378 - Diócesis de San Juan de los Lagos

MARCO HISTORICO
catedral basílica. El Seminario Diocesano cuenta
con reliquias de los 25 mártires canonizados en el
2000: en las casas de Lagos de Moreno, Atotonilco,
Tepatitlán, Arandas, antigua casa de las religiosas
y capilla de Teología en San Juan de los Lagos.
Cuentan con reliquias de varios mártires el Santuario
de los Mártires en Cañada de Islas y la parroquia
de Cristo Rey en Tepatitlán. Hay algunas otras
reliquias en diversas otras iglesias.
Entre las «cabalgatas cristeras» podemos contar,
sin pretender enumerarlas todas, las cabalgatas
en honor de santos o beatos como Pedro Esqueda o
Miguel Gómez Loza, o de militares como el general
Gorostieta o Lauro Rocha, o de batallas como la de
San Julián, y de monumentos como el cerrito de
Pacheco, o la de Los Adobes, entre varias otras.
Hay grupos de cabalgantes, como los «Amigos de
los Cristeros», en Atotonilco y Arandas, o los de
Tepatitlán, o la Guardia Nacional Cristera, cuyo
liderazgo ha estado por mucho tiempo en
Jalostotitlán, con don José Alfredo Jiménez.
El tema cristero está presente en museos
parroquiales, municipales o comunitarios. Es fuerte
en San Julián, en Sauz de Cajigal, en Tepatitlán
y de manera especial en Encarnación de Díaz,
donde don Alfredo Hernández Quezada abre en los
años ochenta el Museo Cristero, cuyo precioso
acervo se había acumulado durante décadas con los
donativos y préstamos de muchas personas. Lamentablemente
se atribuye el derecho de venderlo
a Aguascalientes, conservando sólo parte de su
tesoro, y privando a muchos de aprovechar ese
material.
En nuestra región algunos monumentos hablan
del arraigo cultural de los mártires, como el Cristo
Rey de La Peñita en San Diego, o el del cerro del
Tolimán en San Julián, el respectivo de San Miguel
el Alto y el de la Mesa Redonda en Lagos de
Moreno; el monumento al cristero desconocido y el
parque cristero (en San Julián), los monumentos a
Anacleto González y Miguel Gómez Loza en
Tepatitlán, la Calzada de los Mártires en Santa Ana
de Guadalupe, la estatua de fray Reginaldo en San
Miguel el Alto, o a santo Sabás Reyes en Tototlán;
el monumento a los cristeros en la Casa Juan Pablo
II en San Juan de los Lagos, etc. y los bustos de
varios de ellos, como en Acatic. Además, poblaciones
como Lagos de Moreno o San Juan de los Lagos
cuentan con fraccionamientos en honor de los
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«Mártires cristeros», y cada vez más poblaciones
cuentan con calles con los nombres de nuestros
santos, beatos y combatientes cristeros.
Además de la construcción de monumentos civiles,
las parroquias donde han nacido o muerto los
mártires también aportan elementos cultuales. En
Yahualica y Arandas habilitan un crucero para
venerar las reliquias; en Tototlán y Teocaltitán de
Guadalupe deciden construir un templo expresamente
dedicado al mártir; el primero de ellos, y tal
vez el primero en toda la república dedicado a los
mártires de la persecución mexicana, es el de San
Pedro Esqueda en San Juan de los Lagos, consagrado
en noviembre del año 2000. En la mayoría de las
iglesias vinculadas a los mártires se expone una
fotografía, como en Lagos de Moreno, o una pintura,
como en Aguacaliente (Atotonilco), para promover
el culto a los mártires. También se elaboran
estampas, llaveros y otros objetos devocionales,
sobre todo en Santa Ana, donde además se hace
evidente la necesidad de un nuevo y moderno
santuario para exponer las reliquias de Santo Toribio
Romo. La Vocalía de Causas de los Santos elabora
un esquema de oraciones para cada uno de ellos.
En Cañada de Islas, sobre el camino de San
Román Adame, don Jesús García Sánchez construye
un templo a todos los mártires mexicanos, cuyas
figuras plasma en vitrales, y se esfuerza por hacer
de la localidad un santuario abierto con la idea de
generar una «Ciudad de los mártires». Varias parroquias
establecen una peregrinación mensual en
recuerdo de su martirio, como en el caso de Luis
Magaña y Pedro Esqueda.
Destaca la impresión de libros sobre los mártires:
el equipo del P. J. Guadalupe Prado publica
Tierra de Mártires y Héroes de la fe; el P. Juan
Carlos González, La tierra ha dado su fruto; aparecen
las memorias sobre la cristera de Josefina
Arellano (San Julián), Domingo E. Cerrillo (San
Diego de Alejandría), y hay una eclosión del tema
cristero y de los mártires en publicaciones de libros,
folletos y artículos en revistas y periódicos, así
como en trabajos universitarios e incluso asignaturas
y eventos académicos con el tema de turismo
religioso (en CuAltos y San Juan de los Lagos). Las
historias de los pueblos se revisan e incluyen el
tema, al tiempo que proliferan poemas a los mártires,
videos y cantos, creados por grupos comerciales
de música religiosa, o por coros juveniles y de
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