"Ciudadanía y clase social". - Reis - Revista Española de ...
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THOMAS HUMPHREY MARSHALL<br />
pios métodos especiales <strong>de</strong> investigación y análisis. Eligió <strong>de</strong>liberadamente un<br />
camino muy diferente <strong>de</strong>l que siguieron Adam Smith y John Stuart Mill, y el<br />
espíritu que guió su elección se manifiesta en la conferencia inaugural que<br />
dictó aquí en Cambridge en 1885. Hablando <strong>de</strong> la fe <strong>de</strong> Comte en una ciencia<br />
social unificada, dijo: «No hay duda que la economía existente encontraría con<br />
mucho gusto refugio bajo su ala. Pero no existe y no hay signos <strong>de</strong> que vaya a<br />
nacer. No tiene sentido esperarla indolentemente. Tenemos que hacer todo lo<br />
posible con nuestros recursos actuales» 2 . Por ello <strong>de</strong>fendía la autonomía y la<br />
superioridad <strong>de</strong>l método económico, superioridad <strong>de</strong>bida principalmente a su<br />
uso <strong>de</strong>l rasero <strong>de</strong>l dinero, que «es con mucho una medición <strong>de</strong> motivos tan<br />
inmejorable que ninguna otra pue<strong>de</strong> competir con ella 3 .<br />
Como bien se sabe, Marshall fue un i<strong>de</strong>alista; tanto que Keynes dijo <strong>de</strong> él<br />
que «estaba <strong>de</strong>masiado ansioso <strong>de</strong> hacer el bien» 4 . Lo último que quisiera hacer<br />
sería reivindicarle para la sociología bajo ese concepto. Es cierto que algunos<br />
sociólogos han caído igualmente bajo el influjo <strong>de</strong> esa benevolencia, frecuentemente<br />
en <strong>de</strong>trimento <strong>de</strong> su trabajo intelectual, pero me niego a distinguir al<br />
economista <strong>de</strong>l sociólogo diciendo que el uno está guiado por su cabeza mientras<br />
que el otro se mueve por su corazón. Porque todo sociólogo honesto, al<br />
igual que todo economista honesto, sabe que la elección <strong>de</strong> fines o i<strong>de</strong>ales está<br />
fuera <strong>de</strong>l campo <strong>de</strong> la ciencia social y <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l <strong>de</strong> la filosofía social. Pero el<br />
i<strong>de</strong>alismo hizo que Marshall <strong>de</strong>seara fervientemente poner la economía al servicio<br />
<strong>de</strong> la política, usándola —como se pue<strong>de</strong> usar legítimamente la ciencia—<br />
para sacar a la luz la naturaleza y el contenido completo <strong>de</strong> los problemas que<br />
afronta la política y para sopesar la eficacia relativa <strong>de</strong> distintos medios alternativos<br />
para el logro <strong>de</strong> unos <strong>de</strong>terminados fines. Y se percató <strong>de</strong> que, incluso<br />
cuando se trataba <strong>de</strong> problemas que nadie dudaría en calificar <strong>de</strong> económicos,<br />
la economía por sí sola no era totalmente capaz <strong>de</strong> prestar estos dos servicios.<br />
Porque implican la consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> fuerzas sociales que están inmunizadas<br />
frente al ataque <strong>de</strong> las cintas métricas <strong>de</strong> los economistas, tanto como lo estaba<br />
la bola <strong>de</strong>l croquet respecto a los golpes que Alicia intentó dar en vano con la<br />
cabeza <strong>de</strong> su flamenco. Probablemente por este motivo, Marshall sintió a veces<br />
una <strong>de</strong>cepción bastante poco justificada respecto a sus logros, llegando incluso<br />
a <strong>de</strong>cir que sentía haberse <strong>de</strong>cantado por la economía y no por la psicología,<br />
una ciencia que le podría haber acercado más al nervio <strong>de</strong> la sociedad y<br />
le podría haber dado una comprensión más profunda <strong>de</strong> las aspiraciones<br />
humanas.<br />
No sería difícil citar muchos pasajes en los que Marshall no podía evitar<br />
hablar <strong>de</strong> esos factores esquivos <strong>de</strong> cuya importancia estaba firmemente convencido,<br />
pero prefiero centrar mi atención en un ensayo cuyo tema se aproxima<br />
mucho al que he elegido para estas conferencias. Es un trabajo que presen-<br />
2 A. C. PIGOU (ed.), Memorials of Alfred Marshall, p. 164.<br />
3 Ibid., p. 158.<br />
4 Ibid., p. 37.<br />
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