Nº62 - Diciembre 2007 - g4s argentina

estafas
La mayoría de las estafas tienen
dos cosas en común sin importar
quién y en qué parte del
mundo lo estén estafando.
en primer lugar, prometen regalarle
algo: unas vacaciones gratis, un
importante descuento en un nuevo
producto, o la oportunidad de beneficiarse
de alguna otra forma.
en segundo lugar, le piden algo por
adelantado. puede ser el pago de los
“gastos de gestión”, un depósito o
inclusive el monto total del producto
o servicio que Ud. está adquiriendo.
sepárese de su dinero, o de su
compra, y puede que nunca vuelva a
verlos. el problema de todos nosotros
es que identificar a estos estafadores
puede ser muy difícil. ellos son,
por naturaleza, plausibles, persistentes
y agresivos.
Decir “no” no es fácil, en especial
cuando uno cree que hay un tiempo
límite para aceptar la oferta y uno no
quiere perdérsela.
Muchas de estas estafas llegan a
nosotros a través de Internet, por
medio de e-mails no deseados. la
mayoría de nosotros somos concientes
que debemos tener cuidado con
las ofertas electrónicas de personas
o empresas que no conocemos. pero
si se siente verdaderamente tentado,
haga un poco de investigación en
Internet antes de presionar
“aceptar”.
algunos de los peores delincuentes
tienen los sitios de Internet más
atractivos, o distribuyen panfletos
promocionales brillantes hechos por
profesionales para hacernos creer
que son empresas confiables con las
que se puede hacer negocio.
posiblemente, los timadores más
opInIones
Promesas y más promesas
Prácticamente cualquier persona puede ser estafada, pero los vulnerables ancianos corren mayores riesgos.
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exitosos son los que tratan con la
gente cara a cara. son buenos actores
que se fían de nuestra errada
creencia de que podemos distinguir a
un estafador cuando lo vemos. no
utilizan el lenguaje corporal que
esperamos ver en alguien que nos
está mintiendo. Han aprendido a
mirarnos a los ojos, no ponerse nerviosos,
y aparentar interés por que
nos beneficiemos de la oferta que
nos están haciendo.
a menos que seamos escépticos
por naturaleza, antes de darnos
cuenta de lo que estamos haciendo,
ya entregamos el dinero o firmamos
en la línea punteada. la realidad es
que debajo de ese exterior solidario,
late un corazón despiadado y cruel. Y
los peores delincuentes son los que
toman como presas a los ancianos o
a las personas que están pasando por
una situación de pérdida o dolor.
Éste fue el caso en los estados
Unidos, luego de los incendios devastadores
que afectaron tres estados
del sudeste de California en octubre
del año 2007. Una vez extinguidos,
era tarea de los inspectores de la
agencia Federal para el Manejo de
emergencias (FeMa), determinar el
daño provocado a las propiedades
públicas y privadas y preparar informes
con el cálculo de los montos a
indemnizar.
pero no todos los que dijeron ser
inspectores o empleados oficiales
eran realmente quienes decían ser. la
FeMa rápidamente publicó una
advertencia en su pagina web (4 de
noviembre) titulado “no sea victima
otra vez”, advirtiéndole a los habitantes
de California que comprueben la
identidad de toda persona que inten-
te ingresar en su propiedad y que
estén al tanto de las nuevas estafas o
fraudes que puedan aparecer.
“FeMa se dedica a ayudar a aquellas
personas que fueron víctimas de
estos incendios para que puedan
reconstruir sus vidas”, declaró el
coordinador federal de la FeMa Mike
Hall. “es una vergüenza que una persona
se aproveche de las víctimas de
desastres en tiempos en que hay
tanta gente generosa ofreciendo su
ayuda a aquellos que sufren”.
Vergonzoso sí, pero no poco
común, según la experiencia de más
de 100 jubilados españoles. Fueron el
blanco de tres estafadores en la
región de Valencia, vestidos como
trabajadores de servicios públicos
que ofrecían a estos ancianos, un
reintegro de dinero por pago adelantado
de servicios. lo que es peor, les
pagaron, en el momento... y en efectivo.
los estafadores explicaron que
sólo tenían billetes de banco de alta
denominación, por lo que para reintegrarles
€580 les entregaban dos
billetes de €500 “al cliente” y se iban
con €420 libras a cambio. recién
cuando los jubilados fueron al banco
a depositar los billetes descubrieron
que eran falsos. la policía cree que
los estafadores malversaron más de
€50.000 con este fraude.
si quiere cuidarse usted mismo y a
los que lo rodean, en especial los más
ancianos, de todos los tipos de estafas,
le aconsejamos que tenga en
cuenta los siguientes consejos:
• Dude de todo aquel que le haga
una promesa no solicitada que, en
pocas palabras, sea demasiado buena
para ser verdad. ¡lo más probable es