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162 IV CONGRESO INTERNACIONAL UNIVERSITARIO SOBRE LAS CIENCIAS DE LA SALUD Y EL DEPORTE
Cuando se analizan los datos de los 25
participantes en conjunto, no existe ninguna
variable en la que llevar la pulsera holográfi ca
produzca un cambio signifi cativo (p≤0.05).
Al analizar los datos de hombres y mujeres
por separado, encontramos que en ninguno
de los índices sensoriales (somatosensorial,
visual, vestibular y preferencia visual) existen
diferencias signifi cativas entre el hecho de llevar
o no la pulsera Power Balance® o alguna
diferencia debida al género.
Cuando analizamos los grupos por separado,
en el caso de las mujeres, existen dos índices,
el compuesto y la media total estimada,
en el que sí se dan diferencias remarcables.
En el índice compuesto del grupo de mujeres,
el resultado obtenido con la pulsera sin hologramas
es de 85,5±4,5 y cuando utilizaron
la pulsera con hologramas la puntuación fue
de 86,5±3,7 (p=0,047). En la media total estimada
se obtuvo un resultado de 93,5±2,0
cuando se colocaron la pulsera holográfi ca,
y de 92,8±2,4 con la pulsera sin holografi ar
(p=0,013).
En el caso de los varones, tan sólo existe
una tendencia a la diferencia en los test que
evalúan el componente vestibular, sin llegar a
la signifi cación estadística.
Además en la única variable en la que se
encuentran diferencias debidas al sexo son la
media total estimada de la pulsera con holograma,
en la que la media obtenida por las
mujeres es superior signifi cativamente a la de
los varones.
DISCUSIÓN
El hallazgo más importante de este estudio
es que, en mujeres jóvenes y saludables,
el uso de una pulsera holográfi ca tiene un
efecto estadísticamente signifi cativo aunque
pequeño en el valor de equilibrio compuesto,
señalado como el valor más útil para la
valoración del equilibrio en esta clase de test
(Ford-Smith et al., 1995).
Sin embargo, las diferencias de medias son
extremadamente pequeñas en este valor, no
debiendo confundir la signifi cación estadística
con el efecto del tratamiento utilizado. La
diferencia entre utilizar la pulsera con holograma
o sin él es de -0,44±1,80 puntos, siendo
esta diferencia notablemente inferior a la
propuesta por los autores como signifi cativa
para la mejora del equilibrio. En este sentido,
Wrisley y colaboradores (2007) señalan que,
en sujetos jóvenes saludables, es necesaria
una mejora de 8 puntos en el índice compuesto
para asumir una mejora signifi cativa más
allá de la propia adaptación a la realización
del SOT.
Otros autores establecen un límite de un
incremento del 5% de los puntos obtenidos
como umbral para determinar que una mejora
en el SOT no se produce por el efecto
aprendizaje de la prueba (Grindstaff et al.,
2006). El diseño contrabalanceado y aleatorio
de nuestro estudio, así como la experiencia
previa de los sujetos con el test de valoración,
evitaron en gran medida la posible infl uencia
del efecto aprendizaje entre las dos realizaciones
del SOT. Y aún si obviásemos el diseño
experimental, tomando como referencia ese
5% sugerido por Grindstaff y colaboradores,
habría sido necesario un incremento de al
menos 4 puntos en el equilibrio compuesto
para afi rmar que había un cambio importante
en el control postural de los sujetos debido
a llevar puesta la pulsera holográfi ca. En la
misma línea, Broglio et al. (2008) establecen
una diferencia de 6,02 puntos en el resultado
del equilibrio compuesto, con un intervalo de
confi anza del 70%, como incremento mínimo
para que los cambios en el SOT sean signifi cativos,
de nuevo valores muy superiores a los
obtenidos en nuestro trabajo.
Existen referencias sobre la aplicación de
otros medios de entrenamiento que sí han
producido cambios en los índices del SOT. En
un estudio realizado con 11 hombres mayores,
se registró un porcentaje de cambio en el
índice compuesto de 7,8±6,9% tras un entrenamiento
progresivo con cargas de 20 semanas,
dos entrenamientos por semana (Galvao
et al., 2006). Schunfried y colaboradores
muestran cómo la aplicación de un estímulo
vibratorio global mediante una plataforma vibratoria
(posición de semisentadilla, 3mm de
amplitud, frecuencia máxima tolerable, 5 series
de 1 minuto de aplicación con 1 minuto de
descanso entre series), provoca unos cambios
signifi cativos a los 15 minutos de su aplicación
en el equilibrio compuesto, respecto a un
grupo control que recibió un placebo (misma
posición, simulación de estímulo vibratorio
mediante TENS) (Schuhfried, Mittermaier, Jovanovic,
Pieber, & Paternostro-Sluga, 2005).
No obstante, los dos estudios mencionados
presentan limitaciones en la comparación con
los resultados de nuestro trabajo, dadas las
diferentes características de edad y condición