La voluntad se ejercita - Juventud Rebelde

por ADÁN
LA edición XV de la Muestra de Humor Gráfico
de Alcalá de Henares, en Madrid, fue momento
oportuno para que Jape (primero a la izquierda),
nuestro enviado especial, realizara la presentación
del libro De Vuelta y Vuelta del colega santaclareño
Alfredo Martirena, quien también estuvo
invitado a esta muestra internacional, pero
que apenas se aprecia en la foto.
¡Faltan 127 días
para la Bienal
Internacional del
Humor de San Antonio
de los Baños!
EL pasado 29 de septiembre fue inaugurada
en Croacia, una muestra personal de nuestro
colega, Carlos Alejandro Falcó Chang (Falco) en
la galería Osijek de la ciudad del mismo nombre.
Más de 40 de sus trabajos se exponen en
esta ciudad, para luego trasladarse hacia otras
galerías hasta finales de este año.
Lo que aparece arriba es el cartel de la exposición,
pero como está en croata, se lo explicamos.
www.dedete.cubaweb.cu
DESDE este sábado aquel que visite el parque
de diversiones La Isla del Coco, en el municipio
capitalino de Playa, podrá llevarse a casa
una caricatura personal de las manos de los
caricaturistas del grupo Aspirina, liderados por
Narciso, quien aparece en la foto.
ddt@jrebelde.cip.cu
Introspección
crónica
por JAPE, enviado especial
ALCALÁ DE HENARES, Madrid. — Introspección
es igual a reflexionar, analizar, tomar conciencia
sobre algo. Algo que puede ser crónico (arraigado,
habitual, y/o grave) y además convertirse en una
crónica, que no es la mujer del crónico y sí un
género periodístico que se basa en lo anecdótico.
Tomar distancia es el mejor método para realizar
ambas cosas (también para ganar una carrera
de atletismo siempre que la distancia sea
delante del resto de los competidores).
Para tomar distancia no es necesario cruzar
el Atlántico, ni siquiera el río Almendares. Se trata
de mirar las cosas desde afuera de sí mismo,
sin estar involucrado del todo. Esta posibilidad
me la permitió el hecho de estar más de una
semana rodeado de humoristas gráficos de
todo el mundo, y de todo tipo.
Estar rodeado de caricaturistas me ocurre en
el dedeté los 365 días del año, pero allí soy uno
más de ellos (aunque LAZ así no lo crea) y no percibo
con claridad la profundidad del hecho. Veo,
critico, elogio, admiro, envidio (sanamente) las
obras que salen de sus elementales herramientas
de trabajo y no calculo la gran importancia de
este lenguaje, la apabullante ventaja del humor
sobre el resto de sus colegas gráficos y del humor
en todos los medios de comunicación.
Luego de exponer mi tesis, propongo un ejemplo:
En días pasados visitamos un centro penitenciario
femenino en las afuera de Alcalá. Asistieron
caricaturistas de Argentina, España, Uruguay,
México, Cuba, Chile… También había reclusas de
estos y muchos otros países. En el teatro del
centro tuvo lugar la actividad en que artistas
hacían dibujos, caricaturas personales, tarjetas
de felicitación, según la petición de las internadas.
Sé que Laz (y muchos otros) se preguntarán
¿Y tú que hacías allí?
Realicé varias entrevistas en las que trataba
de descubrir cuán importante resultaba esta
actividad para ellas. Todas coincidían en que era
uno de los momentos más esperados, dentro
de un conjunto de sucesos que incluían visitas
a lugares históricos, encuentro con profesionales
de otros oficios y especialistas de diversas
materias. El humor permitía sentirse más a gusto
y en igualdad de condiciones, relajaba las tensiones,
y daba pie a reírse hasta de sí misma,
sin prejuicio alguno.
Fue esta una de las experiencias que he vivido
más intensamente en mi periplo. No solo
porque una de las chicas, en su intención de
retratar a cada uno de nosotros con una palabra,
me tildó de sensual. Algo que no escuchaba
desde que estrenaron el filme Corazón
valiente, y creo que se referían a Mel Gibson, no
a mí. Agradecí, más que el elogio, la sinceridad
del intercambio entre todos, de hacer visible una
vez más la importancia del humor.
A contraposición del hecho, uno de los puntos
más debatidos en el pequeño (pero profundo)
congreso que tuvo lugar durante esos días
fue la importancia (o no) del humorismo gráfico
ante la complejidad que vive el mundo actual.
Algunos (maestros reconocidos incluso), afirmaban
que ser caricaturista, que ser humorista, era
solo un oficio, que no pensaban que desde su
escritorio podrían cambiar el mundo.
Desde mi introspección crónica quedo pensando:
¿Cambiar el mundo? Es difícil. Pero tratar
de que sea mejor, contribuir a que sea mejor, es
algo que nadie debe censurarse; mucho menos
el humor.
LAS ÚNICAS PERSONAS NORMALES SON LAS QUE UNO NO CONOCE BIEN