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Identidad cortada - Fadaum

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cruzado por una barra en forma de uve, y las mesas del salón que estaban dispuesta<br />

alrededor tenían la tapa de mármol blanco, las sillas eran de madera oscura con aspecto de<br />

ser confortables, casi todos los asientos estaban ocupados por clientes y otros de pie<br />

alrededor de la barra se impacientaban por ser atendidos. La inquietud que trasmitían, era<br />

captada por Maria como si su ánimo fuera una esponja absorbiendo los olores, los nervios y<br />

la inseguridad que el sexto sentido de Maria percibió.<br />

A la vez, un frió desconocido como del interior de cada persona saliera a trompicones<br />

para atraparla .Las voces llegaban a sus oídos en sordina, un rumor que salía de cada boca<br />

para pedir algo a prisa, con urgencia, un torbellino de palabras y de peticiones, una carrera<br />

para alcanzar algo que solo se albergaba en el interior de cada uno. Se sintió mal y quiso<br />

marcharse pero necesitaba urgentemente ir al baño, se quedó al lado de la lotera,<br />

esperando pacientemente que cumpliera la promesa de proporcionárselo. Ella solamente<br />

quería algo tan sencillo como ir al servicio, sin embargo no parecía que fuese algo fácil de<br />

conseguir. Mientras cavilaba, la lotera, era saludada alegremente por los camareros.<br />

- Pepa, trae, dame mi cupón.<br />

- Ahora te lo doy cariño, pero antes deja que mi amiga entre al servicio.<br />

- Pepa ¿quien te va a convidar hoy a café?<br />

- ¡A ver cuando me das un cuponazo, guapetona!<br />

- Oye que todos los días no me convidan que me lo pago yo ¡a ver si tú te crees que<br />

soy una gorrona!<br />

- Venga ya Pepa, a vender y circula…<br />

La mujer sorteando las mesas y parándose delante de cada uno vendía los cupones,<br />

tenia un comentario para cada cliente que algunos la llamaban y otros le denegaba la<br />

compra. Los camareros iban y venían entre las mesas cargados con bandejas llenas de<br />

comida o refrescos.<br />

- ¡Dos con leche, una de churros, un chocolate…!<br />

Parecía que no se dirigían a nadie en particular, pero era obvio que alguien, entre<br />

aquel bullicio captaba la orden. Maria quería irse de allí, el retrete no le había gustado, no<br />

estaba limpio y además no había papel higiénico ni toalla.<br />

- ¿Qué le pasa a tu amiga? ¿esta enferma? Mira que mala cara tiene.<br />

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