LIBRO. Mujeres haciendo la historia - Alpaca Producciones

La migración del post-guerra es diferente a la del antes de la guerra, porque antes vino
gente muy pobre y muy emprendedora. Otros no tan pobres, pero vino un contingente
muy emprendedor que hizo muchísimo por el país. Otros que vinieron y se escaparon,
probablemente. Otros vinieron pensando que acá se iban a encontrar no sé qué cosa. La
del después de la guerra es una migración más calificada. Es más de profesionales, de
gente más estudiada. Muchos de ellos volvieron, otros se quedaron. Pero es
completamente diferente.
La gente (del grupo en el cual trabaja) viene por muchas cosas. Vienen un poco con la
idealización de la América. Vienen porque no tenían trabajo. Vienen porque les pagaron
el pasaje y dijeron bueno vamos a la aventura y cuando llegaron acá se encontraron con
que tenían que trabajar mucho y algunas cosas no las tenían como ellos pensaron.
Algunos salieron de eso y otros se quedaron o no lograron superar ciertas cuestiones.
Lograron salir de un lugar de pobreza pero después perdieron todo, otra vez. Eso para
ellos es el destino, entonces están mal, están resentidos o muchos están enfermos.
Salieron de una situación indigente y siguen siendo indigentes. Entonces, todo el trabajo
que hicieron, todo el sacrifico que hicieron en dejar todo aquello que les parecía nada.
Ahí tienen la idealización, les parecía nada, les parecía mal y se vinieron para acá. Y
cuando la gente es resentida demanda; demanda que le den, que le hagan, que le
resuelvan. Lo que pasa es que forma parte de la poca elaboración que han tenido con sus
propias migraciones, con su propia migración. Después está en cada uno cómo conserva
la cultura. Si van a las asociaciones de aquí es maravilloso porque conservan las
tradiciones de una manera buenísima. Eso es muy lindo de ver y de vivir.
A mí me parece que hay una “asimilación” y no una “integración”. Para mí integrar es
poner una cosa dentro de algo y donde ese algo pierde algo por tener eso nuevo; en
cambio asimilar es: con lo que está, se agrega. Esa es la diferencia. Para mí no hay
integración, hay solamente asimilación, adaptación.
Siendo psicóloga, yo deduje que es la nostalgia la que te lleva a describir cosas. Porque
ustedes tienen que saber una cosa: toda la gente que habla de la migración siempre
describe sus propias experiencias, les gusta, porque eso es acercarse al país de origen, es
estar un poquito más cerca de eso y no sentir tan de lejos la nostalgia. No es fácil la
experiencia, se extraña mucho.
Si bien Liliana no entra en el estereotipo de los migrantes italianos de post-guerra, esto
no la hace menos migrante. Ella nos muestra la diversidad de experiencias, de
orígenes, de historias de vida que siempre dejan una huella distinta en cada persona.
A cura di Carfora Federico, Gamito Camila, Ghiglione Laura, Malvichini Leticia.
Centro Cultural Italiano
Una experiencia de vida
Esta es la historia de vida de Luciana B., una mujer argentina nacida en Zárate, hija de
italianos, abogada, que trabaja en la Secretaria de Derechos Humanos de la Nación.
Hizo sus estudios en la Escuela italiana “Cristoforo Colombo” y luego su etapa
universitaria en la Universidad de Buenos Aires (UBA) en la carrera de Derecho. Ella
decidió inmigrar hacia Europa más que nada para tomar experiencia de vida. Nos
contará aquí sus orígenes y cosas que le han pasado a lo largo de su estadía en
Europa. Vivió 4 años en Roma.