19.06.2013 Views

Catálogo - Kultur Leioa

Catálogo - Kultur Leioa

Catálogo - Kultur Leioa

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Decir “te quiero” es trivial. “Te necesito”, deprimente. “Te deseo”, pretencioso. ¿Por qué me quieres?<br />

¿Para qué me necesitas? ¿En qué consiste tu deseo? No todo son frases hechas y una vida predecible.<br />

Me gusta hurgar, mirar debajo de las camas, recorrer las cortinas de los baños ajenos y observar qué tipo de<br />

champú se utiliza en cada casa. Yo te quiero, aunque sea un misterio de dónde nace este sentimiento. Quizás<br />

se trate únicamente de una jugarreta química que me lleva a ti, zombi, por los pasillos. Y te necesito, sobre<br />

todo para levantarme y mirar a la mujer del espejo y desearle un buen día. Antes de que tú llegaras a mi<br />

vida era una irresponsable de mirada desafiante y ánimo de plomo. Y te deseo –sin ti, mis brazos sólo son<br />

extremidades y mi piel un tejido que podría abandonar en una esquina, como una serpiente–. Y sigo hurgando,<br />

metiendo los pies en los charcos y el dedo en las llagas que supuran. Todo esto, ¿es bastante? Me pregunto.<br />

Nos tocamos en los ascensores y nos observamos en los espejos de cuerpo entero. Nos buscamos en el coche<br />

detenido en el arcén de una autopista, y los haces de luces de otros coches nos multiplican. Nos acariciamos<br />

en el cine, con los ojos calvados en la pantalla. Cocinas para mí y me observas comer sin acompañarme –me<br />

haces una foto mientras me chupo los dedos–. ¿Por qué te quiero? ¿Cuánto te quiero? ¿Puede el dolor ser<br />

una forma de amar? No te necesito ahora, porque estás conmigo. Ahí detrás, tumbado en la cama. Me llamas.<br />

¿Qué haces? Te escribo una carta. No te lo crees. Escribo todo lo que no te digo, el ronroneo inexacto de<br />

esta cabeza loca. No, no te necesito. Cállate, me molestas, me incordias –me tiras un cojín, que yo esquivo e<br />

ignoro–. No te necesito ahora, pero te necesito mañana. o en cuanto te alejes diez metros y cierres una puerta.<br />

Ahí todo se desmorona. ¿Se puede medir el deseo? ¿Con qué medida? ¿Con qué instrumento? Yo te deseo con<br />

los músculos agarrotados y el corazón desbocado. ¿Es suficiente? Te estás poniendo muy pesado. Me giro y<br />

te observo. Y mientras tanto escribo en el teclado. Sí, no dejo de escribir, a pesar de ese gesto que haces con<br />

el dedo índice, de adelante hacia atrás, de adelante hacia atrás. Claro que te entiendo. No, no soy estúpida.<br />

Ya voy, ya voy... Dejo el ordenador sin apagar y corro a tus brazos. Luego acabaré mi/tu carta. Tu cuerpo es<br />

una alacena, el taller de un artesano, un montón de hojas secas que el viento desordenará de un soplido. Me<br />

agarro. Me agarro a ti y me dejo llevar. Rodamos despacio y deprisa, deprisa, deprisa. Danzamos como dos<br />

planetas. Y ahora, entrelazados, nos fundimos en un solo volumen, estático y rotundo.<br />

14<br />

“Preludios”, Juana Cortés Amunarriz

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!