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en las diferentes instituciones del Estado, y la “oportunidad poco común de
acompañar a los trabajadores de casos de Servicio Familiar en sus visitas
regulares por un día”. (18)
La Escuela de Verano en el Servicio Social
“Como resultado de este experimento en la educación social practica”, no
solamente los estudiantes tenían una “extraordinaria oportunidad de estudiar
el servicio social moderno, en ambos puntos de vista, tanto teórico como del
practico”, sino que “algunos de los hombres del Seminario” tambien hicieron
planes para “pasar sus vacaciones de verano haciendo trabajo de esta
naturaleza…” (19).
De esta manera, durante Julio y Agosto de 1923, cinco estudiantes
comenzaron, bajo la supervisión de Keller, un “curso de estudio co-operativo”
en conexión con las diferentes agencias sociales de Cincinnati. (20). De esta
manera sencilla, surgió el Curso de Extensión de Verano en Servicio Social,
más tarde llamado La Escuela de Verano en Servicio Social para Estudiantes
de Teología y Clérigos Júnior (estudiantes de penúltimo año de estudio o
recién nombrados). Desde el comienzo, comentaristas acreditaron la escuela
por ser “La primera de su tipo….en el campo del Entrenamiento Teológico”, y
muchos manifestaron sus argumentos con respecto a que “el entrenamiento
debería ser una parte regular de la educación de nuestros estudiantes en
Divinidad”.(21). Pero Keller, no era un Teólogo, y esto sería un tiempo previo
al que, en la escuela se pudiera ofrecer “un enlace definido” con….el
ambiente…teológico”, junto con “trabajo practico” y “curso de de
conferencias sobre teoría” (22). Mientras tanto, Keller hizo lo que pudo, como
hombre laico activo, trabajando en conjunto con su Obispo y sacerdotes
locales, dirigiendo el lugar y entrenando de 5 a 20 teólogos por año. (23)
Una Clínica de Problemas de la Vida
Como un tanto radical y liberal en su época, Keller buscó proporcionar a sus
estudiantes una verdadera “clínica de problemas de la vida”, y con
entrenamiento practico y ético, encaminado para llegar a ser “ingenieros
sociales”(24). “No existe un lugar” pensó El, “en el cual, los valores éticos y
espirituales sean tan reales, como en el orden social”, y “no hay una forma en
que la religión organizada pueda darse cuenta que los valores éticos y sociales
salvan por la acción social” (25). “Hombres y Mujeres”, él argumentaba,
“cuyas visiones están distorsionadas a través de…..inadaptaciones sociales, no
se puede esperar de ellos que vean la vida desde el punto de vista Cristiano”,
y por esta razón él esperó poder enseñar a los estudiantes como “adaptar la
religión a las necesidades de la vida moderna”. (26).
Dentro de “las responsabilidades del Pastor, en su trato con almas
individuales”, como lo mencionó un asistente, el “énfasis primario” debería
ser puesto en…..quitar todas las discapacidades sociales….las cuales
realmente nulifican….. la libertad personal teórica, del individuo, y (las
cuales) impiden o contrarrestan cualquier interés, ya sea hacia su conciencia o
hacia su voluntad” (27). Pero, hasta donde Keller pudo decir, “algunos de los
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