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LOS EcOSiStEMAS y El BiENEStAR HUMANO ... - UN-Water

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pocas estimaciones confiables de la extensión real de esta pérdida.<br />

La información disponible respecto a las aguas continentales es en<br />

general mejor para Norteamérica que para muchas otras áreas<br />

(C20.3.1). Desde la década de 1950, muchos humedales tropicales<br />

y subtropicales, tales como los bosques inundados, han desaparecido<br />

o se han degradado en forma creciente (C20.4.1).<br />

Una evaluación mundial de 227 grandes cuencas hidrográficas<br />

mostró que un 37% de ellas estaba fuertemente afectadas por la<br />

fragmentación y alteración de los caudales, un 23% moderadamente<br />

afectadas y un 40% no se veían afectadas (C20.4.2). Dada<br />

la falta de una línea base, es difícil desarrollar medidas absolutas<br />

Recuadro 2.1. PÉRDIDA DE HUMEDALES EN <strong>LOS</strong> EE. UU.<br />

CONTINENTALES (C20.3.1)<br />

Estados Unidos es uno de los pocos países que monitorea sistemáticamente<br />

los cambios que ocurren en la extensión de sus humedales. <strong>El</strong> Servicio<br />

de Pesca y Vida Silvestre de ese país está obligado a conducir la evaluación<br />

relativa al estado de los humedales para los 48 estados contiguos y de informar<br />

cada década los resultados al Congreso.<br />

Utilizando una definición más limitada de humedales que la de Ramsar y<br />

solo incluyendo pantanos continentales y costeros así como humedales emergentes<br />

en estuarios, la pérdida neta de humedales en Estados Unidos desde<br />

1986 hasta 1997 fue de 260.000 hectáreas, lo que equivale a una pérdida anual<br />

de 23.700 hectáreas. Esta tasa de pérdida es considerablemente más baja<br />

(80%) que la de las décadas anteriores. Hacia 1997 quedaban unas 42,7 millones<br />

de hectáreas de los 89 millones que existían en los Estados Unidos en el<br />

momento de la colonización europea. Casi todas los humedales que se perdieron<br />

entre 1986 y 1997 (el 98%) eran humedales de agua dulce y boscosos, los<br />

que fueron convertidos o drenados para desarrollo urbano o para fines agrícolas.<br />

Solo un 2% de ellos eran humedales estuarinos, lo que significa una tasa<br />

sustancialmente menor que en décadas anteriores, aunque 5.850 hectáreas<br />

desaparecieron a raíz del desarrollo costero.<br />

La disminución general en la tasa de pérdida se atribuye en primer término a<br />

políticas y programas que promueven la restauración, creación y mejoramiento<br />

de los humedales, así como a los incentivos que disuaden el drenaje de los mismos.<br />

Entre 1986 y 1997, los Estados Unidos experimentaron una recuperación<br />

neta de alrededor de 72.870 hectáreas de humedales de tierras altas, debido<br />

especialmente a los programas de protección y restauración del gobierno federal,<br />

así como al incremento en la superficie de lagos y reservorios de 47.000<br />

hectáreas debido a la creación de nuevos embalses y lagos artificiales.<br />

relativas a la condición de los humedales. Sin embargo, indicadores<br />

representativos tales como el grado de fragmentación de los<br />

ríos, pueden ser utilizados para inferir la posible condición de al<br />

menos algunos humedales. Las represas juegan un papel de gran<br />

importancia en la fragmentación y modificación de los hábitat<br />

acuáticos, transformando los ecosistemas lóticos (de aguas corrientes)<br />

en ecosistemas lénticos (de aguas estancadas) y semi-lénticos,<br />

alterando el flujo de materia y energía, y estableciendo barreras<br />

para los movimientos de las especies migratorias. La evaluación<br />

mundial de las cuencas hidrográficas concluyó que muchos sistemas<br />

que tenían parte de sus cuencas ubicadas en zonas áridas o<br />

con sistemas de drenaje internos estaban fuertemente afectados;<br />

solo las regiones de tundra en Norteamérica y Rusia y las cuencas<br />

Tabla 2.2. CUENCAS MÁS AMENAZADAS POR FUTURAS<br />

GRANDES REPRESAS (C7.3.2)<br />

Cuenca<br />

Cuenca del Río Yangtze (China) 46<br />

Cuenca del Río de la Plata (Sudamérica) 27<br />

Cuenca de los Ríos Tigris y Éufrates (Medio Oriente) 26<br />

Número de represas (>60 metros)<br />

planeadas o en construcción<br />

costeras más pequeñas en África y América Latina contaban aún<br />

con grandes ríos cuyos caudales no estaban intervenidos. Mientras<br />

algunas represas en los Estados Unidos (268 de un total de<br />

80.000) están siendo puestas fuera de servicio, la demanda y el<br />

potencial respecto a estas estructuras todavía son altos en el<br />

mundo en desarrollo, particularmente en Asia (C7.3.2). En 2004,<br />

se estaban construyendo unas 1.500 represas y muchas otras se estaban<br />

planificando, particularmente en los países en desarrollo<br />

(véase la Tabla 2.2.).<br />

Está bien establecido que los ecosistemas costeros tales como<br />

manglares, arrecifes de coral, bajos intermareales y estuarios están<br />

experimentando procesos de degradación y pérdida (C19.2,<br />

C19.4).<br />

Manglares: Las estimaciones de desaparición de manglares en<br />

países que cuentan con información anual (lo que representa un<br />

54% de la superficie total actual de mangle), muestra que el 35%<br />

de los bosques de mangle ha desaparecido en las dos últimas décadas.<br />

En algunos países, grandes extensiones de manglares han desaparecido<br />

a causa de la deforestación; en Filipinas, por ejemplo,<br />

210.500 hectáreas de mangle –un 40% de la superficie total de<br />

manglares en ese país- se perdieron como resultado del desarrollo<br />

de la acuicultura entre 1918 y 1988. Hacia 1993, solo quedaban<br />

123.000 hectáreas de mangle, lo que equivale a una pérdida del<br />

70% en 70 años. Se ha intentado restaurar manglares, pero el proceso<br />

no ha ido a la par de la destrucción total en la mayoría de las<br />

áreas.<br />

Arrecifes de coral: Estimaciones recientes indican que aproximadamente<br />

el 20% de los arrecifes de coral se ha perdido, y que otro<br />

20% ha sido degradado en las últimas décadas del siglo 20, debido<br />

a impactos como el atarquinamiento y prácticas de pesca destructivas.<br />

De todos los ecosistemas costeros, los estuarios y arrecifes de<br />

coral son los más amenazados, debido precisamente a que los<br />

impactos sobre ellos son directos (se originan en actividades dentro<br />

del ecosistema) e indirectos (originados en las cuencas y áreas continentales).<br />

Los arrecifes de coral que más han sufrido son los del<br />

Mar Caribe y partes del sudeste asiático, y siguen amenazados por<br />

el continuo desarrollo costero, la contaminación y las prácticas<br />

pesqueras destructivas (C19.2.1).<br />

Bajos intermareales y estuarios: Otros humedales costeros, tales<br />

como los bajos intermareales y los estuarios, también han sido<br />

ampliamente degradados y se han perdido. A lo largo de la costa<br />

<strong>LOS</strong> ECOSISTEMAS Y EL BIENESTAR <strong>HUMANO</strong>: HUMEDALES Y AGUA / INFORME DE SÍNTESIS<br />

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