Baja el Cuento - Cuentos de Federico
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C U E N T O S PA R A E N T R E T E N E R E L A L M A<br />
almacén don<strong>de</strong> se guardaba la mercancía. Pensó que algunas <strong>de</strong><br />
estas piezas estarían comunicadas con uno <strong>de</strong> los patios <strong>de</strong> la casa<br />
contigua al almacén. En efecto, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> recorrer varias<br />
habitaciones llegó a un patio, pero éste no llegaba a la casa sino que<br />
salía a una calle.<br />
La mañana estaba d<strong>el</strong>iciosa. Se respiraba un aire puro y los<br />
rayos <strong>de</strong> un sol invernal bañaban tímidamente <strong>el</strong> pavimento a través<br />
<strong>de</strong> las ramas <strong>de</strong>snudas <strong>de</strong> los árboles.<br />
Consu<strong>el</strong>o corrió por esa calle, no recta sino ondulante, entre<br />
prados <strong>de</strong> flores bien cuidados y limitados por sutiles barandas con<br />
barrotes verticales. Solamente se oía <strong>el</strong> ruido <strong>de</strong> sus pisadas.<br />
En uno <strong>de</strong> los prados divisó unos hombrecitos vestidos con<br />
llamativos colores. Eran estatuas no mayores que un metro y medio.<br />
Parecían jinetes <strong>de</strong> caballos <strong>de</strong> carrera.<br />
Más allá había una hilera <strong>de</strong> casas <strong>de</strong> un piso con alargadas<br />
ventanillas y gran<strong>de</strong>s aleros que se inclinaban a la calle silenciosa<br />
por don<strong>de</strong> corría la niña.<br />
En medio <strong>de</strong> la calle, crecían cinco gran<strong>de</strong>s árboles <strong>de</strong><br />
diferentes especies.<br />
Todo esto parece un barrio chino -pensó. Por la calle<br />
solamente pue<strong>de</strong> transitar gente a pie o en bicicleta porque un<br />
vehículo no podría avanzar <strong>de</strong>bido a los árboles que se interponen al<br />
medio.<br />
Y continuó corriendo más presurosa porque tuvo miedo <strong>de</strong><br />
este solitario y misterioso ambiente.<br />
Lo que la ro<strong>de</strong>aba era completamente distinto al pueblo.<br />
-Debe <strong>de</strong> ser un pueblo mágico - se dijo.<br />
Mientras corría se dio cuenta <strong>de</strong> que había recuperado<br />
totalmente sus fuerzas.<br />
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