Identidad cortada - Fadaum

y dedicar mas tiempo a sus vidas. Mª del Pilar y Arturo estaban casados y Carmen soltera.
Llevaban los negocios entre los tres, Arturo como Presidente pero en realidad era Pilar la
que estaba a cargo de todo. Arturo era presidente y propietario de un despacho importante
de abogados y Carmen la más pequeña, siempre mimada por los padres y por todos, era
como una preciosa ardilla. Vivaracha, egoísta y preciosa, dedicada a sus pinturas, a los
amigos. Viajaba constantemente de acá para allá y la atención diaria que había que
prestarle a la madre la agobiaba enormemente.
favor!
- ¡Pilar, no puedo estar siempre haciendo de canguro de madre! ¡Soluciónalo, por
Pilar la acompañaba a las sesiones de terapia consistente en dibujar círculos o
cuadrados, caminar por una línea o subir y bajar escaleras. Para ella, ¡que tenía tantas
cosas que hacer eran desesperante! pero llevaba a su madre puntualmente al terapeuta
porque el medico, aseguraba que con esas pequeñas tareas su madre podría mejorar, la
vulnerabilidad del enfermo estaba comprobado que era menor en personas que mantenían
relaciones afectivas variadas, contacto frecuente con familiares y amigos, personas que
hacían deporte aunque fuera limitado a sus discapacidades físicas y por otra parte la
enferma, parecía pasarlo muy bien mientras las realizaba. Todo contacto con la vida familiar
y afectiva de Maria la mejoraba según aseguraba el medico.
Maria empezó a olvidar los nombres de las personas que la rodeaban, las horas de
las comidas, si tenia frió o calor y lentamente se sumergió en el mundo del silencio, su
mente se oscureció al cerrarse la ventana del entendimiento.
Hay que ponerle una enfermera-decía Carmen- necesita alguien que este constantemente
con ella.
- No creo que sea la solución –aseguraba Arturo-. En el estado en que está, tan
dependiente de alguien, madre es sumamente sensible y cariñosa y una enfermera tendrá
poca relación personal con ella, mejor seria alguien que la cuide le hable y la pasee. Ella no
debe de sentirse incomoda al ser tratada como una enferma.
- Si ¿pero donde encontramos a una persona así?- opinaba Carmen- ¡que sea buena
que, sea honrada que sea cariñosa…menudo encargo Arturo!
Y así llegó Manuela al hogar de los Pertiñez.
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