11.10.2012 Views

cslewis-los-cuatro-amores

cslewis-los-cuatro-amores

cslewis-los-cuatro-amores

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

no es un elemento básico en el caso del afecto. Habitualmente<br />

son necesarios la ausencia y el dolor para que podamos<br />

alabar a quienes estamos ligados por el afecto: contamos con<br />

el<strong>los</strong>, y esto de contar con el<strong>los</strong>, que puede ser un insulto en<br />

el caso del amor erótico, aquí es hasta cierto punto razonable<br />

y adecuado, porque se aviene bien con la amable y sosegada<br />

naturaleza de este sentimiento. El afecto no sería afecto si se<br />

hablara de él repetidamente y a todo el mundo; mostrarlo en<br />

público es como exhibir <strong>los</strong> muebles de un hogar en una<br />

mudanza: están muy bien donde están, pero a la plena luz<br />

del día se ve lo raídos o chillones o ridícu<strong>los</strong> que son. El<br />

afecto parece como si se colara o filtrara por nuestras vidas;<br />

vive en el ámbito de lo privado, de lo sencillo, sin ropajes:<br />

suaves pantuflas, viejos vestidos, viejos chistes, el golpeteo<br />

del rabo del perro contra el suelo de la cocina, el ruido de la<br />

máquina de coser, un muñeco olvidado en el jardín.<br />

Pero debo rectificar de inmediato. Estoy hablando de<br />

afecto tal como es cuando se da fuera de <strong>los</strong> otros <strong>amores</strong>. A<br />

veces, sí, se da de ese modo, pero a veces no. Así como la<br />

ginebra no es únicamente para beber sola, sino que forma<br />

parte de muchos combinados, así el afecto, además de ser un<br />

amor en sí mismo, puede entrar a formar parte de otros<br />

<strong>amores</strong>, y colorear<strong>los</strong> completamente, hasta llegar a ser<br />

como el ámbito en que ese amor se manifiesta cada día. Sin<br />

el afecto, <strong>los</strong> <strong>amores</strong> quizá no fueran muy bien. Hacerse<br />

amigo de alguien no es lo mismo que ser afectuoso con él;<br />

pero cuando nuestro amigo ha llegado a ser un viejo amigo,<br />

todo lo referente a él, que al principio no tenía que ver con<br />

la amistad, se vuelve familiar y se ama de un modo familiar.<br />

En cuanto al amor erótico, no puedo imaginar nada más<br />

desagradable que sentirlo -salvo por breve tiempo-- sin ese<br />

vestido casero del afecto; de otro modo no sería nada fácil:<br />

o demasiado angelical o demasiado animal, o una cosa después<br />

de la otra, nunca demasiado grande o demasiado pequeña<br />

para el hombre. Hay de hecho un encanto especial, tanto<br />

46<br />

en la amistad como en el eros, en esos momentos en que el<br />

amor de apreciación descansa, por así decir, acurrucado y<br />

dormido, y únicamente una sosegada y cotidiana relación<br />

nos envuelve (libres, como en la soledad, aunque ninguno de<br />

<strong>los</strong> dos esté solo). No hay necesidad de hablar ni de hacer el<br />

amor; no hay necesidad de nada, excepto quizá de alimentar<br />

el fuego.<br />

Esta mezcla y superposición de <strong>amores</strong> nos aparece muy<br />

clara por el hecho de que en la mayoría de <strong>los</strong> lugares y<br />

épocas <strong>los</strong> tres <strong>amores</strong> (el afecto, la amistad y el eros) han<br />

tenido en común, como una expresión suya, el beso. En la<br />

Inglaterra actual, la amistad ya no lo usa, pero sí lo hacen el<br />

afecto y el eros; pertenece tan plenamente a ambos que no<br />

podemos saber ahora cuál lo tomó del otro, o si es que hubo<br />

tal derivación. Lo que con seguridad podemos decir es que<br />

el beso del afecto es distinto del beso del eros. Sí; pero no<br />

todos <strong>los</strong> besos de <strong>los</strong> enamorados son besos de enamorados.<br />

De nuevo, ambos <strong>amores</strong> tienden -ante el desconcierto de<br />

mucha gente moderna- a usar una «lengua» y un «modo de<br />

hablar» infantiles. Y esto no es exclusivo de la especie humana.<br />

El profesor Lorenz dice que cuando <strong>los</strong> cuervos están<br />

enamorados, sus llamadas «consisten principalmente en sonidos<br />

infantiles, reservados por <strong>los</strong> cuervos adultos para estas<br />

ocasiones» (King Solomon's Ring, p. 158). Nosotros y <strong>los</strong><br />

pájaros tenemos la misma motivación. Las diferentes clases<br />

de ternura son todas ternura, y el lenguaje de la primera<br />

ternura que hemos conocido siempre revive para expresarse<br />

adecuadamente en su nuevo papel.<br />

No hemos mencionado todavía uno de <strong>los</strong> más notables<br />

subproductos del afecto. Como he dicho, no es primordialmente<br />

un amor de apreciación, no es un amor que discrimine.<br />

Puede darse, aunque no sea fácil, entre las personas que<br />

menos podía esperarse. Aun con todo, curiosamente, este<br />

mismo hecho indica que en último término puede ser posible<br />

47

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!