Baja el Cuento - Cuentos de Federico
Baja el Cuento - Cuentos de Federico
Baja el Cuento - Cuentos de Federico
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
C O N S U E L O<br />
O L A V E N G A N Z A D E L O S Z O R Z A L E S<br />
Miró al anciano y le hizo una pregunta que <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>naría un<br />
extraño diálogo, repetitivo y cacofónico.<br />
-¿Usted sabe a qué hora pasa <strong>el</strong> tren?<br />
-Está por pasar- respondió <strong>el</strong> anciano, mirando su r<strong>el</strong>oj-<br />
habitualmente pasa a las quince treinta o veinte para las cuatro, y si<br />
no pasa a esa hora es porque algo le ha pasado.<br />
-¿Qué cosa?- preguntó Consu<strong>el</strong>o.<br />
-El tren.<br />
-¿Le ha pasado algo?<br />
-No, no ha pasado.<br />
-¿Sabe qué?<br />
-Qué le pasa.<br />
-Creo que no va a pasar, mejor me voy a ir en omnibus.<br />
-No, no se vaya -replicó <strong>el</strong> viejo-. Ahí viene.<br />
De pronto sucedió lo que la abu<strong>el</strong>a le había previsto; venía un<br />
tren por una vía y <strong>el</strong> otro por la vía opuesta y los dos se <strong>de</strong>tuvieron en<br />
la estación. Consu<strong>el</strong>o se subió al que iba a Quilpué y se sentó al lado<br />
<strong>de</strong> la ventanilla. Entonces <strong>el</strong> tren partió lentamente y fue alcanzando<br />
cada vez más v<strong>el</strong>ocidad.<br />
El otro tren que estaba al lado <strong>de</strong>sapareció y la niña se dio<br />
cuenta <strong>de</strong> que aún no se había movido <strong>de</strong> la estación. Había sido una<br />
ilusión óptica. El que se había movido era <strong>el</strong> otro tren y no <strong>el</strong> <strong>de</strong> <strong>el</strong>la.<br />
Esto la <strong>de</strong>jó pensativa. Cuántas cosas que nos ocurren en la vida, no<br />
son reales sino un producto <strong>de</strong> nuestra imaginación -se dijo-. Pero lo<br />
que no se daba cuenta era que, en esos instantes, a partir <strong>de</strong> esa<br />
ilusión óptica, la niña iba a tener extrañas y asombrosas aventuras<br />
creadas con <strong>el</strong> mismo mecanismo que lo sucedido con los trenes.<br />
Se oyó un silbato, se cerraron las puertas y ahora sí, <strong>el</strong> tren se <strong>de</strong>slizó<br />
suavemente sobre los ri<strong>el</strong>es rumbo a ¿dón<strong>de</strong>?<br />
5