Escuelas Pías 21 Octubre 2010 - Pamplona

aprender a vivir desde los valores cristianos, a
mirar con mayor profundidad lo cotidiano, a
desprendernos de las seguridades y a abandonarnos
confiadamente en las manos del Padre.
En la reunión de vivencias procuramos trascender
el individualismo, haciendo discernimiento
comunitario del actuar de Dios en la vida de
cada uno y la misión que le va confiriendo, mediante
la escucha, el apoyo, el acompañamiento
y la exigencia amorosa. Cada uno de los integrantes
de la pequeña comunidad hace un
índice, en el que le cuenta a la comunidad en
resumen lo más significativo que ha encontrado
en su oración personal de lo que le está pasando.
Al final de los índices, uno o dos de los
integrantes del grupo comparte y amplía los
hechos, sentimientos o experiencias que requieren
discernimiento y acompañamiento.
7.3. El estudio del Evangelio. Alimentados por la
Palabra, ponemos a Jesús por centro en la vida.
El Evangelio no es una narración de la vida de
Jesús sino un espacio privilegiado de encuentro
y relación con la persona de Jesús (su mundo,
sus valores, su forma de actuar, su experiencia
de Dios, la misericordia que lo mueve, sus profundos
deseos y su plan de salvación). Por esto,
el estudio del Evangelio es un elemento fundamental
de nuestro vivir interior y de nuestra
dinámica comunitaria, pues no es sólo meditar
sobre un texto ni menos aún sacar de él instrucciones
morales, sino ante todo realizar una
actividad de amor mediante la cual se procura
conocer mejor a Jesucristo. Se usan diferentes
maneras para acercarse al texto: lectio divina,
circulación hermenéutica bíblica, lectura orante
de la Palabra y más. Se busca que algunos
miembros de la comunidad profundicen en estudios
teológicos para que aporten e iluminen el
acercamiento a la Palabra.
7.4. Las celebraciones y oración comunitaria
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Nos encontramos también para celebrar la vida
de la comunidad y la de cada persona: espacios
de oración comunitaria, de expresión de nuestra
fe, de fortalecimiento de nuestra esperanza y de
sentir el envío del amor. Al lado de la oración
quiso el Señor dejamos también los sacramentos
para que en ellos celebráramos nuestra fe
cristiana y por ellos recibiéramos la gracia de
Dios. Especialmente la Eucaristía, centro vital
de nuestra comunidad, es alegría y esperanza
cuando cada grupo la celebra y es cada domingo,
el momento de gracia en el cual nos unimos
para escuchar la Palabra, amar al hermano,
comprometernos con el otro, tomar el Cuerpo y
la Sangre del Señor y hacernos nosotros mismos,
pan y bebida para el hambre y la sed del
mundo. La Eucaristía es la gran fiesta que nos
convoca para compartir nuestra fe. Oración y
sacramentos son, por tanto, los fundamentos de
un vivir creyente en el cual se forja cotidianamente
nuestra fidelidad al Señor.
7.5 Proceso de formación (una de las semanas
del mes)
De acuerdo a los procesos de formación de las
personas tienen unas etapas de formación así.
• Pre-movimiento juvenil: Son los grupos
juveniles de los grados 9° que acaban de
tener su primera experiencia de retiros y se
motivan a profundizar más en la vida. Se
trabajan temas de realidades propias de los
jóvenes desde una mirada de Jesús con
una metodología experiencial.
• Movimiento juvenil: Es una propuesta formativa
para las comunidades que se encuentran
en los grados 10° y 11°, de media
vocacional, donde hay una profundidad
mayor para ver la propia vida y búsquedas
particulares en la toma de decisiones frente
al futuro.
• Comunidades universitarias y adultas: La
formación de estas comunidades comprende
tres etapas básicamente así.