LIBRO. Mujeres haciendo la historia - Alpaca Producciones
LIBRO. Mujeres haciendo la historia - Alpaca Producciones
LIBRO. Mujeres haciendo la historia - Alpaca Producciones
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
yo antes” le decía, “No, me corresponde a mi que soy mayor, lo único que no quiero<br />
sufrir, quiero irme rápido”. Y a <strong>la</strong> noche se fue.<br />
Después con <strong>la</strong> familia, con los hijos, siempre estuve bien. Bien… aunque<br />
económicamente no… Íbamos tirando, pero no nos faltaba, porque mi marido siempre<br />
trabajó, y después cuando entró a trabajar al P<strong>la</strong>za Hotel tenía un buen sueldo, y<br />
vivíamos. Hicimos <strong>la</strong> casa, y después cuando estaba por jubi<strong>la</strong>rse yo con Silvana (su<br />
nieta) íbamos un día, <strong>la</strong> llevaba de <strong>la</strong> mano y vimos un terreno que tenía el cartel que se<br />
vendía, un terreno grande grande, porque mi marido cuando estaba de vacaciones<br />
siempre estaba con <strong>la</strong> tijera y cortaba todas <strong>la</strong>s p<strong>la</strong>ntas. Y yo digo “allá va a tener<br />
terreno grande, va a tener lugar para entretenerse”. Bueno fui a casa y le digo “viejo,<br />
que te parece si compramos ese terreno?” “pero como lo vas a pagar” dice, “cómpralo<br />
pero ponlo a tu nombre, yo no quiero saber nada”, pero el tenía que firmar también... “Y<br />
como lo vas a pagar?” Y mirá, hice tantas cosas más difíciles, voy a hacer eso también”.<br />
Era para pagar <strong>la</strong> mitad en contado y mitad en dos años, y en un año lo pagué.<br />
Empezamos a edificar y cuando estaba puesto el techo, falleció mi marido.<br />
“Una vez l<strong>la</strong>ma vos, otra vez l<strong>la</strong>mo yo”<br />
Mi nieto (en un viaje a Italia) filmó por dentro <strong>la</strong> que era mi casa en Italia. No había<br />
nadie, el pueblo todo abandonado, no hay casas, una que otra casita por ahí entre los<br />
árboles, todo abandonado. Los viejos se han muerto los jóvenes se fueron o murieron en<br />
<strong>la</strong> guerra. No hay gente. Y mi nieto filmó <strong>la</strong> mesa que amasaba el pan mi nonno...mi<br />
abue<strong>la</strong>, era una mesa así, que abajo tiene una batea y amasaban adentro y cuando tenían<br />
que hacer el pan daban vuelta <strong>la</strong> tapa y del otro <strong>la</strong>do estaba <strong>la</strong> tab<strong>la</strong> de amasar y <strong>la</strong><br />
levantaron y todo para filmar<strong>la</strong> y <strong>la</strong> escalera que iba para el primer piso que yo lo hacía<br />
siempre con los ojos cerrados. Tenía terror yo (ríe). Se ve también que <strong>la</strong> casa fue<br />
bombardeada porque <strong>la</strong> mitad de <strong>la</strong> casa para arriba está hecha nueva. Después el<br />
establo donde tenía chanchos también está hecho a nuevo.<br />
Y encontró uno con el nombre nuestro. Debe ser algún hijo de algún primo mío, no sé.<br />
Le dio <strong>la</strong> dirección para que yo le escriba, pero yo en esloveno no sé escribir más, ni<br />
hab<strong>la</strong>r... alguna que otra pa<strong>la</strong>bra, por ahí si escucho hab<strong>la</strong>r lo entiendo, pero al no hab<strong>la</strong>r<br />
se pierde viste... porque uno tiene que practicar <strong>la</strong>s cosas para que te queden. Por ahí<br />
estoy 15 días, un mes, con alguna persona que hable y me vuelve a surgir de nuevo<br />
afuera. Pero así no. Y en checoslovaco aprendí con mi marido, incluso yo le corregía <strong>la</strong>s<br />
cartas cuando el escribía a Europa yo le decía “acá escribiste mal” así que...son cosas de<br />
<strong>la</strong> vida que le pasa a uno que no se sabe porque, es el destino de cada uno y hay que<br />
seguir ade<strong>la</strong>nte.<br />
Pero yo tengo primos que no tenemos re<strong>la</strong>ciones, nada más con una prima que nos<br />
hab<strong>la</strong>mos por teléfono...decimos “una vez l<strong>la</strong>mamos, otra l<strong>la</strong>mo yo”. Porque el<strong>la</strong><br />
consiguió mi dirección de casualidad.<br />
“Este país para mí, es mío”<br />
Hay gente que se queja, porque yo siento algunos que dicen “me avergüenzo de ser<br />
argentino”, y yo les escupiría en <strong>la</strong> cara, porque no saben como están, no conocen otros<br />
<strong>la</strong>dos, se creen que en otro <strong>la</strong>do van a vivir gratis, pero no, desde que el mundo es<br />
mundo hay que trabajar para vivir, para comer, si no trabajas no hay nada.<br />
Entonces, yo para mí, este país, yo aprecio donde nací y todo… pero este país para mí<br />
es mío, porque yo lo adopté. Tengo mis hijos acá, tengo todo acá, y después lo conocí<br />
de punta a punta, es tan hermoso... La gente se queja pero no sabe; se queja de lleno.<br />
Yo, mira, siempre que puedo ayudo a alguno de mis hijos. No tengo mucho, pero<br />
gracias a Dios tengo mi casa, bien puesta, una casa de familia, no es gran cosa, y tengo<br />
jubi<strong>la</strong>ción y pensión, y siempre me sobra, y por ahí viene alguno: “Y, tengo que hacer<br />
esto, lo otro” yo agarro mis ahorros, lo que guardo y “toma”.<br />
Acá estoy bien, con <strong>la</strong> familia grande que tengo me siento feliz, me siento realizada.