LIBRO. Mujeres haciendo la historia - Alpaca Producciones
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Y en el colegio cuando ya tenía 14 años ya no podía seguir más porque allá son 8 años,<br />
grados, empiezas a los 6 y terminas a los 14, si repetís un año entre medio ya no podes<br />
terminar el primario y yo como faltaba tanto…repetí creo que segundo, sé que termine<br />
en quinto grado pero no lo termine, así que yo todo lo que sé, lo aprendí acá con mis<br />
hijos porque estudiábamos juntos…por ahí me decían “Mami, me dio <strong>la</strong> maestra esto y<br />
no esta, no lo encuentro” entonces yo les decía “vamos a buscarlo, si te lo dio es porque<br />
está” y yo era muy buena en matemáticas y geografía, eso me encantaba, porque me<br />
gusta conocer el mundo.<br />
“Si yo hubiera estado ahí, también me pasaba”<br />
De allá, de Europa, recuerdo que era una época que era mucha miseria. Mi tía hervía<br />
una ol<strong>la</strong> de papas con cáscara a <strong>la</strong> noche y nos daban a los chicos a cada uno una papa<br />
porque si <strong>la</strong> pe<strong>la</strong>ba se desperdiciaba mucho entonces pelábamos nada más el “ollijito”<br />
sin sal sin nada comíamos eso e íbamos a dormir. Era <strong>la</strong> cena, porque en casa éramos<br />
muchos. Estaba un tío con cinco hijos, una tía con cuatro, y yo y <strong>la</strong>s personas grandes,<br />
entonces no había p<strong>la</strong>ta que alcance.<br />
Era mi tío que trabajaba y no le daban en el trabajo efectivo porque era ex – Austria ahí,<br />
donde nací yo, porque nací en Trieste y nos decían “los italianos shavi” y siempre<br />
estábamos así rezagados A nuestra gente no le daban trabajo en efectivo, hacían<br />
changas, pero estábamos en Italia porque antes era Austria en <strong>la</strong> época de <strong>la</strong> guerra del<br />
‘14 pero de ahí en ade<strong>la</strong>nte era Italia, <strong>la</strong> provincia Venezia Giulia, así que <strong>la</strong> jubi<strong>la</strong>ción<br />
de mi abuelo y <strong>la</strong>s changas de mi tío era todo lo que entraba a <strong>la</strong> casa. Y como nosotros<br />
era mucha gente igual (suspiro).<br />
Así que cuando yo vine acá tenía, gracias a Dios, de todo. Después me casé, tengo 3<br />
hijos, que se llevan muy bien, eso es muy importante, nueve nietos, siete bisnietos,<br />
ahora vienen mellizos, así que van a ser 9 también, así que… qué más pretendo, yo me<br />
siento feliz, mi esposo falleció hace 32 años y nunca encontré uno como él para volver a<br />
formar pareja, porque siempre buscaba algo parecido a él y no hay (ríe), entonces quedé<br />
so<strong>la</strong> pero como tengo familia tan linda, yo me siento bárbara.<br />
(En Italia) había una montaña que yo siempre decía que era mi montaña (me<strong>la</strong>ncólica),<br />
arriba en <strong>la</strong> punta tenía una iglesia derrumbada de san Urbano. Me sentaba ahí, podía<br />
estar horas mirando todo alrededor porque se veía lejos, había una cruz hecha toda de<br />
piedra tal<strong>la</strong>da con fechas alrededor, cuando era tiempo c<strong>la</strong>ro se veía hasta el mar de<br />
Trieste. Ese era un pueblito donde vivía mi abuelo y yo vivía con mi abuelo cuando mi<br />
madre se vino y <strong>la</strong> alegría mía era subir a esa montaña y después una noche estábamos<br />
en casa y detrás de una colina que teníamos con todos pinos apareció como una aureo<strong>la</strong><br />
boreal pero no era. (Muestra con gestos) Empezaba a subir, subir, subir, subir, subir,<br />
rojo como si fuera un incendio grande, todos fuimos a mirar qué era eso , era a <strong>la</strong>s 8 de<br />
<strong>la</strong> noche cuando ya nos íbamos y empezó otra vez, a <strong>la</strong>s 8 y media otra vez y a <strong>la</strong>s nueve<br />
otra vez. Y yo cuando lo contaba acá alguno me decía “no eso es una estupidez, era una<br />
aureo<strong>la</strong> boreal” y qué sé yo. Un día estaba mirando el programa de Mirta Legrand y<br />
estaba un señor mayor que estaba hab<strong>la</strong>ndo de ese caso. A mí me agarró un frío por el<br />
cuerpo, “entonces <strong>la</strong> loca no soy yo” “no soy yo <strong>la</strong> loca” “era cierto”, pensé (ríe).<br />
L<strong>la</strong>maban de toda Europa a ver donde estaba ese gran incendio porque era como si fuera<br />
un incendio y entonces <strong>la</strong> gente decía que era un mal augurio, un presagio de algo muy<br />
grave y era <strong>la</strong> guerra que se estaba avecinando, decía que siempre que parece algo raro<br />
así como un cometa, es un presagio malo, así que fue después <strong>la</strong> guerra, y mis amigas<br />
que íbamos juntas al colegio murieron casi todas ahí. Yo digo si yo hubiera estado ahí,<br />
también me pasaba.<br />
“¿Yo que iba a hacer allá?”<br />
Una (amiga) que se l<strong>la</strong>maba Luisa habían ido a buscar comida con mochi<strong>la</strong>s no sé en<br />
qué lugar y tenían que cruzar una montaña de piedras, y los militares alemanes los<br />
estaban esperando estaban escondidos todos ahí atrás. Entonces el<strong>la</strong> dijo “ustedes estén