Contenido Revista Judicial Edicion 2 - Rama Judicial

Por eso, un postulado que hoy proclamamos consiste en
que nuestra democracia debe garantizar el funcionamiento
independiente, accesible y efi caz de la justicia, con lo cual
indiscutiblemente se le introduce uno de los más fuertes
factores de legitimidad al sistema político.
De otra parte, bueno es recordar que el tema de la paz en
nuestro país constituye un fi n primordial que incorpora la
Carta Política desde su preámbulo y se encuentra reconocido
como derecho fundamental. Siempre ha estado presente
en las discusiones sostenidas en las esferas más elevadas y
ha sido el detonante de las guerras políticas y jurídicas más
recias que recuerdan los anales de nuestra historia.
En lo relacionado con Justicia y Paz , Rama Judicial del Poder
Público, a través de la Corte Suprema de Justicia, del Consejo
Superior de la Judicatura y de la Corte Constitucional,
jugó un trascendental papel, reiterando la necesidad de que
los integrantes de estos grupos armados, al margen de la
ley, sean enjuiciados y juzgados, con la legitimidad que ofrecen
las instituciones constitucionalmente creadas para tal
fi n y bajo el procedimiento penal oral vigente ya en más de
la mitad de los Distritos Judiciales del país que resulta ágil y
expedito, de gran claridad jurídica y genera confi anza ante
la opinión pública, nacional e internacional.
Es apenas lógico, natural y obvio que la ley de Justicia y Paz
suscitara un gran debate nacional e internacionalmente, por
cuanto modifi có algunos aspectos relativos a las competencias
en materia penal y creó, dentro de la jurisdicción ordinaria,
unas Salas Especializadas para los Tribunales Superiores.
No obstante lo anterior, el hecho de que dichas variaciones
se hayan realizado acudiendo a un consenso nacional, con
la previa aquiescencia de la misma Corte Suprema de Justi-
Alto Comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo,
recibe armas de grupos armados ilegales.
“ Durante siglos, en la historia
de la humanidad, la justicia no se asoció
con procesos de paz.
No obstante, hoy la comunidad nacional
e internacional se rasgan
las vestiduras y exigen que la justicia
funcione para sancionar a los criminales” .
cia, cuya Sala de Casación Penal actúa como juez de segunda
instancia, hace que estas se vean fortalecidas y legitimadas.
La Sala Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura
desempeñó un papel preponderante, en atención a las
competencias que le corresponden según la mencionada
Ley 975 de 2005. Esta Ley le asignó funciones tan relevantes,
que en su desarrollo se crearon las Salas de Justicia y
Paz en los Distritos Judiciales de Bogotá y Barranquilla y se
les fi jó su competencia territorial, a la primera en el centro
y sur del país, y a la segunda en la región norte. También se
determinó el número de Magistrados de dichas Salas, integradas
respectivamente por cuatro juristas, uno para que
ejerza la función de control de garantías y tres para el juzgamiento.
Además, después de una convocatoria pública y
transparente, evaluó las hojas de vida de los 840 aspirantes
a ocupar las Magistraturas y seleccionó 96 ciudadanos que
conformaron 8 listas de elegibles de 12 miembros cada una,
las cuales se remitieron a la Sala Plena de la Corte Suprema
de Justicia, que eligió democráticamente ocho Magistrados
para las Salas de Justicia y Paz de los Tribunales Superiores
Armas entregadas por desmovilizados Noviembre de las Autodefensas.
2006 Revista Judicial 31