07.05.2014 Views

En peligro: tu hijo en un mundo hostil

En peligro: tu hijo en un mundo hostil

En peligro: tu hijo en un mundo hostil

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Despegarse<br />

89<br />

de lo que el individuo haga de él, o sea, de su acti<strong>tu</strong>d fr<strong>en</strong>te al medio ambi<strong>en</strong>te.<br />

Pero <strong>en</strong>tra <strong>en</strong> juego otro elem<strong>en</strong>to: la decisión. ¡<strong>En</strong> última instancia,<br />

somos nosotros los que decidimos! Y, <strong>en</strong> fin de cu<strong>en</strong>tas, la educación siempre<br />

debe t<strong>en</strong>er por meta capacitar a la persona para tomar decisiones.<br />

El consejo de Frankl es muy atractivo, pero resulta más fácil reflexionar sobre él<br />

que llevarlo a la práctica. Una y otra vez sucumbimos al impulso de tomar decisiones<br />

por nuestros <strong>hijo</strong>s <strong>en</strong> lugar de guiarlos para que decidan por sí mismos. Qui<strong>en</strong>es<br />

más necesitan tal guía son los adolesc<strong>en</strong>tes; sin embargo, es precisam<strong>en</strong>te<br />

<strong>en</strong> esa fase de su desarrollo que m<strong>en</strong>os confiamos <strong>en</strong> su apti<strong>tu</strong>d para ser hombres<br />

y mujeres indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes.<br />

El m<strong>un</strong>do del jov<strong>en</strong> adulto es <strong>un</strong>a maraña de t<strong>en</strong>siones. Insiste <strong>en</strong> que lo dej<strong>en</strong><br />

solo pero si<strong>en</strong>te la necesidad de que lo incluyan; ambiciona la libertad mas<br />

quiere asumir responsabilidades; se si<strong>en</strong>te inv<strong>en</strong>cible mas teme fracasar; aborrece<br />

el conformismo pero ansía ser aceptado. Agrégu<strong>en</strong>se las continuas fricciones<br />

suscitadas por la presión de compañeros y amigos de <strong>un</strong> lado, y por la autoridad<br />

paterna del otro. No ha de sorpr<strong>en</strong>dernos, pues, que sean tan pocos los<br />

adolesc<strong>en</strong>tes que escapan ilesos de estos conflictos, y que tantos jóv<strong>en</strong>es qued<strong>en</strong><br />

marcados para toda la vida. Sin duda es ésta la razón por la cual muy pocos<br />

padres están dispuestos a esperar para ver cómo sus <strong>hijo</strong>s se las arreglan<br />

solos.<br />

Un amigo que no se cansa de <strong>en</strong>viarme m<strong>en</strong>sajes por correo electrónico,<br />

reci<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te me mandó <strong>un</strong>a adivinanza: ¿Cuál es la difer<strong>en</strong>cia <strong>en</strong>tre <strong>un</strong>a<br />

madre y <strong>un</strong> Rottweiler? (Respuesta: El perro al final suelta su presa.) Es <strong>un</strong><br />

bu<strong>en</strong> chiste, pero <strong>en</strong> la vida real no es tan gracioso. La razón es simple. Aferrarse<br />

a <strong>un</strong> niño es aplastarlo. No importa que las int<strong>en</strong>ciones sean bu<strong>en</strong>as. Y<br />

si el niño logra escapar apar<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te ileso, tarde o temprano se manifestarán<br />

las cicatrices. La mayoría de los adolesc<strong>en</strong>tes que conozco, si bi<strong>en</strong> aceptan el<br />

hecho de que se les imponga límites, se somet<strong>en</strong> a éstos sobre todo para evitar<br />

las consecu<strong>en</strong>cias. Pero no quier<strong>en</strong> dar su brazo a torcer y admitir que estos<br />

límites exist<strong>en</strong> para su protección.<br />

<strong>En</strong> Peligro

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!