tesón. Como dijo un asociado local de Filipinas durante nuestros debates:
“Hay que hacer mucho trabajo de seguimiento porque la gente se olvida e, incluso con
los recordatorios, ¡se olvidan!” Cuando sí respondan a su invitación a participar, vea la
forma de darles las gracias públicamente, incluso si su contribución parece pequeña
(como comentó otro asociado local filipino, “Los dirigentes jóvenes se pagan ellos
mismos el transporte, lo que, bien mirado, no es poco”).
Al iniciar la fase de planificación, usted consideró si no sería más lógico combinar su
proyecto con otros programas existentes. Llegado este punto, tal vez tenga usted que
tomar una decisión al respecto. Planificar un proyecto rara vez es fácil, pero lograr que
otros participen en el proceso es aún más difícil. Sin embargo, los frutos de este
método son evidentes: un valioso apoyo en especie, más posibilidades de ser eficaz y
un proyecto que es mucho más probable que resulte sostenible a largo plazo.
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