378 - Diócesis de San Juan de los Lagos

MARCO HISTORICO
rumores y descontentos que circulaban entre el
presbiterio. El 31 de mayo de 1980, celebró la
Dedicación de la Capilla del Seminario Mayor, y al
siguiente día ordenó sacerdotes en el Seminario a
cuatro alumnos. El 31 de agosto de 1981 se despidió
del Seminario, dejando una institución que iba
superando las crisis naturales que acompañaron su
nacimiento y sus primeros pasos.
El Sr. Obispo José López Lara se preocupó por
dar un generoso impulso a la organización de una
pastoral orgánica. Durante sus años como formador
en el Seminario de Morelia había adquirido una
notable sensibilidad por los problemas y desafíos
que presenta la formación sacerdotal. Sus directrices
fueron claras y firmes. Su actitud alegre y
conciliadora abrió para el Seminario nuevos caminos
de renovación. Siempre se manifestó cercano y
atento al desarrollo del Seminario. Nombró como
tercer rector al P. Clemente Castañeda, un hombre
alegre y amante del deporte, sacerdote preocupado
por la integración de los formadores y formandos
en el quehacer pastoral diocesano.
En el curso 1977-1978 se decidió dedicar la Casa
de vacaciones del Ojo de Agua de Arandas, ocupada
durante el año por la Escuela Agropecuaria, al
Curso Introductorio, ya más estructurado a nivel
Seminarios de México, para formalizarlo, retirándolo
de Jalostotitlán, donde el año anterior se había
llevado a cabo. La Casa había sido construida por el
P. Guadalupe Hernández, con su alberca característica,
ahora embovedada.
En 1986, después de varias consultas, decidió
suprimir la secundaria, para favorecer a los adolescentes
un desarrollo afectivo más integral cerca de
su familia. Murió el 25 de abril de 1987, dejando
una profunda tristeza en el Seminario y en la Diócesis
entera.
El Seminario Diocesano de San Juan de los
Lagos se iba consolidando vigorosamente. Concluido
el edificio en San Juan, para darle personalidad
propia al Seminario como institución ante la
comunidad diocesana, el P. Jaime Gutiérrez ideó un
escudo con la imagen de María, el Carpintero y el
Niño, la familia educadora del único Sumo Sacerdote,
con el lema bíblico como itinerario: Proficere
sapientia, aetate et gratia (Lc 2,52). Exhibe además
una estrella a la base, marcando el talante
mariano de nuestra Iglesia Particular, y un gran
báculo sostenido por Jesús niño, definiendo la nota
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pastoral como exigencia profunda del quehacer de
la formación.
Pronto despertó la confianza de algunos obispos,
que le encomendaron la formación de sus
seminaristas. Desde 1977 habían llegado los alumnos
de Tuxtla Gutiérrez. Los seminaristas de Colima
nos acompañaron de 1986 a 1988. Durante varios
años, los alumnos de Aguascalientes realizaron el
Curso Introductorio en Ojo de Agua, y en 1987-
1988, también el Teologado.
El Sr. Obispo José Trinidad Sepúlveda tenía una
amplia experiencia formativa en el Seminario de
Guadalajara. Con gran esmero, solicitud y firmeza
orientó la formación integral del Seminario. Fundó
tres seminarios menores para aquellos campesinos
que en sus comunidades no podían cursar la secundaria:
en Tepatitlán y Atotonilco en 1989, y en
Lagos de Moreno en 1992. Con su apoyo moral y
material, en 1995, la preparatoria en Lagos de
Moreno pudo tener reconocimiento oficial de la
Universidad de Guadalajara con el nombre de Instituto
Francisco Orozco y Jiménez.
La presencia y cercanía del cuarto obispo, Sr.
Javier Navarro, con el Seminario, crearon profundos
lazos de amistad y confianza. En el curso
escolar 2002-2003, nombró vicerrector al P. José
Luis Aldana Wario, y dos años más tarde lo ratificó
como rector. Tuvo como objetivos claros la consolidación
y mejor organización de la estructura física
y administrativa del seminario.
Durante su ministerio se registraron las matrículas
más altas de la historia del Seminario. Su preocupación
por enfrentar los problemas psicoafectivos lo
llevaron a crear el departamento de psicología para
brindar una formación más integral. Abrió en forma
más decidida la experiencia pastoral de los alumnos
en otras diócesis, e incluso a los laicos y religiosos
para que pudieran tener acceso a los recursos académicos
de que dispone el Seminario. Se logró el
reconocimiento oficial de los estudios filosóficos
con nivel licenciatura por parte de la Universidad
Vasco de Gama de Morelia. Se aprobó el itinerario
formativo y se promulgó el reglamento para el Seminario
Mayor. Mediante la Red de Amigos y Bienhechores
del Seminario, comenzó a crearse un fondo
económico para garantizar un sostenimiento más
autónomo de la economía diocesana. Se construyó el
Centro Diocesano de Pastoral Vocacional en terrenos
del Seminario Mayor.
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