Nº62 - Diciembre 2007 - g4s argentina

Tomando
el control
Gavin Greenwood estudia la lenta pero inexorable tendencia a
conceder licencias en la industria de los servicios de seguridad
en el mundo y la función que cumplen los principales actores.
La industria comercial de los
servicios de seguridad emplea a
millones de personas para cuidar
propiedades, bienes y personas en
todo el mundo. a pesar de las responsabilidades
y los riesgos que representa
dicha actividad, los controles oficiales
de este rubro son casi nulos – muchas
veces inexistentes – a pesar de las
preocupaciones públicas y políticas
sobre la calidad y la naturaleza de los
servicios brindados por algunas de las
empresas privadas de seguridad.
la tendencia mundial de conceder
licencias en la industria de los
servicios de seguridad queda atrás
de la preocupación pública y política
mundial acerca del crecimiento de la
industria, la ubicuidad del personal y
su creciente participación en sectores
antes reservados a la policía u organismos
públicos.
Quizás paradójicamente, el mayor
ímpetu por conceder licencias ha surgido
de la propia industria, debido a
que empresas como g4S han procurado
preservar sus más altos estándares
morales y éticos para que no sean
acaparados por aquellos competidores
menos escrupulosos.
además, la ausencia de leyes
específicas que regulen la protección
comercial de bienes y personas no
permite diferenciar entre los servicios
de una agencia de seguridad y una de
conserjes. la concesión de una licencia
representa, por lo tanto, el reconocimiento
de la función que cumple
la industria de seguridad dentro de
la comunidad y lo importante que es
que su integridad esté protegida.
Sin embargo, los sistemas de licencias
son tan eficaces como su administración
y sus propósitos.
Emitir licencias sin la infraestructura
reglamentaria correspondiente para
monitorear al sector, asegurar que se
cumplan y promover el profesionalismo,
podrían sumarse a los problemas
que deben enfrentar las agencias de
seguridad más importantes.
Una licencia obtenida fácilmente y
un sistema reglamentario mal controlado
podrían fácilmente colocar a
empresas como g4S en una situación
desventajosa al establecer pocos
requisitos para la admisión y no controlar
conductas poco profesionales.
Es más, desde el punto de vista del
cliente, la homologación fácilmente
otorgada a empresas que quizás no
cuentan con experiencia en el negocio
ni ética gerencial podría satisfacer
sus requisitos de admisión sin ofrecer
en verdad los servicios de protección
por los que se las contrata.
En ausencia de estándares internacionalmente
reconocidos que
regulen el establecimiento, la dotación
de personal y entrenamiento de
empresas de seguridad – y la certeza
de que no se implementarán en un
opinionES
futuro cercano – un sistema nacional
de licencias es tan efectivo como la
administración o la autoridad que lo
impone.
¿Quién cuida a los que
nos cuidan?
los movimientos en pos de la
concesión de licencias al personal de
seguridad no armado sólo estuvieron
en auge en la década pasada, mientras
la empresa asumía al menos algunas
de las obligaciones previamente
pertenecientes a las dependencias
estatales o a empleados de empresas
particulares.
En términos generales, los gobiernos
con las economías más avanzadas
han demostrado una tendencia a
exigir algún tipo de licencia, mientras
que los países emergentes han sido
menos específicos o se han basado
en reglamentaciones existentes para
controlar el desarrollo de la seguridad.
incluso esta distinción ha desaparecido
a medida que la economía global
experimentó un cambio masivo
representado por los negocios que se
alejaron de las naciones desarrolladas
en busca de ventajas o mercados
económicos en los países en vías de
desarrollo.
Muchas de estas empresas buscaron,
en el ámbito de la seguridad, un
parámetro similar al de sus países de
origen, en su mayoría sin éxito.
la combinación entre la presión
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