You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Grandes expectativas<br />
28<br />
espalda a la singularidad y creatividad del individuo, y nos tragamos la m<strong>en</strong>tira<br />
de que la evaluación estandarizada es el único instrum<strong>en</strong>to válido para<br />
determinar el progreso de <strong>un</strong> niño. Pues, no sólo dejamos de plantar árboles<br />
por su belleza y la sombra que dan —los plantamos con el fin de conseguir<br />
<strong>un</strong> solo tipo de fruta. Malvina Reynolds, <strong>en</strong> su canción Little Boxes (Cajitas),<br />
lo expresa así:<br />
Juegan todos <strong>en</strong> los campos de golf<br />
y toman martinis secos<br />
y todos ti<strong>en</strong><strong>en</strong> niños hermosos<br />
que van a la escuela<br />
y los niños van al campam<strong>en</strong>to<br />
y más tarde a la <strong>un</strong>iversidad<br />
donde los met<strong>en</strong> <strong>en</strong> cajitas<br />
y sal<strong>en</strong> todos igualitos.<br />
Debemos exigir de cada niño conforme a su capacidad. Cada niño necesita<br />
estímulo intelec<strong>tu</strong>al. Debemos <strong>en</strong>señarle a expresar sus p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>tos, a leer y<br />
escribir, a elaborar y def<strong>en</strong>der <strong>un</strong>a idea, a formar sus propias opiniones. Pero,<br />
¿de qué sirve la mejor formación académica si no prepara al niño para el m<strong>un</strong>do<br />
“real”, el m<strong>un</strong>do que lo espera a la salida del aula? ¿Acaso despacharlo cada<br />
día <strong>en</strong> autobús a la escuela lo capacitará para la vida?<br />
Para colmo, <strong>en</strong> muchas escuelas ni siquiera se impart<strong>en</strong> aquellos conocimi<strong>en</strong>tos<br />
que deberían <strong>en</strong>señar. <strong>En</strong> los Estados Unidos, según observa el escritor<br />
John Taylor Gatto, los niños asist<strong>en</strong> a <strong>un</strong> promedio de 12.000 horas de<br />
clase obligatorias, y a los 17 ó 18 años, muchos sal<strong>en</strong> del colegio incapaces de<br />
leer <strong>un</strong> libro o calcular <strong>un</strong> promedio de bateo, ni que hablar de reparar <strong>un</strong><br />
grifo o cambiar <strong>un</strong>a llanta.<br />
El apuro por incorporar a los niños <strong>en</strong> el m<strong>un</strong>do adulto no es culpa exclusiva<br />
del sistema educativo. Es algo tan prof<strong>un</strong>dam<strong>en</strong>te arraigado y g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te<br />
aceptado, que muchas personas se quedan atónitas si les decimos que<br />
ese estado de cosas nos alarma. Obsérvese, por ejemplo, cuántos padres ll<strong>en</strong>an<br />
<strong>En</strong> Peligro