17.05.2013 Views

El delincuente en el Código Maúrtua Manuel G. Abastos Profesor en ...

El delincuente en el Código Maúrtua Manuel G. Abastos Profesor en ...

El delincuente en el Código Maúrtua Manuel G. Abastos Profesor en ...

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Si la pasión y la emoción son distintas ¿a qué se debe <strong>el</strong> que se las haya confundido? Se debe a que<br />

a m<strong>en</strong>udo se produc<strong>en</strong> conjuntam<strong>en</strong>te, están ligadas, derivan de un mismo principio y <strong>en</strong> apari<strong>en</strong>cia<br />

ti<strong>en</strong><strong>en</strong> los mismos efectos.<br />

Es claro que la pasión no exime de la emoción, antes bi<strong>en</strong> predispone a <strong>el</strong>la: la pasión ti<strong>en</strong>e, como la<br />

<strong>en</strong>fermedad crónica, retoños imprevistos que empujan a una forma aguda, esto es, al fracaso de la<br />

emoción: “una pasión de larga duración esta atravesada por accesos de emoción”.<br />

Las emociones son propiam<strong>en</strong>te lo que St<strong>en</strong>dhal llamaba “estados de pasión”. Como la pasión<br />

pres<strong>en</strong>ta siempre estos estados y se manifiesta con estos y por estos, es natural confundirla con<br />

<strong>el</strong>los. “Hay- dice St<strong>en</strong>dhal- pasiones: <strong>el</strong> amor, la v<strong>en</strong>ganza, <strong>el</strong> odio, <strong>el</strong> orgullo, la vanidad, <strong>el</strong> amor a la<br />

gloria; y hay estados de pasión: <strong>el</strong> terror, <strong>el</strong> miedo, la furia, las p<strong>en</strong>as, la alegría, la tristeza, la<br />

inquietud. Yo las llamo estados de pasión porque muchas pasiones difer<strong>en</strong>tes pued<strong>en</strong> hacernos<br />

miedosos, furiosos, ap<strong>en</strong>ados, alegres, etc.” 87 .<br />

Finalm<strong>en</strong>te, aqu<strong>el</strong>lo que distingue la pasión de la emoción no es solam<strong>en</strong>te que la una es durable y la<br />

otra pasajera, sino, (p. 740) sobre todo, que la primera es compleja, atraviesa fases difer<strong>en</strong>tes y<br />

reviste formas variables y aun contrarias; <strong>en</strong> tanto que la segunda es simple y cursa un proceso<br />

invariable. Así se dirá que <strong>el</strong> amor es una pasión, <strong>en</strong> razón no solam<strong>en</strong>te de su duración, sino de su<br />

complejidad, complejidad que resulta de la multiplicidad de s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>tos experim<strong>en</strong>tados por <strong>el</strong><br />

sujeto : esperanza, temor, alegría, tristeza, inquietud, ternura, etc. ; <strong>en</strong> tanto que se llamara a la<br />

m<strong>el</strong>ancolía o mas bi<strong>en</strong> al estado m<strong>el</strong>ancólico, una emoción, pues aun cuando este estado se<br />

prolongue y se haga perman<strong>en</strong>te, no deja de ser por <strong>el</strong>lo un modo simple de reaccionar y de s<strong>en</strong>tir,<br />

pobre de cont<strong>en</strong>ido, siempre semejante a si mismo. Todo es, <strong>en</strong> efecto, para un m<strong>el</strong>ancólico, pretexto<br />

para nuevas crisis de desolación: nada la <strong>el</strong>evara al <strong>en</strong>tusiasmo, ni la cólera, ni con mayor razón, la<br />

alegría. La emoción es, pues, uniforme, <strong>en</strong> tanto que la pasión es proteiforme. 88<br />

Si se busca <strong>el</strong> orig<strong>en</strong> de la emoción y de la pasión, se apreh<strong>en</strong>derá mejor todavía su naturaleza, sus<br />

caracteres propios y distintivos. En tanto que la emoción es un estado realizado, caracterizado por la<br />

susp<strong>en</strong>sión, satisfacción, desadaptación o readaptación de la t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cias, la pasión e una t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia<br />

privilegiada o <strong>el</strong>egida que, destacándose de las demás, se organiza, se impone, devi<strong>en</strong>e <strong>el</strong> c<strong>en</strong>tro de<br />

atracción de todos lo s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>tos y ti<strong>en</strong>de hacia la realización. La una es una fuerza c<strong>en</strong>trifuga; la<br />

otra, una fuerza c<strong>en</strong>trípeta; la una semeja la abulia, la otra la voluntad.<br />

Tanto la emoción como la pasión diverg<strong>en</strong>, parti<strong>en</strong>do de un mismo punto (la inclinación). No puede<br />

confundírs<strong>el</strong>as sino por aqu<strong>el</strong>los que no v<strong>en</strong> a la pasión sino a través de sus manifestaciones<br />

s<strong>en</strong>sibles, de las cuales las emociones son parte, o por aqu<strong>el</strong>los que no v<strong>en</strong> <strong>en</strong> la pasión sino la<br />

viol<strong>en</strong>cia de los s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>tos. <strong>El</strong> error es por lo demás frecu<strong>en</strong>te: es así como grandes emotivos d<strong>el</strong><br />

tipo de Mirabeau, Byron, Chateaubriand, Alfieri, Berlioz, han sido tomados por apasionados. Pero <strong>el</strong>lo<br />

no resiste <strong>el</strong> más leve exam<strong>en</strong>. 89<br />

La pasión es distinta no solam<strong>en</strong>te de la emoción sino también de la inclinación. ¿En qué difiere de la<br />

inclinación? ¿Por naturaleza o gradualm<strong>en</strong>te? Parece que defiere sólo de modo gradual. La pasión es<br />

una inclinación llevada al exceso, que se (p. 741) hace predominante, que subordina a todas las<br />

demás o las excluye. Si <strong>el</strong>la no es una desviación de la naturaleza, <strong>en</strong> f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o patológico, es por lo<br />

m<strong>en</strong>os artificial (artificial <strong>en</strong> <strong>el</strong> s<strong>en</strong>tido de adquirida). ¿Como se forma? puede admitirse que, <strong>en</strong> su<br />

orig<strong>en</strong>, “todas las t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cias exist<strong>en</strong>” <strong>en</strong> <strong>el</strong> hombre normal, que ninguna es impetuosa, que todas se<br />

hallan <strong>en</strong> <strong>el</strong> mismo niv<strong>el</strong> de mediocridad. Pero este equilibrio afectivo no dura, salvo quizá <strong>en</strong> <strong>el</strong> tipo<br />

amorfo, que es contrario al a pasionado. Tan pronto como una o varias t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cias aparec<strong>en</strong> como<br />

mas fuertes que las demás, imprim<strong>en</strong> al individuo una marca o “modalidad afectiva” (mood,<br />

Stimmung), la cual no es todavía pasión, pero constituye “<strong>el</strong> su<strong>el</strong>o <strong>en</strong> <strong>el</strong> cual esta germina”. (Ribot)<br />

En efecto, la pasión <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dida como la ruptura d<strong>el</strong> equilibrio de las t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cias y <strong>el</strong> predominio de una<br />

de <strong>el</strong>las sobre todas las demás, debería ser- <strong>en</strong> un s<strong>en</strong>tido- un hecho accid<strong>en</strong>tal, que <strong>en</strong> rigor podría<br />

muy bi<strong>en</strong> no haberse producido; pero <strong>el</strong>la no deja de ser <strong>en</strong> otro s<strong>en</strong>tido, innata, fatal; la pasión esta<br />

inscrita de antemano <strong>en</strong> <strong>el</strong> temperam<strong>en</strong>to, ti<strong>en</strong>e su base <strong>en</strong> las condiciones orgánicas. 90<br />

87 Dumas.- Traité de Psychologie, T. I, pág. 481-482.<br />

88 Dumas.- Traité de Psychologie, T. I, pág. 481-482.<br />

89 Dumas.- Traité de Psychologie, T. I, pág. 482-483..<br />

90 Dumas.- Traité de Psychologie, T. I, pág. 482-483.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!