Participación política y las nuevas tecnologías - Tribunal Electoral ...
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Cristopher Ballinas Valdés<br />
47<br />
YouTube por un video producido por una organización civil que<br />
criticaba la construcción de una carretera. El material finalmente<br />
fue eliminado de la red.<br />
A pesar de esto, debe notarse que dado que la publicidad en<br />
medios electrónicos ha cambiado el carácter de la lucha partidista,<br />
<strong>las</strong> campañas <strong>política</strong>s y el discurso político. Las <strong>nuevas</strong> <strong>tecnologías</strong><br />
permiten difundir más amplia y rápidamente cualquier mensaje, ya<br />
sea positivo o negativo. De acuerdo con los estudios de Fiske (1980),<br />
Kahneman y Tversky (1984) y Pratt y John (1991), la información<br />
negativa no sólo suele llamar más la atención en el proceso, sino,<br />
a la vez, suele ser más rápida en su difusión, implica menos esfuerzo<br />
y ayuda a posicionar mejor a la persona que la utiliza versus la<br />
persona/partido atacada.<br />
Por ejemplo, en los estudios de Hagstrom y Guskind (1988,<br />
1992) sobre <strong>las</strong> campañas <strong>política</strong>s en Estados Unidos se muestra que<br />
<strong>las</strong> campañas negativas son la regla más que la excepción. Estudios<br />
sobre campañas negativas en este país muestran que en lugar de<br />
afectar los niveles de abstencionismo, en realidad estimulan la participación<br />
del electorado. 27 De hecho, en la actualidad el electorado<br />
premia a los partidos y sus candidatos con discursos retóricos en<br />
lugar de privilegiar a candidatos con discursos sustantivos (Jamieson<br />
1992). Asimismo, pone primordial énfasis en la viabilidad electoral y<br />
en la vida privada de los candidatos en lugar de posiciones <strong>política</strong>s<br />
y lealtad partidista (Brady y Johnston 1987; Lichter, Amundson y<br />
Noyes 1988; Sabato 1991). Tal como lo demuestra la investigación<br />
de Pratt y John (1991), <strong>las</strong> campañas negativas tienden a quedarse<br />
en el subconsciente de <strong>las</strong> personas.<br />
27<br />
La investigación de Lau y Pomper (2001) es particularmente reveladora.<br />
Ellos muestran que <strong>las</strong> elecciones al Senado de Estados Unidos que presentaron<br />
altos niveles de propaganda negativa tuvieron los mayores niveles de participación.<br />
Garramone et al. (1990) también encontró que la presencia de campañas negativas<br />
no afecta la participación.<br />
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