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Punto y Coma

Cocinar es un acto de amor que va más allá de sartenes y cacerolas vaporosas. Es compartir un pedacito de tu vida con quien aprecias. Por ello, muchas de las más famosas recetas pasan de generación en generación como parte de un pacto secreto que aviva la tradición familiar. Quizás, por eso sentarse a la mesa es también una experiencia que involucra los sentidos, los recuerdos y el corazón.

Cocinar es un acto de amor que va más allá de sartenes y cacerolas vaporosas. Es compartir un pedacito de tu vida con quien
aprecias. Por ello, muchas de las más famosas recetas pasan de generación en generación como parte
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A.V.02<br />

Juan Papatsoris<br />

panhellenic enterprises<br />

sed de aventura<br />

* “Para un clima<br />

como el nuestro<br />

la cerveza resulta<br />

mejor compañera<br />

de mesa de<br />

muchos platos<br />

que el vino”.<br />

48 <strong>Punto</strong>y<strong>Coma</strong> I 2013<br />

Juan N. Liakópulos<br />

De pequeños, solo los separaba una<br />

calle. Siendo primos, crecieron como<br />

hermanos, escuchando las historias<br />

de sus abuelos que habían abandonado<br />

su natal Grecia, para echar a andar<br />

una vida nueva en Panamá.<br />

Ambos recuerdan cómo en casa se<br />

trabajaba de sol a sol, superando las<br />

dificultades con mucho esfuerzo y con<br />

el apoyo incondicional de la familia, que<br />

con el tiempo crecería como la espuma,<br />

entre las tradiciones de dos continentes<br />

completamente distintos. Como para<br />

muchas otras familias, Panamá dejó<br />

de ser una tierra ajena para convertirse<br />

en su nuevo hogar.<br />

hEREDEROS DE DIONISIO<br />

Graduado con una Maestría en Finanzas<br />

en Estados Unidos, Juan Liakópulos<br />

tenía en mente una idea que no lo dejaba<br />

tranquilo: “A pesar de que es una<br />

comunidad con un tamaño considerable y<br />

que las grandes compañías importadoras<br />

pertenecen a familias de origen griego,<br />

nadie se había concentrado en traer<br />

productos de Grecia. Un día, hablando<br />

con mi primo Juan Papatsoris, que<br />

también estudió Finanzas, decidimos<br />

sentarnos a hablar de negocios y allí,<br />

hace 10 años, empezó la historia de<br />

Panhellenic”.<br />

Detrás de esta decisión que cambiaría<br />

la vida de Liakópulos y Papatsoris,<br />

estaba la mirada nerviosa de su familia:<br />

“En nuestra familia no hay nadie<br />

dedicado a un negocio como este.<br />

Mi papá es médico, mi abuelo y el papá<br />

de Juan vinieron de Grecia a Panamá<br />

para trabajar en hostelería. Por el lado<br />

de mi madre, mi abuelo se dedicó a la<br />

construcción y luego a la banca. Aun así,<br />

creyeron en nuestra idea y nos<br />

respaldaron”.<br />

UN CAMINO ESPINOSO<br />

En 2003, los primos, ahora socios de<br />

negocios, esperaban inquietos su primer<br />

embarque de aceite de oliva, aperitivos y

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