16.03.2014 Views

Las señales inequívocas - Juventud Rebelde

Las señales inequívocas - Juventud Rebelde

Las señales inequívocas - Juventud Rebelde

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

10<br />

NACIONAL<br />

DOMINGO 17 DE MAYO DE 2009<br />

juventud rebelde<br />

La justicia llegó<br />

al bohío<br />

Cuando el 17 de mayo de 1959 Fidel y el Consejo<br />

de Ministros, en acto inédito, firmaban<br />

en la Comandancia de La Plata la Primera Ley de<br />

Reforma Agraria, la Revolución apagaba el grito de<br />

dolor en los campos de Cuba. Así lo siente el<br />

líder campesino José (Pepe) Ramírez Cruz<br />

por WILMER RODRÍGUEZ FERNÁNDEZ,<br />

estudiante de Periodismo<br />

A sus 86 años posee una lucidez<br />

que asombra a sus interlocutores y<br />

un sentido de consecuencia con los<br />

desvelos de su vida que sorprende<br />

aún más. José Ramírez Cruz vive<br />

hace muchos años en el barrio<br />

habanero de Miramar, donde nos<br />

recibió, pero conserva intactos las<br />

ansias y sentimientos de los campesinos<br />

cubanos, por cuyos desvelos<br />

arriesgó su existencia desde<br />

muy joven.<br />

«Nosotros éramos 12 hermanos;<br />

lo que producíamos no alcanzaba<br />

para vivir y había que salir a vender la<br />

fuerza de trabajo con otros campesinos<br />

que tenían mayores fincas. A los<br />

16 años empecé en las luchas campesinas.<br />

Yo tenía un tío que era líder<br />

campesino en Barajagua, cerca de<br />

Cueto. Simpaticé mucho con él y convencí<br />

a mi padre para vender la finquita<br />

que teníamos cerca de Antilla e<br />

irnos para Barajagua, donde vivía mi<br />

tío.<br />

«Al fin mi padre vendió la tierra y<br />

compramos otro pedazo a un pequeño<br />

colono en Barajagua. Nos ampliamos<br />

en tierra, pero no éramos propietarios,<br />

sino precaristas. Los que nos<br />

vendieron la finca eran medio latifundistas.<br />

No los reconocíamos como<br />

dueños, porque les habían robado la<br />

tierra al estado. Allí empezó la lucha.<br />

Caí preso la primera vez por paralizar<br />

un deslinde —los latifundistas quisieron<br />

quitarles las tierras a los que estaban<br />

como nosotros para venderlas a<br />

otros—. Nos llevaron para el cuartel<br />

de la Guardia Rural, pero en la noche<br />

se dio un acto de masas en el que se<br />

pidió la libertad de nosotros y nos liberaron».<br />

Recuerda Pepe que su tío se vio<br />

obligado a trasladarse para la Sierra<br />

Cristal y él convenció otra vez a sus<br />

padres para seguirlo. «Allí la lucha<br />

fue más dura. Entre juicios y más juicios<br />

me condenaron. Después me<br />

casé, tuve mis primeros hijos, hice<br />

un rancho y compré una finquita que<br />

se llamaba La Periquera. Tomamos<br />

tierras de otros latifundistas y las<br />

repartimos. Fue por esos tiempos<br />

cuando comenzó la guerra en la Sierra<br />

Maestra».<br />

Desde muy joven militó en la Unión<br />

Revolucionaria Comunista y después<br />

en el Partido Socialista Popular (PSP).<br />

En los años 50 asumió la vicepresidencia<br />

en Oriente de la Asociación<br />

Nacional Campesina de Cuba, liderada<br />

por Romárico Cordero, único campesino<br />

miembro de la Cámara de Representantes.<br />

En la Sierra Cristal se reunía con<br />

los campesinos y creó la asociación<br />

Luz de la Patria. «El PSP me envió a La<br />

Habana a pasar la escuela clandestina<br />

del partido. De La Habana fui para<br />

Holguín, y de allí para el Segundo Frente<br />

con la orden de ver a Raúl Castro».<br />

—¿Cómo se produjo el encuentro<br />

de usted con Raúl en 1958?<br />

—Le expliqué lo que habíamos<br />

hecho y me dijo que mi frente de guerra<br />

principal era organizar a los guajiros.<br />

A los pocos días le propuse celebrar<br />

el Congreso Campesino en<br />

Armas. Ese congreso levantó el espíritu<br />

de apoyo de los campesinos a los<br />

rebeldes. Fue un congreso de masas.<br />

Se clausuró con un acto en la noche.<br />

Recuerdo que se demandó la Ley de<br />

Reforma Agraria, el arreglo de los<br />

caminos, el aumento a los precios de<br />

los productos y la necesidad de construir<br />

escuelas en los campos. El Congreso<br />

Campesino en Armas fue uno<br />

de los antecedentes de la firma de la<br />

Ley de Reforma Agraria.<br />

—¿Cuáles fueron sus esfuerzos<br />

para lograr la incorporación de los<br />

campesinos a la lucha armada?<br />

—La participación de campesinos<br />

en la lucha de la Sierra fue<br />

masiva. Íbamos a las casas para<br />

hablarles de la necesidad de su<br />

incorporación y aconsejábamos a<br />

otros que se querían alzar y no podían<br />

por la edad o por razones de<br />

salud. También organizamos las<br />

secciones juveniles de las asociaciones<br />

campesinas.<br />

—¿Qué se hizo entre enero y<br />

mayo de 1959 para finalmente el día<br />

17 firmar la Ley?<br />

—Se había discutido en las organizaciones<br />

campesinas, los sindicatos<br />

y le fue consultada a las masas.<br />

No participé directamente en la<br />

redacción del documento, pero ofrecí<br />

mis opiniones. Además, en todos los<br />

discursos que pronuncié hablaba de<br />

la necesidad de la Ley de Reforma<br />

Agraria.<br />

—¿Qué significación histórica tiene<br />

para usted esa firma?<br />

—El 17 de mayo de 1959, por<br />

vez primera en la historia política de<br />

Cuba, el Consejo de Ministros se<br />

trasladó al Oriente del país, para firmar<br />

la Ley de Reforma Agraria en la<br />

Comandancia de La Plata. Se les<br />

entregó el título de propiedad a los<br />

campesinos. Eso tuvo una repercusión<br />

tremenda, a pesar de que no<br />

había los medios de comunicación<br />

que hoy tenemos. Fue una fiesta<br />

para todo el campesinado; y la justicia,<br />

al fin, llegó al bohío.<br />

—¿Esta medida incomodó al<br />

Gobierno de los Estados Unidos?<br />

—Por supuesto. Fue la primera ley<br />

que afectó las riquezas de los latifundistas<br />

cubanos y norteamericanos.<br />

Recuerda que aquí estaba la United<br />

Fruit Company y la American Sugar<br />

Company, dueñas de cientos de miles<br />

de caballerías. Se les expropiaron las<br />

tierras y se les entregó a los campesinos,<br />

porque la tierra es de quien la<br />

trabaja.<br />

—¿Cómo valora la reciente decisión<br />

de entregar tierras en usufructo?<br />

—Si son tierras que están ociosas<br />

y hay fuerza de trabajo que puede<br />

hacerlas producir, vamos a resolver un<br />

problema. Esto beneficia al consumidor<br />

y al país.<br />

—Si hubiese que hablar del campesinado<br />

cubano antes y después de<br />

1959, ¿qué usted nos diría?<br />

—Antes de 1959 sufrí como campesino<br />

pobre porque no tenía garantías<br />

ni propiedad. Ahora el campesino<br />

es propietario o trabaja la tierra en<br />

Pepe Ramírez rememora los años en que la población campesina sufría la<br />

explotación. Foto: Raúl Pupo<br />

usufructo, su trabajo se le respeta y<br />

se le apoya con créditos y técnicas.<br />

—Usted fue el primer presidente<br />

de la Asociación Nacional de Agricultores<br />

Pequeños (ANAP), una organización<br />

que este 17 de mayo cumple<br />

48 años. ¿Cómo se logró instituir la<br />

ANAP?<br />

—Antes de constituir la ANAP los<br />

campesinos nos organizamos para<br />

ayudar al Ejército <strong>Rebelde</strong>, después<br />

apoyamos a la Revolución triunfante y<br />

más tarde, para desarrollar el trabajo<br />

político, deportivo y cultural del campesinado<br />

cubano, el 17 de mayo de<br />

1961 creamos la Asociación Nacional<br />

de Agricultores Pequeños.<br />

—En escasas ocasiones se menciona<br />

la Segunda Ley de Reforma<br />

Agraria, promulgada en 1963. ¿Por<br />

qué cree usted que se habla menos<br />

de esta?<br />

—Porque no fue como la anterior.<br />

La ley de 1963 fue justo hacerla porque<br />

quedaban latifundistas que estaban<br />

conspirando contra la Revolución.<br />

Se hizo, más que por la necesidad de<br />

la tierra, para paralizar a aquellos que<br />

se oponían al Gobierno Revolucionario.<br />

—Algunos dicen que la juventud<br />

de hoy es remolona. ¿Cómo se puede<br />

lograr que en los tiempos actuales<br />

nuestros jóvenes se acerquen<br />

más a la tierra?<br />

—Se está haciendo una gran<br />

labor por parte de la Unión de Jóvenes<br />

Comunistas y las organizaciones<br />

estudiantiles. El joven estudia<br />

y se prepara, pero no se le puede<br />

quitar el espíritu de productor. También<br />

hay que buscar la forma de<br />

mecanizar para que sea menor el<br />

esfuerzo físico. Los jóvenes trabajan<br />

y se movilizan para la producción<br />

de alimentos. Se puede lograr<br />

mucho si se trabaja sobre la base<br />

de conciencia. No puede ser posible<br />

que en el futuro se desarrollen<br />

la ambición y las ansias de ser tam-<br />

bién latifundista, porque sería una<br />

desgracia.<br />

—¿Existen productores con ambición<br />

de riquezas?<br />

—Por supuesto que los hay, pero<br />

yo les hago un llamado a que mediten<br />

y rectifiquen, porque no se hace nada<br />

con tanta riqueza para al final morirse.<br />

Hay que trabajar, para lo que se va a<br />

vivir vivirlo bien y que sea producto del<br />

esfuerzo.<br />

—¿Cuáles han sido las preocupaciones<br />

de Fidel con respecto a los<br />

campesinos cubanos?<br />

—El sentir de Fidel está demostrado<br />

desde las declaraciones que<br />

hizo en el juicio del Moncada, en la<br />

Sierra Maestra y después del Triunfo<br />

de la Revolución. Fidel siempre ha<br />

tenido como objetivo la unión del campesinado,<br />

por su fortaleza y apego a<br />

la justicia. Siempre hablaba y discutía<br />

con Fidel lo que había que hacer para<br />

beneficiar a los campesinos.<br />

—¿Cree que todavía algunos<br />

miran con menosprecio al campesino?<br />

—Eso ya no es tanto. Antes se<br />

referían al campesino de una forma<br />

despectiva, pero al guajiro de hoy no<br />

hay quien le haga un cuento.<br />

«En el campo hay más comida porque<br />

los campesinos siembran y producen.<br />

Hay que luchar porque tengan<br />

más condiciones para producir, que<br />

tengan más cajas para que almacenen<br />

tomate y más sacos. A veces eso<br />

no se logra por falta de planificación y<br />

hay que preverlo a tiempo. La lucha<br />

no fue ni será en vano. Logramos con<br />

la lucha lo que tenemos. Estamos en<br />

el 50 aniversario de la firma de la Ley<br />

de Reforma Agraria y en el 48 de la<br />

ANAP, pero estaremos mejor en el 60<br />

aniversario de la Reforma Agraria y 58<br />

de la ANAP. Tengo confianza que va a<br />

ser mejor; no sé si lo veré, pero lucharé<br />

por ello. Ya tengo muchos añitos y<br />

lucho por la vida, porque la muerte<br />

está segura».<br />

Décimas de Pepe Ramírez<br />

A este líder histórico del campesinado,<br />

como buen hombre de campo<br />

le gusta la décima improvisada.<br />

Ante la sutil petición de nuestro<br />

fotógrafo, para que se acomodara<br />

en el butacón de su hogar,<br />

Pepe, que vestía esa tarde una<br />

guayabera azul, improvisó de<br />

inmediato una redondilla, a la que<br />

le seguí la rima y entre los dos<br />

logramos esta espinela: «Sí, tengo<br />

que bajar el pie / y voy a subir<br />

la voz / y así pensamos los dos /<br />

en la palabra del Che». Entonces<br />

yo continué: «Hoy martes lo entrevisté<br />

/ el diálogo fue genial / y<br />

nada ha salido mal / todo ha salido<br />

muy bien». Pepe culminó entonces:<br />

«Y yo te digo también /<br />

que esto ha sido universal».<br />

Pero como ya estaba inspirado.<br />

Al final de la conversación<br />

desempolvó del archivo fonográfico<br />

de su mente una décima que<br />

escribió al concluir su presidencia<br />

de la ANAP en 1987: «Yo no me<br />

estoy despidiendo / solo les devuelvo<br />

el cargo / pienso por un<br />

tiempo largo / vivir y seguir sirviendo<br />

/ siempre me verán pidiendo<br />

/ más trabajo, no nivel / dispuesto<br />

desde la piel / el corazón<br />

y el sentido / a luchar por mi Partido<br />

/ por mi patria y por Fidel».

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!