Las señales inequívocas - Juventud Rebelde
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06<br />
INTERNACIONAL<br />
DOMINGO 17 DE MAYO DE 2009<br />
juventud rebelde<br />
El diferendo con Eslovenia por la bahía de Piran, le está complicando a Croacia su acercamiento a<br />
la Unión Europea.<br />
Croacia/ Adhesión a la Unión Europea<br />
La rayita del tabernero<br />
por LUIS LUQUE ÁLVAREZ<br />
luque@jrebelde.cip.cu<br />
EN el piso de una taberna en los Balcanes, el<br />
dueño trazó una raya amarilla: a un lado queda<br />
Eslovenia; al otro, Croacia, de modo que quienes<br />
piden un bistec de cerdo y una jarra de cerveza<br />
en un país de la Unión Europea, salen de<br />
las fronteras comunitarias un rato después, en<br />
busca de los baños. Y el asunto es motivo de<br />
risa para los parroquianos.<br />
La anécdota, contada por el diario británico<br />
The Independent, sirve para recordar que ambos<br />
países, escindidos de Yugoslavia a principios<br />
de los años 90, todavía tienen un litigio<br />
fronterizo. Se trata de la bahía de Piran, un espacio<br />
de apenas 13 kilómetros cuadrados que<br />
está complicándole a Croacia el avance hacia<br />
su integración en la UE.<br />
Sí, porque desde diciembre pasado Eslovenia<br />
bloquea el proceso, hasta tanto no se resuelva<br />
el contencioso. «¡Tanto lío por cinco o<br />
seis cuadras!», pensará el lector no enterado,<br />
pero sucede que ese espacio tan reducido es<br />
prácticamente lo único con que cuentan los<br />
eslovenos para poder acceder a aguas profundas,<br />
pues el país está geográficamente aprisionado<br />
entre Italia y Croacia, a las que, si algo les<br />
sobra, es agua salada…<br />
El diferendo esloveno-croata cumple ya 19<br />
años, y aunque Ljubljana y Zagreb han tenido<br />
tiempo de sobra para definir por dónde pasa la<br />
línea amarilla, hasta ahora «nananina». Con un<br />
pequeño detalle: la primera entró a la UE en<br />
mayo de 2004, mientras que la segunda está<br />
aún a la puerta.<br />
¿Qué significa eso? Pues que, para admitir<br />
a un nuevo miembro en el bloque comunitario,<br />
tienen que levantarse 27 manos para aprobarlo,<br />
y la de Eslovenia se ha quedado abajo a última<br />
hora, cuando se preveía que las negociaciones<br />
terminarían a finales de 2009, y que<br />
Croacia ingresaría en 2011.<br />
No será la primera vez que se utiliza esta<br />
ventaja para frenar la adhesión de un país candidato:<br />
poco tiempo atrás, Chipre bloqueó las<br />
conversaciones con Turquía, porque esta decidió<br />
no permitir el acceso de barcos y aeronaves<br />
chipriotas a su territorio. Otro caso, el de la Antigua<br />
República Yugoslava de Macedonia, puede<br />
sentarse a esperar las calendas griegas, porque<br />
—¡vaya coincidencia de palabras!— Grecia<br />
no permitirá su adhesión hasta que aquella quite<br />
de su denominación oficial el nombre «Macedonia».<br />
Atenas recela de futuras pretensiones<br />
anexionistas hacia su norteña provincia homónima,<br />
patria de aquel belicoso Alejandro que conocemos<br />
por los libros de historia…<br />
De pronto, la UE suena el silbato de árbitro.<br />
Olli Rehn, comisario europeo para la Ampliación,<br />
propone un plan: cinco jueces —de ellos, uno<br />
esloveno y otro croata— tendrán a su cargo la<br />
partición exacta de la frontera. Croacia querría<br />
dividir la bahía en partes iguales, pero a Eslovenia<br />
le parece que ello obstaculizaría la navegación<br />
de sus barcos. Entonces, con esta suerte<br />
de «ni pa’ ti, ni pa’ ti», la Comisión Europea pone<br />
en manos de los dos la resolución del conflicto<br />
por vías más expeditas. Y los croatas, que consideraban<br />
llevar el asunto a la Corte Internacional<br />
de Justicia de La Haya, han dado el sí. Falta<br />
ahora su contraparte…<br />
Paradójicamente, si a alguien le beneficiaría<br />
salir rápido de este asunto y no enredarse en<br />
La Haya, es a Zagreb. Con la crisis económica<br />
apagando los embullos de los países eurocomunitarios<br />
de recibir a nuevos miembros (por<br />
regla general, cortos de billete), y mientras los<br />
pronósticos internos dicen que la economía se<br />
encogerá en un 3,7 por ciento y que el desempleo<br />
subirá rápidamente (ahora ronda el<br />
14 por ciento), tal vez al país de la corbata más<br />
le valdría ahorrarse papeleos y correr cuanto<br />
antes bajo el paraguas de Bruselas. Es lo que<br />
hará, previsiblemente, Islandia.<br />
Debe ser por eso que algunos políticos de<br />
los países miembros de la UE confiesan que,<br />
en verdad, les importa un pepino ácido el tema<br />
de la bahía de Piran, y más les preocupa sumarse<br />
un nuevo socio que vendría con el pico abierto,<br />
como los pichones en el nido, en un momento<br />
en que hay muy poca lombriz que repartir.<br />
Otros, entretanto, se fijan más en un aspecto<br />
hasta aquí no mencionado: la rampante corrupción<br />
y la amenaza del crimen organizado, que<br />
ha sacado de escena, bombas mediante, lo<br />
mismo a periodistas que a abogados.<br />
El sitio web oficial de la UE lo refiere: «En Croacia,<br />
la corrupción afecta sobre todo a los sectores<br />
de la salud, la construcción, la economía y las<br />
ciencias, así como al aparato judicial y a la administración<br />
local y pública», mientras que el propio<br />
comisario Rehn, la pasada semana, dedicó un<br />
aparte en un discurso a recordarle al país balcánico<br />
que «aún tiene mucho que hacer en cuanto<br />
a la reforma judicial y el combate a la corrupción».<br />
Quizá sea tiempo de que Zagreb pregunte al<br />
tabernero por dónde le aconseja pasar la rayita<br />
amarilla, y de poner la cabeza en asuntos<br />
más urgentes.<br />
Crisis económica global<br />
Seychelles: el paraíso<br />
en bancarrota<br />
por JORGE LUIS RODRÍGUEZ<br />
orgeluis@jrebelde.cip.cu<br />
LAS islas Seychelles, tan conocidas como<br />
el idílico destino del turismo opulento para<br />
exóticas estancias, por ser hogar de especies<br />
vegetales y animales únicas o por alojar<br />
la mayor población de tortugas gigantes<br />
del orbe, comienzan a ser destacadas también<br />
por estar al punto de una bancarrota.<br />
La interconexión de los mercados, propia<br />
de la globalización, no perdona, y las economías<br />
de pequeños estados insulares<br />
como ese archipiélago africano ubicado en<br />
el Océano Índico peligran. Hasta sus propias<br />
costas llegan, con la fortaleza destructora<br />
de un tsunami, la inseguridad y la debilidad<br />
de los sistemas financieros del Norte.<br />
<strong>Las</strong> variables económicas de Seychelles<br />
tienen un comportamiento bastante<br />
preocupante. El pequeño Estado, con una<br />
población que no llega a los 100 000 habitantes,<br />
se encuentra en la lista de los más<br />
endeudados, con un ranking de ¡nada más<br />
y nada menos que unos 800 millones de<br />
dólares!<br />
Luego de una breve recuperación después<br />
de unos años de retroceso, los ingresos<br />
del turismo y la pesca —las dos actividades<br />
económicas principales de ese<br />
país—, comenzaron a caer en 2008, lo<br />
que provocó que Victoria dejara de pagar<br />
los bonos por 230 millones de euros que<br />
habían emitido en arreglo con Lehman Brothers<br />
antes de que esta compañía cayera<br />
en su propia bancarrota.<br />
Este préstamo fue en dos partes: un<br />
primer paquete de 200 millones en 2006<br />
y otros 30 millones un año después. En<br />
2002, según seychellesweekly.com, el<br />
gobierno de Victoria negoció préstamos de<br />
150 millones con un grupo de bancos<br />
(Tokyo-Mitsubishi Bank, Barclays, Standard<br />
Chartered and Mauritius Commercial<br />
Bank) que trató de responder con la garantía<br />
de los ingresos de Indian Ocean Tuna,<br />
una de las mayores productoras de Atún<br />
en el mundo.<br />
Con las pérdidas en la pesca y el turismo,<br />
Kenya<br />
Tanzania<br />
Mozambique<br />
Somalia<br />
Islas Seychelles<br />
Madagascar<br />
Océano<br />
Índico<br />
en noviembre de 2008 el Fondo Monetario<br />
Internacional (FMI) —el mismo que con su<br />
aliado el Banco Mundial ha subordinado<br />
su asistencia financiera a la adopción de<br />
las políticas neoliberales que hoy están en<br />
crisis— acudió al «rescate» con un paquete<br />
de 26 millones de dólares por dos<br />
años. También el archipiélago busca una<br />
renegociación de sus deudas con el Club<br />
de París, un foro de acreedores formado<br />
por Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia<br />
y otros países de Occidente.<br />
Esta vez, como siempre hace con los<br />
estados del Sur, la desacreditada institución<br />
financiera internacional pidió a cambio<br />
de su «cooperación» la implementación<br />
de políticas que incluyen la eliminación de<br />
todos los controles en el intercambio<br />
comercial, la devaluación de su moneda<br />
—a rupia—, y un mercado sin interferencia<br />
estatal.<br />
Victoria también tomó otras medidas<br />
como el recorte de gastos y el reajuste de<br />
las plantillas del sector público.<br />
No obstante, los recientes pronósticos<br />
del FMI siguen siendo desalentadores: la<br />
economía de Seychelles se contraerá en<br />
aproximadamente un 9,5 por ciento en<br />
2009, mientras la llegada de turistas al<br />
paraíso altamente endeudado declinará<br />
en un 25 por ciento.<br />
La acción de algunos piratas que se<br />
han ido desplazando desde el Golfo de<br />
Adén y las costas somalíes hacia más al<br />
sur, llegando a los mares de Seychelles,<br />
también amenaza al turismo y la pesca en<br />
este país que no dispone de los medios<br />
suficientes para combatir ese flagelo. Allí,<br />
los modernos corsarios ahuyentan a los<br />
visitantes extranjeros que buscan el reposo<br />
en las aguas tropicales del archipiélago<br />
africano o a las embarcaciones pesqueras<br />
que en ocasiones se refugian en el Puerto<br />
Victoria, al no contar con la seguridad para<br />
faenar. Esta, aunque no es una razón tan<br />
fuerte como la debacle mundial, echa un<br />
poquito más de arena en el vaso ya desbordado.<br />
El impacto del descalabro mundial en<br />
la industria turística, una de las que más<br />
mano de obra ocupa en ese país, ha propiciado<br />
que el número de desempleados<br />
se haya triplicado en cinco meses: de 1,4<br />
por ciento en octubre de 2008 a 4,4 en<br />
febrero de 2009, según datos del Buró<br />
Nacional de Estadísticas.<br />
Otra de las respuestas de Victoria es<br />
potenciar aún más la condición del país<br />
como uno de los principales paraísos fiscales.<br />
Pero esto quizá pudiera ponérsele<br />
un poco difícil con la amenaza del G-20,<br />
—emanada de su cumbre en Washington—<br />
de eliminar a los bancos off shore<br />
(fuera de sus costas), una vez que el FMI<br />
estima que hacia ellos escapa la cuarta<br />
parte de la riqueza privada de todo el mundo,<br />
huyendo de los controles fiscales. Por<br />
supuesto, si la palabrería derivara en praxis<br />
—lo cual realmente dudo— será contra<br />
paraísos como Seychelles e Islas Caimán<br />
(en el Caribe) y no contra los europeos, allí<br />
en las mismas narices de quienes pretenden<br />
encabezar esta cruzada.<br />
Ante el caos, Seychelles tiene el reto<br />
de diversificar más su economía y no hacerla<br />
tan dependiente de los ingresos del<br />
turismo y la pesca, además de no mirar<br />
tanto al Norte y buscar la integración con<br />
el Sur. Para otros está la lección: si el panorama<br />
de uno de los destinos del turismo<br />
opulento se pinta tan oscuro, ¿qué<br />
será de los más modestos que perciben<br />
ingresos con sus ofertas de todo-incluido?