378 - Diócesis de San Juan de los Lagos

MARCO HISTORICO
González Flores, Miguel Gómez Loza, Luis Magaña
Servín, Leonardo Pérez Larios, el P. Trinidad
Rangel y el claretiano español Andrés Solá. Todos
ellos son beatificados en Guadalajara el 2005.
En un tercer grupo conjuntamos a dos religiosos
alteños martirizados en la Persecución Española en
1936, y beatificados en el 2007 en un numeroso
grupo de 498 mártires: José María Escoto de
Atotonilco el Alto y Reginaldo Hernández de San
Miguel el Alto.
El cuarto grupo representa un proceso estancado:
el de las señoritas Josefa Parra y Coleta Meléndez
muertas en 1917 en Degollado, arrojándose a las
llamas para salvar su pureza, amenazada por los
bandoleros chavistas.
Finalmente, en un quinto grupo podemos englobar
a aquellos «mártires» cuya causa ni siquiera se
ha iniciado, pero de quienes se ha intentado recuperar
su memoria histórica desde el año 2000. Algunos
de ellos atraen cientos de fieles al lugar de su
sacrificio, donde se ha sentido la conveniencia de
construir templos o monumentos; otros han sido
olvidados o silenciados. Estos testigos de Cristo
Rey son: sacerdotes Gregorio González, Pablo
García o Elías Gómez Loza; seglares como Ramón
Parada, Rosario Tostado, Andrés Amador, Juan
González o Cecilio Gómez; algunos mueren junto
con algún mártir, como Aurelio de la Torre, Antonio
Carrillo Flores o Dionisio Vázquez; hay grupos,
como el de Los Adobes, y otros sacrificados en la
«segunda», como Ramón Sáinz. De estos se está
considerando la posibilidad de abrir un proceso
junto con otros mártires de México.
En estos cuarenta años, nuestras comunidades
cristianas han adquirido una conciencia más clara
de su llamado a la santidad, en el sentido querido
por el Concilio Vaticano II. A esto han contribuido,
entre otros factores, el mejor aprovechamiento de
la Sagrada Escritura, la celebración frecuente de los
sacramentos, la labor espiritual de diversas asociaciones
y movimientos, el trabajo formativo de los
niveles de Iglesia, y la creación en junio de 2008 de
la Vocalía de Causas de los Santos, cuyo cometido
es «impulsar la pastoral de la santidad del pueblo
cristiano».
Ha impactado a los miembros del Pueblo santo
de Dios, moviéndonos a seguir a Cristo con mayor
generosidad, la beatificación y canonización de
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varios fieles, laicos y sacerdotes, vinculados por
nacimiento o por martirio a estas tierras. De tener
como único santo mexicano a San Felipe de Jesús,
ahora tenemos 30 santos canonizados, 29 beatos, y
103 siervos de Dios. México tiene 59 santos y
beatos, mientras que juntos los demás países de
América contabilizan 56 santos y beatos. Y en
nuestro país destaca Jalisco, con 28 santos y beatos
nacidos o muertos aquí, de los cuales 15 pertenecen
a nuestra región de Los Altos. El efecto es tan
notable que ha generado una amplia y variada gama
de manifestaciones sin precedentes en nuestra región:
peticiones de reliquias, cabalgatas, museos,
monumentos, santuarios, cantos, himnos, perfiles y
sitios de internet, etc.
Ha tocado al Sr. Obispo Javier Navarro Rodríguez
esta efervescencia del culto de los mártires, sobre
todo el fenómeno religioso en torno a Santa Ana de
Guadalupe. Llega a nuestra Diócesis el 21 de marzo
de 1999, de Guadalajara. Su anterior trabajo en la
Secretaría de la CEM nos abre al contexto nacional
y eclesial, y procura consolidar canónicamente lo
que se ha avanzado en el proceso pastoral. Decide
mantener la vigencia del Plan anterior hasta la
publicación del siguiente. Celebra el Gran Jubileo.
Elabora el Manual de Decanos y la Guía de la Visita
pastoral, e inicia el proceso de normas para sacramentos
y del manual de párrocos y vicarios. Visita
las comunidades para todo acontecimiento al cual
se le invite y convive mucho con la gente. Del 2000
al 2006 elabora el IV Plan diocesano de Pastoral,
trabajando paso a paso, desde las parroquias, en un
estilo de Sínodo, promulgado el 21 noviembre 2006
y entregado a las comunidades, cuya novedad principal
está en el organigrama. El 2 mayo 2007 se
publica su traslado a Zamora.
Hay reliquias de mártires en diversas iglesias
asociadas a su nacimiento, ministerio o muerte:
Paredones, Tepatitlán, Yahualica, Tototlán,
Arandas, San Francisco de Asís, San Julián,
Jalostotitlán, Santa Ana de Guadalupe, Teocaltitán,
San Juan de los Lagos y Lagos de Moreno. Y en
algunos templos construidos en su honor, como el
de Santo Toribio Romo en Jalostotitlán o en
Rinconadas (Arandas); el de San Pedro Esqueda en
San Juan de los Lagos y en Romerillos. La diócesis
cuenta con un relicario de los santos de nuestra
región, y otro de los beatos de 2005, no expuestas al
culto, sino reservadas en la casa sacerdotal de
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