Las señales inequívocas - Juventud Rebelde
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04<br />
NACIONAL<br />
DOMINGO 17 DE MAYO DE 2009<br />
juventud rebelde<br />
Con el pie derecho<br />
Más de 45 000 jóvenes cienfuegueros respaldaron desde octubre último las tareas agrícolas recuperativas.<br />
Este 17 de mayo muchos sumarán nuevamente su esfuerzo en el surco<br />
texto y foto JULIO MARTÍNEZ MOLINA<br />
CIENFUEGOS.— El pasado 4 de abril,<br />
el abrupto descenso de un camión le<br />
motivó un pequeño esguince en el pie<br />
derecho a Yipsy Zaldívar, cuando formaba<br />
parte de los 8 000 jóvenes<br />
cienfuegueros que se dirigían a la<br />
movilización en saludo a los aniversarios<br />
de la UJC y la Organización de Pioneros.<br />
Ese día el periodista apreció su<br />
gesto de dolor al bajarse, y ella le<br />
confió el momentáneo percance; sin<br />
embargo, hasta más adelante no lo<br />
haría a nadie más, porque deseaba<br />
—y así lo hizo— rendir su esfuerzo<br />
por una efeméride de tanta significación<br />
para ella y sus compañeros.<br />
Esta muchacha participó luego en<br />
todas las movilizaciones efectuadas<br />
por la UJC en la provincia, y es una<br />
de las que acudirá nuevamente al<br />
surco este 17 de mayo. De igual modo<br />
lo harán coetáneos suyos en cada<br />
uno de los municipios.<br />
Su ejemplo se multiplica en la<br />
obra y en el rostro de muchos<br />
muchachos. Otro de los tantos que<br />
se han destacado en el proceso de<br />
recuperación de la agricultura en<br />
Cienfuegos, tras el azote de los<br />
ciclones, es Rafael A. Hernández<br />
Menéndez, del municipio de Rodas.<br />
El joven obrero se ha incorporado<br />
en par de ocasiones, de forma voluntaria,<br />
al campamento 26 de Julio, de<br />
la UJC, enclavado en Horquita, municipio<br />
de Abreus. <strong>Las</strong> dos veces fue<br />
distinguido como trabajador sobresaliente<br />
por su productividad.<br />
Hay que ver a Rafelito en el surco.<br />
Tuve la curiosidad de observarlo<br />
una mañana: no habla, no<br />
se distrae… hasta cumplir su norma.<br />
Entonces se relaja, conversa,<br />
bromea… Se siente distendido<br />
tras su hombrada de llenar decenas<br />
de sacos de malanga, papa,<br />
cajas de tomate, boniato…<br />
Yipsy y Rafelito son solo dos de<br />
los 45 000 jóvenes que desde octubre<br />
a la fecha intervinieron aquí en el<br />
proceso recuperativo.<br />
Yoleisy García Moya, miembro del<br />
Buró Provincial de la UJC al frente de<br />
la esfera de Jóvenes Trabajadores y<br />
Combatientes, se siente feliz de la<br />
heroicidad protagonizada por estudiantes,<br />
obreros, profesionales…<br />
«Nuestra fuerza enfrentó la etapa<br />
recuperativa no solo con su entusiasmo<br />
característico, sino con rigor<br />
y sistematicidad. En un momento<br />
mantuvimos al unísono tres campamentos,<br />
uno en el llano y dos en la<br />
montaña, durante la cosecha cafetalera»,<br />
afirma Yoleisy.<br />
Luego, continúa, quedaron dos: el<br />
permanente de Horquita (el cual<br />
presta servicios de forma ininterrumpida<br />
desde el 10 de octubre) y el de<br />
Loma del Pichi, enclavado en el Macizo<br />
de Guamuhaya.<br />
En estos momentos se actúa en<br />
consonancia con la orientación del<br />
Partido del territorio de rescatar dos<br />
de estas instalaciones en la serranía,<br />
las cuales deben quedar listas<br />
para el 26 de julio, adelanta.<br />
Subraya el hecho de que desde<br />
octubre hasta el día de hoy tuvieron<br />
lugar 14 rotaciones de contingentes<br />
de movilizados en el 26 de Julio horquiteño,<br />
emblema de los campamentos<br />
cienfuegueros.<br />
Existe un sistema montado por<br />
municipios, de cara a la reactivación<br />
de nuevos grupos de voluntarios cada<br />
15 o 21 días aquí. Participan todas<br />
las instancias de la UJC, las universidades,<br />
los jóvenes trabajadores.<br />
Ochenta de ellos rotaron hasta diciembre;<br />
40 a partir de enero.<br />
Hasta el 22 de mayo, en Horquita<br />
laborarán muchachos del municipio<br />
Tres campamentos juveniles llegaron a funcionar al unísono en Cienfuegos.<br />
de Cruces y alumnos de la Universidad<br />
Carlos Rafael Rodríguez, de<br />
Cienfuegos. Para los de la Educación<br />
Superior será su última intervención<br />
por el momento, hasta que culminen<br />
sus exámenes de curso.<br />
El propio 22, sin interrupción en la<br />
faena, entrarán allí movilizados de<br />
los municipios de Cienfuegos, Aguada<br />
y Palmira, indica Yoleisy.<br />
Para Adez López, segunda secretaria<br />
de la UJC en la provincia, lo<br />
hecho por los jóvenes es realmente<br />
meritorio, por las cifras conseguidas.<br />
Yoleisy apunta que las magnitudes<br />
de malanga, papa, boniato,<br />
tomate y frutabomba recolectadas<br />
son notables.<br />
Pero no solo recogen, también<br />
siembran: para que se tenga una<br />
idea, son plantadas por rotación cerca<br />
de dos caballerías de posturas de<br />
tomate; mil unidades de frutabomba;<br />
165 sacos de semillas de malanga;<br />
64 cajas de posturas de col; diez<br />
cajas de acelga; 20 surcos de lechuga;<br />
25 surcos de semilla de ají y cerca<br />
mil de papa.<br />
En la recolección del tubérculo la<br />
función de los muchachos no puede<br />
definirse sino de estupenda. Ellos<br />
se echaron sobre la espalda la<br />
tarea más dura de todas: la resaca,<br />
esto es pescar las papas que quedaron<br />
de la primera y segunda recogida.<br />
En la resaca llenar un saco cuesta<br />
casi tanto como 15 en la primera,<br />
dicen los conocedores. Esta es gente<br />
con la que puede contarse para<br />
cualquier cosa, aseguran los agricultores,<br />
al verlos saco al hombro.<br />
Y es que tienen fibra, valor, sentido<br />
de la responsabilidad y de su rol<br />
histórico. Fidel ponderó una vez, en<br />
recordado discurso, la valía de los<br />
cienfuegueros: su juventud constituye<br />
el mejor aserto de ello.<br />
ACUSE<br />
DE RECIBO<br />
JOSÉ ALEJANDRO RODRÍGUEZ<br />
acuse@jrebelde.cip.cu<br />
¿Estatal o testicular?<br />
EN tanto las quejas, planteamientos y<br />
sugerencias de los ciudadanos se atiendan<br />
con propiedad, y se tomen medidas al<br />
respecto, el poder del pueblo sí será<br />
poder; le respondo al lector Ángel Rubén<br />
Santiesteban, quien narra un triste incidente,<br />
en el cual los afectados se sintieron<br />
impotentes, a pesar de sus protestas.<br />
La voluntad de gobernar con todos no<br />
fragua per se. Hay que plasmarla todos<br />
los días. Y ese poder se fortalecerá en la<br />
medida en que descanse en un sistemático<br />
control popular sin mediaciones y<br />
erosiones burocráticas, al cual tenga que<br />
subordinarse quien transgreda leyes, normas<br />
y reglamentos, sea quien fuere.<br />
Ángel Rubén (El Rodeo, El Caney, Santiago<br />
de Cuba) relata una historia muy elocuente,<br />
representativa de lo que pudiera<br />
estar sucediendo en otros sitios, a contrapelo<br />
de la política gubernamental:<br />
El pasado 1ro. de mayo, a las 10:50<br />
a.m., el chofer del ómnibus 067 de la ruta<br />
15 con destino a El Caney, montó a unas 15 personas<br />
antes de la primera parada, en el parque<br />
Abel Santamaría, en franca burla a quienes llevaban<br />
largo rato en cola, esperando; entre ellos<br />
ancianos y mujeres con niños pequeños.<br />
Los afectados protestaron, pero nada pudieron.<br />
Y como si fuera poco, el chofer, en un acto<br />
de desprecio a quienes esgrimían sus derechos,<br />
arrancó súbitamente y los dejó allí, para, a<br />
solo unos metros de la parada, recoger a ocho<br />
personas que tampoco estaban en la cola.<br />
«En ese momento me pregunté si eso era<br />
una guagua que, costeada y financiada por el<br />
Estado, presta servicio a la población; o si era un<br />
ómnibus particular, que lleva a quien quiere su<br />
chofer. Cuando quiere», manifiesta Ángel Rubén.<br />
El remitente considera que hay que ponerle<br />
freno ya, sin timidez, a esas indisciplinas y atribuciones<br />
infundadas, que están afectando a<br />
los ciudadanos en distintas esferas de la vida<br />
cotidiana; mientras que otros, ya sea por dinero<br />
o amistad, pasan por encima de quien sea,<br />
para resolver sus problemas.<br />
DESVERGONZADAS PIEDRAS<br />
Llueve sobre mojado lo de Correos de Cuba,<br />
sentencia Elsidia Borges, vecina de calle B<br />
número 230, entre 6 y 7, Imías, provincia de<br />
Guantánamo. Y tiene razón para expresarse así.<br />
Póngase en su lugar y verá:<br />
El 23 de abril, cuando me escribió, había<br />
acabado de llegar de la oficina de correos,<br />
para recibir un bulto postal que le enviaron del<br />
exterior: pagó sus 21 pesos por extraerlo, y<br />
cuando lo abrió, el contenido del mismo eran<br />
piedras. A manera de acusación de la felonía,<br />
estaba también la carta de la remitente con la<br />
lista de lo que enviaba: dos pares de zapatos<br />
y dos pares de sandalias de mujer, seis calzoncillos,<br />
cinco pañuelos, una blusa y un blúmer.<br />
«Es vergonzoso que no exista la seguridad<br />
para que las personas confíen en una empresa<br />
donde el Estado ha invertido tanto, para<br />
garantizar que la rapidez y calidad del servicio<br />
sean de excelencia», señala Elsidia.<br />
Lamentablemente, casos como este pululan.<br />
Y aunque la dirección de Correos de<br />
Cuba ha desatado una batalla sistemática<br />
contra esas prácticas que tanto denigran<br />
su imagen y la de sus honrados trabajadores,<br />
lo cierto es que no ha podido<br />
acorralar de una vez este fenómeno. Se<br />
reproduce como una hidra, y eso lo prueban<br />
la cantidad de cartas con historias<br />
similares que llegan a esta columna. Nos<br />
duele tener que decirlo. Ojalá que escampe<br />
un día no lejano este diluvio de fechorías.<br />
Es muy serio y profundo el alerta de<br />
ambas cartas, la de Ángel Rubén y esta de<br />
Elsidia, por más comunes que parezcan<br />
las historias narradas. Los servicios del<br />
Estado a favor de la población, no pueden<br />
ir minándose y desarticulándose aquí y<br />
allá. La legalidad no puede seguir quebrantándose<br />
impunemente en el día a día.<br />
Los intereses y apetencias personales no<br />
pueden ir desplazando a los del pueblo,<br />
que es quien sostiene este país.