Descargar (1 de 2) - IES Canarias Cabrera Pinto
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sobre su industriosa isla <strong>de</strong> La Palma, el turrón <strong>de</strong> Alicante,<br />
los encajes <strong>de</strong> Almagro, o los mostachones <strong>de</strong> Utrera. Don<br />
Adolfo se ocupaba en mostrarnos el producto industrial<br />
que hacía célebre a cada provincia o pueblo español más<br />
<strong>de</strong>stacado, así que por un resorte nemotécnico, cuando he<br />
ido a Almagro, al maravilloso Almagro, y veo a sus encajeras,<br />
que todavía existen, recuerdo a mi buen Don Adolfo; el<br />
turrón, con la pru<strong>de</strong>ncia que el colesterol impone, afecto al<br />
luminoso Alicante, me recordaba, así mismo, al viejo profesor,<br />
en los primeros años que iba a Alicante, lugar que he<br />
frecuentado mucho hace tiempo. A Utrera no he ido y no sé<br />
cómo sabrán sus mostachones.<br />
Asistía con mis compañeros <strong>de</strong> curso al acto <strong>de</strong> apertura,<br />
el primero o el dos <strong>de</strong> octubre, en el que los aplicaditos<br />
recogíamos nuestros diplomas. Entonces las fechas eran<br />
precisas; tras la apertura comenzaba el curso y terminaba<br />
éste hacia el 20 <strong>de</strong> mayo. Conservo todos los talones, como<br />
entonces se llamaban las papeletas, con las calificaciones<br />
en las asignaturas <strong>de</strong> los seis cursos, firmadas por nuestros<br />
profesores; la fecha más tardía es la <strong>de</strong> 27 <strong>de</strong> mayo. Recuerdo,<br />
al asistir en octubre <strong>de</strong> 1925 o <strong>de</strong> 1926 [ya Don<br />
Adolfo en Sevilla], al ritual acto <strong>de</strong> apertura, entonces muy<br />
solemne, unas emocionadas palabras <strong>de</strong>l rector <strong>de</strong> la<br />
Sección Universitaria, a quien llamaban «el magnífico»<br />
antes <strong>de</strong> que los rectores tuvieran semejante título. El señor<br />
<strong>de</strong> Orúe comenzó así: En un oscuro rincón sevillano, alguien<br />
recordará con nostalgia el día <strong>de</strong> hoy... Y aunque éramos<br />
muy jóvenes, creo que todos nos conmovimos ante la<br />
evocación que el «magnífico» hizo <strong>de</strong> nuestro profesor.<br />
Una vez jubilado se marchó Don Adolfo con su señora a<br />
Sevilla, don<strong>de</strong> había estudiado Filosofía y Letras. En un trabajo<br />
<strong>de</strong> José <strong>de</strong> las Casas Pérez, publicado en este diario el<br />
EL INSTITUTO DE CANARIAS EN LA MEMORIA DE UNA ANTIGUA ALUMNA<br />
ADOLFO CABRERA PINTO Y PÉREZ