ALEJANDRINA LAGO D Z_LIRIS MUNERA C_Cartagena_08.pdf

En 1844 durante el gobierno del General Pedro Alcántara Herrán, se propone la
creación de unas salas de Asilo para los niños de 2 a 6 años de las franjas más
pobres de la población pero solo fueron reglamentadas en 1.879 durante la
presidencia del Doctor Eustorgio Salgar.
El modelo de estos asilos procedía de los ideados en el siglo XIX en Francia por
Cochin, el Pastor Oberlin y Mme. Mollet. Su objetivo era el cuidado físico, la
protección y formación como preparación para el ingreso a la escuela, de los hijos
de los obreros atendidos en forma gratuita. Los niños de familias acomodadas
debían pagar la pensión que se fijara.
A finales del siglo XIX llegan los primeros misioneros pedagogos alemanes a
Colombia y son portadores de las ideas educativas de Federico Froebel, fundador
de los Kindergarten en Alemania, quien influenciado por su maestro Pestalozzi,
seguidor de las ideas de Rousseau, buscaba ofrecer una educación que estuviera
en armonía con el interés del niño por la observación de la naturaleza, por el
estudio y enseñanza de la matemática, el conocimiento de las lenguas, sin olvidar
la formación religiosa, la adquisición de hábitos de aseo, orden y disciplina. En
otras palabras educar su naturaleza física, moral e intelectual.
Estos misioneros alemanes fueron de gran influencia e importancia en la
organización educativa del país y en la creación de los primeros jardines infantiles,
principalmente asilos e instituciones privadas regentadas por religiosas que
seguían los métodos de trabajo de Froebel o de Montessori a los que hicieron
adaptaciones para aplicarlos en el país.
El primer Kindergarten que funcionó en Bogotá “La Casa de los Niños del
Gimnasio Moderno” fue fundado por Don Agustín Nieto Caballero en el año 1913
en el se pusieron en práctica las ideas pedagógicas de María Montessori.
La educación preescolar en Colombia en su iniciación presenta un retraso con
relación a otros países de Ibero América como Argentina, Chile y México. Esta
misma situación ocasiona que existan muy pocas personas con la formación
adecuada para este desempeño, que era realizado por jóvenes maestras
normalistas, o personas que las instituciones formaban mediante la práctica.
La Ley 25 de 1917 crea el Instituto Pedagógico Nacional, para Institutoras, de
Bogotá con el propósito de formar maestros para la escuela superior y la Normal.
Esto se logró 10 años después mediante el Decreto 145 de 1927. También se
aprobó crear una sección especial para preparar maestras de kindergarten, pero
esto solo fue posible 16 años después. Ante la falta de ciudadanos naturales con
formación de educadores, el estado colombiano mediante la Ley 25 de 1917 y
posteriormente en 1927 contrata educadores extranjeros, católicos para dirigir y
orientar la educación. Entre estos ciudadanos vino la Doctora Franziska Radke
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