2012 Noviembre - Cinemateca Uruguaya

Treinta años de
grace Kelly
sala cinemateca
cinemateca uruguaya
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E
l pasado 14 de setiembre se cumplieron
treinta años de la muerte de
la princesa Grace de Mónaco, antes
Grace Kelly, actriz de cine. Perdió el
control de su auto (al parecer sufrió un derrame
cerebral) y se estrelló en la misma carretera
en la que casi tres décadas antes rodara
una escena culminante de para atrapar
al ladrón (1955) de Alfred Hitchcock.
Su carrera cinematográfica fue fulgurante:
once películas (un papel secundario, diez
protagónicos) en seis años, entre 1951 y
1956. Después fue princesa, con éxito irregular.
Había nacido en Filadelfia, Pensilvania, el 12
de noviembre de 1929, con el nombre de
Grace Patricia Kelly. Su padre, empresario y
deportista (había ganado tres medallas olímpicas
de oro en remo) se opuso a que fuera
actriz, pero ella no le hizo caso, se mudó
Nueva York, trabajó como modelo y estudió
interpretación en la Academia Nacional de
Arte Dramático. En 1949 debutó en Broadway
con la obra el padre de Strindberg, junto
a Raymond Massey. Luego hizo algunas
cosas en televisión, y en 1951 se trasladó a
Hollywood.
Con 22 años logró un papel secundario en
Horas de espanto, un asunto de suspenso
en torno a un suicida reticente protagonizado
por Richard Basehart y Paul Douglas,
y llamó lo bastante la atención como para
que un año después le ofrecieran el principal
personaje femenino (el de la esposa recién
casada con Gary Cooper) en el clásico
western a la hora señalada. Un año después
trabajó para el maestro John Ford en la
aventura africana mogambo, junto a Clark
Gable y Ava
Gardner.
En poco tiempo se convirtió en la “actriz fetiche”
de Hitchcock, quien la utilizó en tres
películas (la llamada fatal, 1954, la ventana
indiscreta, 1954; para atrapar al ladrón,
1955) y tras perderla intentó reinventarla
en la serie de rubias elegantes que usó
después, desde Kim Novak a
Vera Miles, desde Eva Marie Saint hasta “Ti-
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ppi” Hedren. En 1953, y con 25 años, obtuvo
el Oscar a mejor actriz por su labor en la
que volvió por su amor, sobre la pieza de
Clifford Odets the country Girl, en la que
debió renunciar a su glamour
habitual y actuar a cara limpia (y, dicho sea
de paso, con considerable convicción. Pero
el papel más importante de su vida estaba
todavía en su futuro: dio el primer paso hacia
él cuando rodó para atrapar al ladrón
en Mónaco, y la presentaron al príncipe Rainiero
Grimaldi. Allí comenzó un discreto romance
(antes había tenido otros, menos discretos)
mientras continuaba su carrera actoral,
que incluyó el aristocrático drama el cisne
(1955), junto a Alec Guinness. Se despidió
de Hollywood con la comedia alta sociedad,
una remake musical de pecadora
equivocada (1940) de Cukor en la que asumió
el personaje originalmente encarnado
por Kate Hepburn (Frank Sinatra y Bing Crosby
fueron sus galanes, originalmente encarnados
por Cary Grant y James Stewart). Luego
entraron en su vida, definitivamente, Rainiero,
la vida principesca, y algunos dramas
personales que llegaron hasta aquel trágico
setiembre de 1982, pero eso no corresponde
a una evocación cinematográfica.
paRa atRapaR al laDRon