Festival Castell de Peralada

eportaje LA ARENA DE VERONA
Arena di Verona: Tutto Zeffirelli
Reportaje gráfico: Arena de Verona
LA ARENA DE VERONA HOMENAJEA A
FRANCO ZEFFIRELLI CON LOS CINCO
MONTAJES DEL CARTEL DIRIGIDOS
POR EL OCTOGENARIO DIRECTOR DE
ESCENA ITALIANO.
Por Lourdes MORGADES
Se dice de él que es el
último representante
de la gran época dorada
de la ópera, de
aquel tiempo en el
que, ya definitivamente
finiquitada la herencia
de los telones pintados del siglo
XIX, las escenografías corpóreas y los
vestuarios de telas nobles iluminaron
con su lujo y belleza los escenarios de
los coliseo líricos en los que reinaban
Maria Callas, Renata Tebaldi, Franco
Corelli y Giuseppe Di Stefano. Franco
Zeffirelli es para muchos el heredero de
la escuela de dirección de escena de
Luchino Visconti y el viejo patriarca al
que en el mundo de la ópera ya se le
llama “maestro” y que, a sus 87 años,
sigue al pie del cañón, denostado por la
crítica pero aplaudido por el público, al
Aida según la visión de Zeffirelli
que aún le gusta ver cómo lucen sobre
el escenario los cientos de miles de
euros que cuestan sus producciones
operísticas. Este verano, la Arena de
Verona le rinde homenaje convirtiendo
su 88ª edición en un Tutto Zeffirelli con
las cinco producciones en cartel
–Turandot, Aida, Madama Butterfly,
Carmen e Il trovatore– firmadas por él.
“Ésta es una época fea, gris. El
mundo está lejos de la creatividad y
somos víctimas de los medios de información.
La vida, aunque dolce, tiene
poco sentido. Sólo el arte nos redime y
es un consuelo, aunque ahora no refulge
como el antiguo”, afirmaba Zeffirelli
en declaraciones al diario El País, en
enero de 1995, previas a la presentación
de su versión de La Bohème en el Teatro
de La Maestranza de Sevilla. Y remataba
el veterano director de escena sus pala-
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