Observatorio de Perú - CAEI

Observatorio de Perú, Número 7, Año 2, Invierno Sur 2010
Respecto de la incidencia de la transparencia sobre el fenómeno de corrupción, es ejemplar la fórmula
elaborada por Robert Klitgaard, la que sostiene que:
C = M + D – T
Si C es corrupción, M es monopolio, D es discrecionalidad y T es transparencia, se propone que la corrupción
es igual a la suma de monopolio y discrecionalidad, menos transparencia 30 . Así, al estar hablando de
transparencia con que se manejan ciertos actores de la arena política en este contexto pre elecotoral,
estaremos también haciéndolo indirectamente sobre el grado de corrupción que afecta a la generalidad del
sistema político y, naturalmente, a sus instituciones.
De este modo, se comprende también a aquellos reclamos que apuntan a la legalidad de sus actos. Si estos
carecen de transparencia, y son percibidos también como parte de la corrupción, tendrían inherentemente
aparejados un problema de legalidad.
Asimismo, podemos confirmar la importancia en este período asignada a la corrupción no solo de forma
indirecta a través de la trascendencia que se les da a ciertos hechos particulares ligados a cuestiones de
trasparencia, sino también por medio de la existencia de hechos que refieren de manera directa al mismo
fenómeno de corrupción. Por ejemplo, la publicación de informes de agencias estatales que revelan ciertas
consecuencias económicas de la corrupción histórica de actores políticos en Perú.
Si bien en junio, julio y agosto se da especial lugar a fenómenos de corrupción, no se trata de un fenómeno
novedoso. Si, tal como afirmado, ciertas características abordadas nos dan pauta de su condición sistémica y
estructural, no podemos inferir que se trata de un hecho excepcional. Abordar la historia de este flagelo en
Perú no es objeto de este trabajo, por lo que nos limitaremos a evocar como simple indicador de ello que la
destitución del presidente Alberto Fujimori en el año 2000 tuvo como causa la trascendencia de hechos de
corrupción.
A partir de este dato, podríamos inferir una de las principales consecuencias de este flagelo: problemas en la
gobernabilidad. La corrupción como elemento que enflaquece la democracia ha sido declarada en los distintos
instrumentos internacionales que versan sobre anticorrupción. La Convención Interamericana contra la
Corrupción desde su preámbulo sostiene que la afectación institucional que trae aparejada la corrupción es un
elemento de primer orden. El primer inciso de esa parte sostiene que “(…) la corrupción socava la legitimidad
de las instituciones públicas, atenta contra la sociedad, el orden moral y la justicia, así como contra el
desarrollo integral de los pueblos.” Y luego reza que “…el combate contra la corrupción fortalece las
instituciones democráticas, evita distorsiones de la economía, vicios en la gestión pública y el deterioro de la
moral social.” Además de la relevancia que adoptan oportunamente los cuestionamientos ligados a la
corrupción que afecta a las instituciones en general, es destacable en este período la actividad de una de
ellas: la del Congreso Nacional.
30 La formula original emplea el término “accountability” y no “transparencia”. Se trata de un
concepto más complejo que si bien involucra transparencia, también refiere a otras nociones como
responsabilidad pública y rendición de cuentas.
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