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La voluntad se ejercita - Juventud Rebelde

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juventud rebelde DOMINGO 23 DE NOVIEMBRE DE 2008 CULTURA 09<br />

Auténtica fiesta del espíritu<br />

Durante los ensayos antes de la pre<strong>se</strong>ntación en la Sala Dolores, de izquierda a derecha: el maestro Uli<strong>se</strong>s Hernández, Anolan González, Frank Berenguer y José Antonio Méndez.<br />

texto y fotos JOSÉ LUIS ESTRADA<br />

BETANCOURT<br />

jo<strong>se</strong>lestrada@jrebelde.cip.cu<br />

LA grandeza de Uli<strong>se</strong>s Hernández no<br />

solo radica en su extraordinario virtuosismo<br />

como pianista, sino en su visión<br />

de futuro, en su incansable desvelo<br />

por rescatar todo aquello que contribuya<br />

a enriquecer el patrimonio cultural<br />

cubano. Lo más reciente que hizo<br />

fue de<strong>se</strong>mpolvar la obra de quienes<br />

en su tiempo integraron el imprescindible<br />

Grupo de Renovación Musical,<br />

cuyo quehacer <strong>se</strong> inscribe entre<br />

lo más significativo que tuvo lugar en<br />

la música cubana durante el siglo XX.<br />

Fundado por José Ardévol e integrado<br />

por jóvenes músicos que estudiaban<br />

con el reconocido músico catalán<br />

en el antiguo Con<strong>se</strong>rvatorio Municipal<br />

de <strong>La</strong> Habana: Harold Gramatges,<br />

Edgardo Martín, Julián Orbón,<br />

Argeliers León, Hilario González, Serafín<br />

Pro, Gi<strong>se</strong>la Hernández, Juan Antonio<br />

Cámara, Dolores Torres, y Virginia<br />

y Margot Fleites, el Grupo de Renovación<br />

Musical no tuvo larga vida,<br />

aunque sí existió lo suficiente como<br />

para entregar una obra enjundiosa,<br />

contundente. De ahí el interés del más<br />

reciente Gran Premio del Cubadisco<br />

2008 —gracias al exquisito tríptico<br />

Mozart en <strong>La</strong> Habana—, por situar<br />

en el lugar que le corresponde a estos<br />

eminentes músicos. Y escogió para<br />

comenzar a León, tomando en consideración<br />

que en el 2008 <strong>se</strong> cumplían<br />

90 años del nacimiento del ya<br />

desaparecido musicólogo, compositor<br />

y etnólogo.<br />

Lejos de alimentar su ego y de<br />

agenciar<strong>se</strong> para sí la gloria que conlleva<br />

emprender esta estimulante pero<br />

agotadora faena, Uli<strong>se</strong>s convidó a<br />

otros colegas. Quienes siguen de cerca<br />

su carrera dirán que no es nueva<br />

para nada esta práctica, solo que ahora<br />

invitó a estudiantes del Instituto Superior<br />

de Arte y de la Escuela Nacional<br />

de Arte, además de a otros maestros<br />

de ambos planteles, quienes<br />

conformaron la Camerata del ISA que<br />

condujo el talentoso, creativo y joven<br />

José Antonio Méndez Padrón.<br />

«Veo de manera exitosa el uso de<br />

jóvenes para la interpretación y promoción<br />

de estas obras, enfatiza Uli<strong>se</strong>s,<br />

por la actitud desprejuiciada con<br />

que <strong>se</strong> enfrentan a propuestas armónicas<br />

atrevidas, a las más disímiles<br />

complejidades rítmicas... Es una virtud<br />

que <strong>se</strong> enriquece con la vida moderna,<br />

lo cual posibilita que aquello<br />

que antes podía sonar extraño, aho-<br />

ra les parezca lo más cotidiano, porque<br />

forma parte de sus mundos sonoros.<br />

Sin duda, a partir de la magnífica<br />

ejecución del concierto —fue recogido<br />

en una grabación y en un DVD—, la<br />

música de este grande <strong>se</strong>rá más interpretada,<br />

con lo cual es-taremos haciendo<br />

justicia a la música cubana».<br />

¿POR QUÉ SANTIAGO?<br />

Unos me<strong>se</strong>s después del onomástico<br />

de Argeliers León, cuando el<br />

Teatro Auditórium Amadeo Roldán vivió<br />

una jornada memorable al acoger<br />

el concierto con el cual <strong>se</strong> homenajeó<br />

al fundador del Centro de Investigación<br />

y Desarrollo de la Música Cubana,<br />

Hernández hacía realidad otro<br />

sueño. Y es que mientras muchos<br />

añoran llegar hasta la capital para<br />

probar<strong>se</strong> —algo entendible, por cierto—<br />

Uli<strong>se</strong>s solo pensaba en embarcar<strong>se</strong><br />

hasta la capital del Caribe con<br />

sus colegas profesores y sus alumnos,<br />

los muy jóvenes pianistas Oscar<br />

Verdeal y Víctor Díaz; la magnífica flautista<br />

Yailín Martínez; los percusionistas<br />

Kei<strong>se</strong>l Jiménez y Miguel Escuriola;<br />

y la Camerata del ISA, y así pasar<br />

la prueba de fuego que repre<strong>se</strong>nta<br />

poner algunas de las composiciones<br />

de Argeliers —su catálogo de composición<br />

consta de más de 70 obras<br />

de los más diversos géneros— a consideración<br />

del público habitual de la<br />

Sala Dolores.<br />

El significativo acontecimiento tuvo<br />

lugar a pocos días del paso devastador<br />

de los huracanes Ike y Gustav<br />

por la Isla. Parecía que las fuerzas de<br />

la naturaleza <strong>se</strong> habían confabulado<br />

para poner a prueba el empuje y el<br />

optimismo de los cubanos. Pero contrario<br />

a lo que algunos creyeron, los<br />

huracanes avivaron en nuestros artistas<br />

e intelectuales <strong>se</strong>ntimientos de<br />

solidaridad superiores a los considerables<br />

destrozos provocados por estos<br />

terribles eventos climatológicos.<br />

«Siempre imaginé que Santiago<br />

<strong>se</strong>ría una excelente plaza para pre<strong>se</strong>ntar<br />

las tres importantes Sonatas<br />

de la Virgen del Cobre, de Argeliers,<br />

y no solo por las bondades que brinda<br />

la mejor sala de conciertos del<br />

país, o porque en esa ciudad radica<br />

el santuario, sino también porque sabíamos<br />

que después de Gustav y Ike<br />

las provincias orientales necesitaban<br />

de e<strong>se</strong> alimento espiritual. Como <strong>se</strong>res<br />

humanos y artistas debíamos ofrecer<br />

nuestras obras en aras de compensar<br />

el estado de impotencia que<br />

inevitablemente aparece ante las<br />

pérdidas.<br />

«Decidimos, además de tocar, compartir<br />

en las escuelas de música, trabajar<br />

en la docencia y entregar materiales<br />

útiles como discos, libros y partituras.<br />

Esta otra razón de nuestra visita<br />

fue avalada por el entusiasmo<br />

del <strong>se</strong>llo discográfico Colibrí que donó<br />

para los centros que visitamos lo<br />

más importante de su catálogo.<br />

«<strong>La</strong> Facultad de Música del ISA fue<br />

otro de los grandes colaboradores al<br />

facilitarnos partituras para las distintas<br />

disciplinas musicales y al permitir<br />

que sus estudiantes pudieran permanecer<br />

fuera del centro los días necesarios.<br />

Debo agradecer esta ayuda especialmente<br />

a Mivian Ruiz, decana de<br />

dicha Facultad. Asimismo, el Centro<br />

Nacional de la Música de Concierto<br />

hizo suya la iniciativa y nos organizó la<br />

gira cuidando mucho de los detalles<br />

necesarios para que el trabajo llegara<br />

a un feliz final».<br />

INOLVIDABLE EXPERIENCIA<br />

Todo hacía indicar que la lluvia<br />

arruinaría una pre<strong>se</strong>ntación largamente<br />

esperada, pero a las nueve de la<br />

noche la Sala Dolores amparaba a<br />

numerosos paraguas y a un auditorio<br />

que denotaba agradecimiento pero,<br />

sobre todo, expectación. Vestidos de<br />

gala, no podían evitar hacer visible el<br />

temor de que aquellas creaciones que<br />

alguna vez «escandalizaron» hoy no<br />

les dijeran nada. Pero eso solo fue al<br />

principio. Bastó con que Dos danzones<br />

para piano fuera pre<strong>se</strong>ntado por<br />

Oscar Verdeal (piano), Kei<strong>se</strong>l Jiménez<br />

(pailas) y Miguel Escuriola (güiro) para<br />

que la comunicación <strong>se</strong> estableciera<br />

inmediatamente.<br />

El propio Oscar, quien está próximo<br />

a graduar<strong>se</strong> en el ISA, reconocía<br />

a este diario que «inicialmente fue muy<br />

difícil acercarnos a las composiciones<br />

de Argeliers, pero poco a poco nos<br />

fueron invadiendo al punto de que<br />

ahora es muy común que nos escuches<br />

tarareando su música».<br />

Una muestra de la manera como<br />

ellos <strong>se</strong> han ido adueñando de la universal<br />

cubanía que exhiben las creaciones<br />

de Argeliers, fue la magnífica<br />

interpretación que lideraron estos<br />

tres jóvenes, al igual que la que centraron<br />

Yailín Martínez (flauta) y Víctor<br />

Díaz (piano), acompañados por la<br />

Camerata del ISA, dirigida por Méndez,<br />

en Concertino para flauta, piano<br />

y cuerdas, una pieza donde <strong>se</strong><br />

pa<strong>se</strong>a a sus anchas el contrapunto,<br />

pero en la que no esca<strong>se</strong>a una<br />

indescriptible dulzura, gracias en<br />

buena medida a la mágica controversia<br />

que establecieron Yailín Martínez<br />

y Víctor Díaz.<br />

Homenaje a un amigo, ubicada a<br />

mitad del concierto, resultó quizá la<br />

obra más experimental y arriesgada<br />

de las que <strong>se</strong> pre<strong>se</strong>ntaron tanto en la<br />

capital como en Santiago. Concebida<br />

para piano, cordaje y banda magnetofónica,<br />

permitió a los santiagueros<br />

constatar la valía de Uli<strong>se</strong>s Hernández,<br />

responsable de la concepción y realización<br />

general del espectáculo, como<br />

instrumentista.<br />

Obra para nada convencional Concertino...<br />

fue interpretada con absoluta<br />

destreza. Preciso en la pulsación<br />

del cordaje de un piano que ejecutó<br />

con su maestría habitual y <strong>se</strong> acopló<br />

perfectamente a la banda grabada,<br />

Hernández regaló momentos muy<br />

emotivos.<br />

Al final, Uli<strong>se</strong>s invitó a sus alumnos<br />

Verdeal y Díaz para, juntos, defender<br />

las tres Sonatas de la Virgen<br />

de la Caridad del Cobre, piezas que<br />

acabaron por poner de pie a un público<br />

que <strong>se</strong> preguntaba incrédulo cómo<br />

pudo estar tanto tiempo «oculta»<br />

una música sin duda de vanguardia y<br />

tan fabulosamente criolla. Antes, la<br />

Camerata del ISA, que también participó<br />

en e<strong>se</strong> hermoso homenaje a la<br />

Patrona de Cuba, había ocupado el<br />

escenario para tocar Cuatro danzas<br />

para orquesta de cuerdas.<br />

Si, de principio a fin, no esca<strong>se</strong>aron<br />

ni esplendor ni encanto en este<br />

espectáculo <strong>se</strong> debió, en buena medida,<br />

a José Antonio Méndez, quien con<br />

su precisa dirección evidenció un estudio<br />

profundo de las composiciones<br />

de Argeliers, lo que fue e<strong>se</strong>ncial para<br />

que el conjunto sonara como si estuvieran<br />

familiarizados desde siempre<br />

con estas exigentes obras.<br />

ENERGÍA POSITIVA<br />

Virtuosos del violín, la viola, el celo<br />

y el contrabajo, los integrantes de<br />

la Camerata del ISA: Abel Rodríguez<br />

García, Winnie Camila Agüero Berg,<br />

Gabriela Svardo López, Yosmara Castañeda<br />

Valdés, Mónica Betancourt<br />

González, Susana Rivero Cangas, Anabel<br />

Estévez Acosta, Juan Manuel Campos<br />

Martínez, Maite Quintana Sotomayor,<br />

Frank Berenguer Abreu y Elis<br />

Regina Ramos Martínez, así como<br />

<strong>La</strong>ura Valdés Torrado, Carmen María<br />

Vázquez Pérez, Indira Ramos Matalón<br />

y Winni Magaña, dan la impresión de<br />

que llevan una vida tocando juntos,<br />

por el perfecto empaste que logran,<br />

por la energía positiva que transpiran.<br />

Todos estuvieron más ocupados en<br />

el resultado del colectivo que en intentar<br />

resaltar y, sin embargo, individualmente,<br />

o como parte de una pequeña<br />

orquesta de cámara, demostraron<br />

<strong>se</strong>r excelentes concertistas, lo<br />

cual quedó patentizado cuando enfrentaron<br />

el programa barroco —donde<br />

también estuvo el maestro frente<br />

al órgano— ofreciéndole a la Ciudad<br />

Heroína otra jornada verdaderamente<br />

inolvidable, en la que, como en la<br />

anterior, la eficiente productora y asistente<br />

Betania Peña resultó <strong>se</strong>r piedra<br />

angular.<br />

Para erizar de pies a cabeza a los<br />

pre<strong>se</strong>ntes, Yailín Martínez escogió la<br />

Fantasía No. 8, que George Philiph<br />

Telemann concibiera para flauta y<br />

que ella entregó con una interpretación<br />

cálida y precisa, mientras la experimentada<br />

Anolan González prefirió<br />

con su viola dotar de una expresión<br />

majestuosa a la Suite No. 1,a<br />

sabiendas de que comprende admirablemente<br />

el mundo de Johann Sebastian<br />

Bach. Por ello consiguió admirarnos<br />

con su ejecución refinada y<br />

plena de <strong>se</strong>nsibilidad.<br />

En todo momento, Santiago de Cuba<br />

pudo <strong>se</strong>ntir<strong>se</strong> orgullosa al constatar<br />

el notable crecimiento artístico<br />

de uno de sus hijos, el asombroso<br />

Frank Berenguer, quien tuvo a su cargo<br />

la Sonata No. 2. «Dorian», de Biber,<br />

en la que tuvo como compañero<br />

a Méndez Padrón (órgano). Este<br />

mismo autor alemán le dio a Berenguer<br />

la oportunidad de lucir<strong>se</strong> en la<br />

famosa Sonata repre<strong>se</strong>ntativa, donde<br />

jugaron un papel decisivo Elis<br />

Regina Ramos Martínez y Susana<br />

Rivero Cangas, ambas <strong>se</strong>ncillamente<br />

formidables en sus respectivos<br />

instrumentos: celo y contrabajo, y<br />

con la que él <strong>se</strong> propuso (y consiguió)<br />

dejarnos sin aliento, al acudir a<br />

toda su habilidad técnica para, a través<br />

de diversos efectos sonoros, llenar<br />

la sala de irresistibles gallinas,<br />

ranas, gatos y mosqueteros, dibujados<br />

por su violín. El santiaguero fue<br />

e<strong>se</strong>ncial también en el cierre a lo<br />

Vivaldi con Sonata <strong>La</strong> Follia, donde<br />

Mónica Betancourt González, con su<br />

notable control instrumental y musicalidad,<br />

estuvo igualmente fuera de<br />

<strong>se</strong>rie.<br />

Después vinieron las cla<strong>se</strong>s y los<br />

encuentros de estos jóvenes con los<br />

estudiantes de música del Con<strong>se</strong>rvatorio<br />

Esteban Salas y, pocas horas<br />

después, el viaje de retorno a la capital<br />

que esta vez no pareció tan largo,<br />

tras dos jornadas en las que el espíritu<br />

no dejó de estar de fiesta.

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