Baja el Cuento - Cuentos de Federico
Baja el Cuento - Cuentos de Federico
Baja el Cuento - Cuentos de Federico
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
C U E N T O S PA R A E N T R E T E N E R E L A L M A<br />
colgaban secos, en sartas y por su penetrante olor dominaban <strong>el</strong><br />
ambiente.<br />
Todo tenía olor a piure. Hasta los chilotes y sus gruesos<br />
chalecos <strong>de</strong> lana.<br />
Las mujeres vestían <strong>de</strong> negro y usaban pañu<strong>el</strong>os para cubrirse<br />
la cabeza.<br />
-¡Qué lindo sería pintar todo esto! -exclamó Consu<strong>el</strong>o.<br />
-Algún día alguien lo pintará. Será un pintor famoso y una<br />
calle por aquí llevará su nombre -contestó al abu<strong>el</strong>o.<br />
Esa tar<strong>de</strong> atravesaron en bote <strong>el</strong> pequeño trecho <strong>de</strong> mar que<br />
había entre la caleta <strong>de</strong> Ang<strong>el</strong>mó y la isla Tenglo.<br />
Allí, <strong>el</strong> abu<strong>el</strong>o y la comparsa d<strong>el</strong> circo caminaron por la playa<br />
<strong>de</strong> arena casi negra. Se dirigieron a unos restaurantes que estaban al<br />
aire libre.<br />
Iban a servirse un curanto.<br />
Habían cavado un gran hoyo en la arena y lo cubrieron con<br />
piedras. Echaron leña y le prendieron fuego. Después <strong>de</strong> un rato, las<br />
piedras se veían blancas <strong>de</strong> lo calientes que estaban. Sacaron las<br />
cenizas y echaron cholgas, choros, jaivas, carne <strong>de</strong> chancho, presas<br />
<strong>de</strong> pollo, papas y pescado. Todo esto lo iban colocando en capas<br />
separadas por gran<strong>de</strong>s hojas <strong>de</strong> una planta que crecía en la orilla d<strong>el</strong><br />
bosque. La planta se llamaba nalca o pangue. Finalmente, <strong>de</strong>spués<br />
<strong>de</strong> tapar <strong>el</strong> hoyo con la última capa <strong>de</strong> estas hojas, echaron arena y se<br />
esperó a que la comida enterrada se cociera.<br />
Consu<strong>el</strong>o veía salir humo blanco <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la arena don<strong>de</strong> estaba<br />
<strong>el</strong> hoyo y no se imaginaba cómo se iba a cocinar todo aqu<strong>el</strong>lo si no<br />
había fuego a<strong>de</strong>ntro.<br />
Pero se coció con <strong>el</strong> calor <strong>de</strong> las piedras, y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> un<br />
tiempo se <strong>de</strong>stapó <strong>el</strong> hoyo, se sacó la comida y se sirvió en platos. Su<br />
58