GUIA DE APOYO PSICOLOGICO PARA UNIVERSITARIOS
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Guía de apoyo psicológico para universitarios<br />
Ser Pareja<br />
sus sentimientos. Esto no es tan obvio, pues muchas personas están<br />
más acostumbradas a entregar cariño, escuchar, preocuparse de los<br />
demás, y les cuesta más recibir. Ambas posiciones, dar y recibir,<br />
tienen que estar en equilibrio, lo cual en ocasiones es un aprendizaje<br />
que se va dando en la misma relación de pareja, ya que si alguno<br />
de los dos sólo da y el otro sólo recibe, se produce una tensión, un<br />
desgaste o una comodidad que puede ser inconveniente para cultivar<br />
realmente la relación.<br />
El hablar con claridad sobre lo que necesitamos también es fundamental.<br />
El “pedir”, muchas veces puede ser mal visto y es común<br />
oír la frase: “es que si yo le digo, no es lo mismo… a mí me gustaría<br />
que le naciera…”. Sería hermoso que al otro siempre le surgieran<br />
espontáneamente ideas para hacernos felices, pero en esa ilusión<br />
podemos quedarnos mucho tiempo sin que al otro le nazca nada,<br />
no porque no quiera, sino porque somos personas diferentes y las<br />
parejas no vienen pre programadas para saber o suponer cosas sobre<br />
el otro. En este punto es esencial la comunicación directa y clara,<br />
pues si el otro sabe qué me gusta y qué necesito, será más fácil que<br />
nos satisfaga.<br />
Así, por ejemplo, un matrimonio que conocí en la consulta, al<br />
hablar sobre este tema, relataba la siguiente experiencia:<br />
Alicia: “siempre esperé que me trajera flores, pero nunca se le<br />
ocurría. Yo incluso le decía indirectas en los aniversarios, pero no<br />
pasaba nada. Me daba pena porque siempre vi a mi papá llevarle<br />
flores a mi mamá, siempre he tenido la idea de que el llevar flores es<br />
un gesto de amor, entonces encontraba que Carlos era poco detallista<br />
y a veces me daba rabia, me ponía celosa incluso cuando veía que<br />
otros hombres le regalaban flores a sus mujeres, hasta que un día<br />
no aguanté y le dije…”.<br />
Carlos: “Sí, me sorprendió muchísimo cuando la escuché y admito<br />
que me molestó un poco saber que no había sido capaz de confiar en<br />
mí, de decírmelo, si yo no me iba a enojar por algo así… Me costó<br />
entender por qué si para ella era tan importante, no me lo había<br />
dicho antes. Más allá de las flores, me dolió la falta de confianza<br />
en realidad, pero bueno, después de hablarlo nos comprometimos<br />
a conversar más y pedirnos las cosas, porque uno no es adivino…<br />
ahora le llevo flores como sorpresa, cuando ella ni se lo espera y se<br />
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