Progreso economico y pappel del gobierno.pdf - Archipielago Libertad

Si usted es un político que busca votos ¿qué haría? Claramente, obtendría
poco apoyando los temas que interesan a la gran mayoría desinformada y
desinteresada, pero soporte oral, trabajadores en la campaña, y lo que es más
importante, contribuciones a la campaña pueden derivarse del apoyo de las
políticas favorecidas por los grupos de interés especiales. En una época en que
la política se realiza a través de los medios de comunicación, hay una fuerte
presión para que los políticos apoyen intereses especiales, obtengan de ellos
fondos para las campañas y utilicen las contribuciones para proyectar en la
televisión una imagen positiva del candidato. Los políticos que no están
dispuestos a este juego (aquellos no dispuestos a utilizar dinero del gobierno
para proveer favores a grupos de interés bien organizados en cambio de apoyo
político) están seriamente en desventaja. Dadas las reglas actuales, los
políticos son conducidos como por una mano invisible para reflejar los puntos
de vista de grupos de intereses especiales, aun cuando esto frecuentemente
conduce a políticas de despilfarro.
El mensaje es claro: un gobierno representativo basado solamente en la
regla de la mayoría no maneja bien problemas de interés especial. La
tendencia del proceso político sin restricciones para favorecer a grupos bien
organizados, ayuda a explicar la presencia de muchos programas que reducen
el tamaño del pastel económico. Por ejemplo, considere el caso de
aproximadamente 33.000 agricultores arroceros de los Estados Unidos. En
esencia, el gobierno garantiza a los arroceros un precio por encima del
mercado, pagándoles para que cultiven menos, de manera de mantener
artificialmente un precio elevado. El programa reduce la producción, eleva los
precios del arroz, y resulta en más altos impuestos. A pesar de esto, el
Congreso continúa apoyando este programa. Los agricultores arroceros ganan
más de $800 millones en ingresos brutos, aproximadamente $25.000 por finca
arrocera. Más del 60% de estos subsidios van a arroceros que reciben pagos
de $50.000 ó más.
Dada la dimensión del impacto en su riqueza personal, es perfectamente
comprensible para los arroceros utilizar sus votos, contribuciones e influencia
política para ayudar a los políticos que apoyan sus intereses. En contraste, no
hace sentido para el votante promedio investigar este problema, o darle al tema
un peso significativo al tomar la decisión de por quien votar. De hecho, la
mayor parte de los estadounidenses no saben que ellos pagan
aproximadamente $4 dólares por año para subsidiar a los arroceros, la mayor
parte de lo cual va a los más ricos. Como resultado, los políticos generalmente
pueden beneficiarse apoyando a los agricultores arroceros aun cuando el
programa de subsidios desperdicia recursos y reduce la riqueza de la nación.
Esquilmar a los contribuyentes y consumidores con el objeto de proveer de
beneficios a bloques de votantes activos e identificados ha sido el negocio
primordial de la moderna política. Los contribuyentes y los consumidores
gastan aproximadamente $20 mil millones anuales en apoyar los programas de
subsidios de granos, algodón, tabaco, maní, lana, y productos lácteos, todos
los cuales tienen la misma estructura que el programa de arroz. El poder
político de los grupos de interés también explica la presencia de tarifas y cuotas
en el acero, zapatos, escobas, textiles y algunos otros productos. Las
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