2012 Noviembre - Cinemateca Uruguaya

diciembre 13 a 19, jueves a miércoles.
> 16.50 y 19.20 hs.
FaUStO
(Фауст)
Dir: Aleksandr Sokurov
Rusia, 2011 – 140 min. (Digital)
Libreto: Yuri Arabov, Marina Koreneva, Aleksandr
Sokurov. Música: Andrey Sigle. Producción:
Andrey Sigle. Con: Johannes Zeiler, Anton
Adasinsky, Isolda Dychauk, Hanna Schygulla
El film se basa en la leyenda alemana de
Fausto y en las adaptaciones literarias del
mito por parte de Goethe y Thomas Mann.
Con fausto, Sokurov cierra la llamada “Tetralogía
del poder”, un proyecto de una gravedad
wagneriana y de un grado de ambición
inusual en el cine contemporáneo. La serie
se inició con moloch en 1999, un film
consagrado a momentos banales en la vida
íntima de Adolf Hitler, en su casa de descanso
en las montañas. En 2001, con taurus, le
llegó el turno a Vladimir Iliánovich Lenin; y en
el 2005, con el sol, al emperador japonés Hirohito,
que en la soledad del poder, consumido
por la visión del horror de ver a Tokio en
ruinas, resigna su condición de “Dios encarnado”.
En fausto, Sokurov vuelve al mito de
origen, a ese hombre capaz de firmar un pacto
con el mismísimo diablo con tal de satisfacer
sus deseos. A diferencia de la obra de
Goethe y de su versión cinematográfica an-
terior, filmada en 1926 por Murnau, aquí sin
embargo ese pacto llega casi al final del film,
cuando Fausto (Johannes Zeiler) ya está extenuado
y entregado a las intrigas de Mefistófeles
(Andon Adasinsky), que se presenta
bajo el disfraz de un usurero, en una pequeña
ciudad alemana de aspecto vagamente
medieval, con algunos anacronismos que remiten
a la sucesión de guerras desatadas por
el imperio austrohúngaro. Como Hitler, Lenin
e Hirohito en los films anteriores, el fausto
de Sokurov parece un personaje inofensivo,
débil, abatido. Profesor sin cátedra ni recursos,
el comienzo del film lo encuentra diseccionando
un cadáver y, preguntándose, entre
todas esas vísceras viscosas, dónde puede
ocultarse el alma. Fiel a una tradición filosófica
que sería a la vez pesimista y vitalista,
Sokurov parece ver en el hombre un ser
imperfecto, embridado por apetitos triviales,
víctima de impulsos incontrolables, cuya debilidad
fue la causa, así como la presa de la tiranía.
“Un viaje al fondo mismo de la naturaleza
de la imagen cinematográfica y, por extensión,
del hombre que la habita. (...) Cine lisérgico,
voraz y, por supuesto, faústico” dice
Luis Martínez en “El mundo”. fausto le valió
a Sokurov el León de oro en la última edición
del prestigioso festival de Venecia.
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sala cinemateca
cinemateca uruguaya